Raúl Planas, uno de los grandes cantantes de la música cubana, prácticamente desconocido entre las nuevas generaciones, nació un 18 de agosto en Camajuaní, Villa Clara.
El intérprete camajuanense recibió varios reconocimientos durante su larga trayectoria artística, entre ellas, una nominación al Grammy Latino con el Buenavista Social Club. (Foto: Archivo)
Francisnet Díaz Rondón
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18 Agosto 2021
18 Agosto 2021
hace 3 años
En una conversación sostenida con el maestro Antonio (Tony) Guzmán salió a relucir el nombre de Raúl Planas, uno de los grandes cantantes de la música cubana, prácticamente desconocido entre las nuevas generaciones, y con el cual los medios de comunicación e instituciones de cultura tienen una marcada deuda, sobre todo, en Villa Clara, de donde es oriundo.
Contaba el fundador y director de la orquesta Poder Latino que en una ocasión debió cantar junto a Planas, quien ya tenía una avanza edad. Tony cuadró con él la letra del tema que debían interpretar, y se preocupó porque el antológico cantante del conjunto Rumbavana tuviera alguna dificultad para memorizarla o a la hora de la actuación.
Recordó Guzmán que el Señor del Son sobrenombre por el que fue reconocido dentro del panorama musical cantó con la misma calidad vocal y afinación que lo caracterizó a lo largo de su carrera, despejando toda duda de su capacidad y talento, a pesar del paso del tiempo. Y así lo recuerdan muchos amigos y compañeros: como un hombre de una encomiable voz, y también de carácter amable, caballeroso y de gran calidad humana.
Nacido en Camajuaní el 18 de agosto de 1924, Enrique Raúl Planas Fernández laboró como tabaquero en su tierra natal; aunque la música lo enamoró desde muy joven. Se acercó a la vieja trova y se presentó en la CMHF Radio Camajuaní, junto a su tocayo Raúl Triana, en uno de los programas más populares que tuvo la emisora en 1950 titulado Los Raúles, protagonizado por ambos.
Según valiosos datos aportados por el locutor, investigador y promotor cultural José Gabriel Ramírez Cal, el cantor estuvo en distintas orquestas en Camajuaní y Placetas hasta su arribo a La Habana, en 1946, y luego entró a formar parte del conjunto Sonora Matancera, el 7 de mayo de 1955.
La voz de Planas llamó poderosamente la atención de otras agrupaciones, como la del maestro (Félix) Chapotín y sus Estrellas, e hizo un disco con la orquesta Kubavana, de Carlos Barbería, con la cual cantó por vez primera en Cuba el tema Yo soy Caguairán.
A inicios de la década de los 60 integró al conjunto Rumbavana, con el que alcanzó el máximo reconocimiento como intérprete de música popular bailable. Allí compartió con otros excelentes vocalistas de la talla de Orestes Macías, Fernando González y Guido Pérez.
Con esta antológica agrupación a Raúl Planas se le catalogó como Señor del Son, por su fuerza interpretativa del cubanísimo género; aunque también brilló en otros ritmos como el bolero y el chachachá. En este último, demostró su gran talento y versatilidad en los últimos años de su carrera, al ser llamado por el maestro Enrique Jorrín para grabar un disco titulado precisamente Chachachá.
El intérprete camajuanense recibió varios reconocimientos durante su larga trayectoria artística, entre ellas, una nominación al Grammy Latino con el Buenavista Social Club. En el programa radial La Loma del Tamarindo, de la emisora provincial CMHW, le ofrecieron un sentido homenaje en el teatro de su natal Camajuaní, donde el pueblo le demostró su cariño y admiración.
Raúl Planas falleció el 27 de febrero de 2001 en el barrio Pueblo Nuevo, en La Habana, y legó para la posteridad su ejemplo de disciplina, cubanía y consagración a nuestra música.