Arquitecto de profesión, Carlos Manuel Pérez Amores sucumbió hace años a la pasión por los colores, lienzos y pinceles. Conozca la historia de este pintor santaclareño.
Carlos Manuel Amores Pérez cultivó su pasión por la pintura de manera autodidacta. (Foto: Carlos Mario González Álvarez)
Carlos Mario González ílvarez, estudiante de Periodismo
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10 Julio 2021
10 Julio 2021
hace 3 años
Carlos Manuel Pérez Amores, pintor, arquitecto y diseñador gráfico, quien afirma que rara vez lo verás por la calle, se dedica sin descanso a su mayor gusto: pintar. Desde que tiene uso de razón comenzó a dibujar, y aunque antes de elegir el arte como profesión recorrió un largo camino, la pintura siempre ha estado presente.
Se graduó de arquitecto e impartió clases durante 15 años en la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas, donde muchos alumnos lo admiraron por las obras que mostraba. Especial interés despertaba en los estudiantes extranjeros, quienes tenían una visión diferente respecto al arte, y con ellos comentaba incluso sobre el posible valor monetario. Luego trabajó en el sector del Turismo, principalmente en los cayos villaclareños; allí continuó asombrando a las personas con su arte. Doce años después tomó una decisión que le cambió la vida.
¿Cómo te sientes al dedicarte a tu mayor pasión como trabajo?
En verdad, me siento una persona privilegiada. Me puedo dedicar a plenitud a lo que me gusta. Me levanto y me pongo a trabajar, termino, y en mi descanso continúo pintando, no paro de hacer lo que me apasiona.
¿Alguna vez cursaste alguna escuela de arte?
No, mi mayor entrenamiento para muchos aspectos fue la carrera que estudié: Arquitectura. Me ayudó a prepararme mejor, junto a la práctica constante durante muchos años.
Desde que comenzó a dedicarse profesionalmente al mundo del arte, Amores ha sido invitado a más de 15 exposiciones nacionales e internacionales. Varios de sus cuadros se encuentran en hoteles de gran prestigio, como el hotel Gran Central de Santa Clara, y muchos críticos y coleccionistas de arte de otros países han comprado sus obras.
¿Cómo recuerdas la primera vez que te invitaron a realizar una exposición?
Sobre todo me sentí halagado, y no cambia ese sentimiento cada vez que me invitan a otra, porque ello demuestra que ya les gusta mi arte, tanto como para querer mostrárselo al mundo.
Como artista, ¿qué es lo más bonito que te ha pasado?
Participar en las exposiciones junto a grandes artistas, escuchar a exponentes del arte a nivel internacional valorar mis obras, que nunca pensé que pudieran opinar así de ellas, y conocer a Tomás Sánchez y a Pedro Pablo Oliva, maestros y dioses en mi mundo.
¿Puedes definir un color que te agrade y guste más para pintar?
Los colores que utilizo van ligados a ideas. Puedo emplear desde el negro, que tantos prejuicios trae en el mundo de la pintura, hasta un amarillo; todo es relativo. Para mí lo importante es el resultado.
En cuanto a su vida privada, Amores manifiesta: «Tengo pocos amigos, pero muy buenos; personas que lo han dado todo por mí y doy todo por ellos ». También cuenta con el apoyo incansable de su familia, que sabe y acepta su labor, y trata de ayudarlo en todo lo posible.
¿Con qué tipo de personas te relacionas más?
Bueno, realmente mi grupo de amigos es pequeño, pues en mi casa de lo que más se habla es de pintura y de arte, y a muchos se les transforma en algo aburrido. En estos momentos me relaciono con otros artistas, arquitectos, diseñadores gráficos, pues coincidimos en los gustos y disfrutamos las charlas.
¿Opinan tus amigos sobre tus obras?
Por supuesto, incluso debatimos. Me dicen lo que ellos hubieran puesto u omitido, porque así es la mejor relación. Todos tenemos nuestras propias visiones del mundo, y creo que eso es lo que nos une, como un átomo, que tiene partículas que se atraen y otras que se repelen, y aun así se mantiene firme.
Amores es muy unido a su familia, en especial a su nieto, al que siempre trata de guiar por la vida para que esta tenga el mejor sentido.
¿Cómo es tu relación con tu nieto?
Magnífica, solo así puedo describirla, aprendo de él mucho y, al mismo tiempo, le enseño lo que sé.
¿Seguirá tus mismos pasos en el arte?
Creo que no, no le gusta mucho este mundo. Parece que la herencia no continuará por ahí. Sí logré que se interesara por la tecnología y el pensamiento lógico. Aunque no nos guste, creo que estará presente en todos los aspectos de la vida en un futuro y es la única manera de que lo logrado hoy por el mundo se mantenga hasta mañana y se extienda más allá del planeta.
¿Tienes alguna creencia religiosa?
Soy ateo; sin embargo, como buen cubano, soy creyente cuando quiero y de la forma que quiero, sin tener que ir a un lugar para demostrarlo.
Si Dios existe y vas al cielo, ¿qué le pedirías?
Que me deje seguir pintando donde esté, y si estoy vivo, que me dé salud para mis ojos y mis manos. Es lo único que necesito, porque sé que el día que muera me van a quedar tantas cosas por hacer y pintar, que es lo único que voy a lamentar.
¿Podrías darme el concepto de arte?
Podría darte un concepto, pero no el mejor. Así es el arte, tiene miles de conceptos y todos son correctos. Es un mundo tan subjetivo que da pie a que la apreciación de cada persona sea correcta, aunque distinta.