Podría empezar diciendo que he entrevistado a un pintor con una severa limitación motora, que su cuerpo lo habitan 14 cicatrices y otras huellas de hospitales, que caminó por primera vez a los cuatro años, y demás ideas que a los periodistas se nos van ocurriendo antes de sentarnos a escribir en la computadora. Pero no. He conversado con Orlandito, un joven de 25 años, un artista, un creador de lugares para habitar. Y él, con la misma mansedumbre con la que dibuja el lienzo, me ha contado su historia.
«Tengo mucho que agradecer al profesor Luis Mora y a Andy William Duarte. Ellos, junto con los profesores de la Casa de la Cultura, Monguito y Omar Contreras, han sido mi gran apoyo ».
Le ha costado encontrar una palabra para definirse a sí mismo. «Atrevido », susurra su madre desde la habitación de al lado y él ríe. Orlandito tiene la nobleza a flor de piel, y su mamá lo sabe.
«Siempre me interesé por la pintura. De pequeño las disfrutaba mientras paseaba por el parque mirando las obras que se exponían en sus alrededores ». Aunque de niño participó en algunos talleres, Orlandito no tiene formación artística. En la sala de su casa, ¡cuántos cuadros! Es difícil creerlo: Orlandito pinta con los pies.

«A los 15 años expuse por primera vez en El Mejunje », dice.Y su madre me muestra un papel algo arrugado donde Ramón Silverio, director de ese centro cultural, escribió: «Esta exposición fue muy reveladora ». Así es la obra de Orlando Romero Sixto, un autor mesurado, pero inquieto, que se pinta a sí mismo.
«Generalmente hago series, la exposición personal Autorretrato: todo en una imagen fue de las que más me han gustado, se exhibió en la Galería Provincial y me sentí cómodo, porque tuvo muy buena acogida. Para mí, pintar es una necesidad, en el lienzo descargo todo lo que soy ».
Y cuando piensas que ya no puede sorprenderte más, confiesa: «Me gusta el deporte, he hecho retos de dominio del balón, y la verdad, lo disfruto mucho ».
En 2011, en Varadero, el villaclareño implantó su primer récord tres horas y 25 minutos de resistencia dominando el balón sentado, sin apoyo de las manos. En 2014, en Santa Clara, rompió su propia marca. Luego participó por vez primera en un récord de velocidad.
Su pasión por el deporte habla de la dedicación que Orlandito pone en todos sus proyectos. «Intento observar y aprender de cada pintor que llega a mí. En estos momentos estoy haciendo un estudio de obras de otros artistas, cosas más figurativas. Siempre trato de asimilar nuevas técnicas y eso me ayuda mucho. Ahora estoy experimentando en el paisaje. Sigo pensando en exponer, en ir a donde me inviten ».