La serie Lucha Contra Bandidos (LCB): la otra guerra ha sido muy bien acogida por el público televidente y marcó una impronta en la realización de dramatizados. Eduardo Vázquez Pérez, autor y principal guionista de la obra, nos habla sobre esta experiencia y anuncia una tercera temporada.
Eduardo Vázquez Pérez concibió la idea original de Lucha Contra Bandidos: la otra guerra, y fue también su principal guionista. (Foto del perfil de Facebook del entrevistado)
Léster Rodríguez Arocha
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25 Octubre 2020
25 Octubre 2020
hace 4 años
Las imágenes se suceden en el televisor, y vivimos las tensiones del combate, compartimos los miedos, la tristeza ante la muerte, y también la alegría de cada triunfo: hacemos nuestra la emoción con la que lo nuevo que nacía enfrentó el horror de lo viejo, que se resistía a ser pasado.
Terminó la segunda temporada de Lucha Contra Bandidos (LCB): la otra guerra, y queda la certeza de que no es otra serie más. Con el empleo de los códigos de la ficción esta producción televisiva nos trajo de vuelta el dramatismo de una época convulsa y definitoria en la historia de Cuba. Sin duda, la puesta en pantalla alcanzó el aplauso unánime, mas todo comienza, ya lo sabemos, en el guion.
De Eduardo Vázquez Pérez fue la idea original de serie, y fue también él su principal guionista. Con más de 20 años vinculado a la radio y la televisión, este historiador escribió programas como La Isla y el Tiempo, y las series Dos Ríos: el enigma, y Duaba, la odisea del honor. Pero es su último trabajo el que motiva este diálogo.
¿Cómo surge la idea de Lucha Contra Bandidos? ¿Fue por encargo o resultado de sus propias inquietudes?
Fue idea mía. Ninguna de mis obras ha sido por encargo.
¿Hasta qué punto es reflejo fiel de nuestra historia o recreación desde la ficción?
Es una obra de ficción inspirada en hechos reales. Nunca pretendimos «hacer la historia ». La historia real, la historia verdadera, son términos muy absolutos y abarcadores. No hay un solo suceso que tenga una sola versión. Eso sí, existen interpretaciones totalmente falsas. Esas las desechamos. Nos interesó mostrar qué fue aquella guerra en los seres humanos.
«Como suponíamos que muchas personas podrían dudar de la veracidad de algunos hechos, cuidamos que cada crimen, cada acción se correspondiera con hechos reales con nombres, fecha y lugar donde ocurrieron. Pero todo eso se estructuró como cualquier otra serie dramática, por eso es ficción, por el desarrollo de los conflictos, el tratamiento del tiempo.
«En el plano de la realidad todo sucede de manera más dilatada, se toma más tiempo, intervienen muchas más personas. Una banda pudo cometer un crimen un día y luego estar un mes sin hacer nada. Agentes de la Seguridad, combatientes, fueron muchos, con algunos de ellos conversamos, de otros leímos sus testimonios. Tuvimos acceso a numerosa documentación inédita. Con todo eso construimos los personajes y sus conflictos. Ahí entró la ficción. Fusionamos varios personajes reales y sus acciones para concentrar las acciones dramáticas e intensificar los conflictos. Por eso se cambiaron los nombres reales. Pero, repito, todos los hechos pertenecen a la historia.
¿Por qué situar los personajes de la primera temporada en Matanzas si nunca estuvieron allí? ¿No temieron que las historias resultaran poco creíbles por eso?
Lucha Contra Bandidos: la otra guerra es una obra de ficción inspirada en hechos reales, no es un documental ni pretende contar la historia como docudrama. Nuestros personajes, el Gallo, Mongo, son de ficción y por eso no se puede decir que estuvieron o no estuvieron en un lugar.
«Regresando al plano de la historia. El capitán Lizardo Proenza, del cual tiene mucho el personaje Hugo (Niu Ventura), fue jefe de operaciones en Las Villas y luego lo trasladaron con el mismo cargo para Matanzas, precisamente en la época que trata el serial. Con el llevó a un campesino del Escambray conocido como Pitute, que fue de gran utilidad en territorio matancero. Luis Rodríguez, uno de nuestros asesores históricos, era el jefe del Buró de Bandas (Seguridad del Estado) en la región de Yaguajay y en enero de 1963 fue trasladado como jefe del Buró de la provincia de Matanzas, tal como sucede con el personaje de Tabaquito.
«En toda Cuba existieron bandas de alzados y en todas las provincias participaron fuerzas de otros territorios. En Matanzas pelearon unidades de Pinar del Río, de Las Villas, de Oriente. Además, ¿cómo se imaginan la segunda temporada de una serie que elimine a sus protagonistas? Sería otra serie. Y en el caso de LCB, ¿se la imaginan sin Mongo y el Gallo, sin Guayacol o el Nene, el Elegante y otros que marcaron la primera temporada? Se le dio una solución verosímil.
La serie ha tratado de mostrar seres humanos de uno y otro bandos. ¿Cree que lograron evitar el maniqueísmo de buenos y malos?
Esa es una pregunta para los públicos y los críticos. Nosotros lo intentamos poniendo atención a que cada personaje se expresara según su formación, carácter, instrucción y su posición ideológica. Si lo logramos o no, repito, lo dirán los receptores. A veces se piensa que la «humanización del enemigo » se logra poniéndolo a tomar café en vez de ron. En la serie el que más ron toma es Guayacol, que es un agente de la Seguridad. Los milicianos cada vez que consiguen una botella beben y comparten. Esa es la vida.
«Durante la primera temporada, un historiador cubano, radicado en el extranjero y crítico del Gobierno Revolucionario, escribió que la serie LCB era partidista, pero no panfletaria, y abría un nuevo espacio al tratamiento del tema en el audiovisual cubano. Ninguna obra es imparcial y esta se escribió desde la posición de la Revolución ».
Eduardo, se habla de una nueva temporada…
Así es, ya este proyecto fue aprobado por la dirección del ICRT. Como en las otras ocasiones, contamos con la colaboración del Centro de Investigaciones Históricas de la Seguridad del Estado. Albertico Luberta, el otro guionista y yo estamos escribiendo el guion. Hay operaciones en más de una región, incluyendo Pinar del Río, y se mantienen los protagonistas y otros personajes de las primeras dos temporadas. Por el momento, no puedo adelantar más, pero hasta el final ya está pensado.
Agradecimientos a Lisdey Rega López, periodista de la FM Estereocentro de Santa Clara.