Un sugerente proyecto villaclareño de artesanía se dedica a crear para los niños juguetes didácticos que suplen su necesidad de jugar y potencian las habilidades psicomotoras.
El proyecto lo integran cinco creadores y siete ayudantes, quienes crean piezas decorativas y pedagógicas, compuestas por colores llamativos y materiales reciclables. (Foto: Tomada del perfil de Facebook de Revoloteart)
Betsabé Hernández Díaz, estudiante de Periodismo
4921
11 Julio 2021
11 Julio 2021
hace 3 años
El proyecto Revoloteart, perteneciente al Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), de Villa Clara, brinda a los más pequeños de casa juguetes didácticos que suplen su necesidad de jugar y potencian las habilidades psicomotoras correspondientes a la edad temprana.
Luz Emilia Molina Cintra, artesana de Revoloteart, explicó que el proyecto lo integran cinco creadores y siete ayudantes, con edades desde 49 hasta 83 años, quienes a través de las artesanías crean piezas decorativas y pedagógicas, compuestas por colores llamativos y materiales reciclables.
El zunzún, ave en constante movimiento, constituyó la fuente de inspiración para seleccionar su nombre, Revoloteart: un grupo de artistas que cambian y se perfeccionan a diario, mientras crea una revolución en la artesanía local.
Cuentan con más de 160 diseños elaborados básicamente con los recortes de maderas sobrantes de las carpinterías del Fondo, así como materiales reciclables y pinturas importadas.
Los precios se establecen luego de un análisis del presupuesto invertido, e intentan que sean lo más asequibles y justos para la población, con un mínimo de 30 pesos en moneda nacional (carros, juegos de armar) y un máximo de 1800 pesos (muebles, rediles, sillas para comer).
Las ventas se han extendido más allá de los límites de la ciudad, a pesar de la compleja situación epidemiológica, y actualmente cuentan con compradores en La Habana, Matanzas, Cienfuegos, Sancti Spíritus y Camagí¼ey.
Molina Cintra comentó que planean vincularse al Ministerio de Educación y de Salud, para ello se preparan metodológicamente mediante materiales pedagógicos con el fin de satisfacer las necesidades del sector al que se dirigen, y brindar sus creaciones a pacientes en edad pediátrica que permanecen hospitalizados por largo tiempo y quienes sufren discapacidad.
Como resultado del trabajo y calidad de los productos, en el año 2020 tuvieron ingresos de aproximadamente 140 000 pesos en moneda nacional y se espera que próximamente puedan llegar a sustituir importaciones.