Desde ayer, 5 de diciembre, la teleaudiencia comenzó a disfrutar de la nueva temporada del serial policiaco Tras la huella, que incluye cinco capítulos de estreno.
Falso justiciero I y II, bajo la dirección de José Víctor Herrera, sobre el delito de tráfico internacional de drogas; Valentini, de Julio Delgado, acerca del robo con violencia de motos eléctricas y los incendios provocados por la explosión de estos vehículos una de las principales causas de incendio en Cuba; Fenobarbital, del director Armando Toledo, relacionado con el desvío y comercialización ilícita de medicamentos, y en enero, también de Armando Toledo, Fantasmas, un caso sobre estafa y múltiples robos.
Esta temporada inicia con cambios en su elenco regular de actores, pues recientemente, en una entrevista en el popular espacio televisivo Al mediodía, Roberto Perdomo, que interpretaba al coronel Fernando, jefe del equipo de investigación, anunció su retiro después de casi 14 años en el elenco de Tras la huella. Asimismo, Omar Alí y Lissette de León no estarán en esta nueva temporada, debido a otros compromisos de trabajo, por lo que se suman los jóvenes actores Yasmani Beltrán y Laura Delgado.
Tras la huella mantiene el compromiso de asegurar programas de estreno para las programaciones de verano e invierno. Sin embargo, la crisis sanitaria desatada por la COVID-19 en el país ha constituido un desafío en ese sentido, pues la producción audiovisual no ha quedado exenta de las limitaciones y medidas restrictivas de los últimos meses de enfrentamiento y control de la pandemia, antes de que La Habana transitara a la actual fase de nueva normalidad. Aun así, se trabaja en estos cinco episodios para la temporada de invierno y se prepararan otros 14 para el verano.
En este sentido, Armando Toledo comentó: «Estuvimos casi un año sin grabar, por lo que fue todo un reto volver a engranar al equipo de actores y realizadores, y trabajar contra reloj para tener en este mes de diciembre cinco nuevos capítulos. Mantener las medidas sanitarias en un tipo de trabajo que lleva contacto entre los participantes es muy complejo, y aun así, se logró.
«Los actores actúan con nasobuco; sin duda, eso limita la expresión del rostro y el sonido pierde también algunos tonos y brillantez. El uso de las mascarillas en los actores tiene doble finalidad: protección y mensaje educativo para la teleaudiencia ».
El pasado 23 de noviembre el programa cumplió 16 años en pantalla, por lo que se han preparado una serie de actividades que incluyen la premier de esta temporada, así como encuentros con cadetes del Ministerio del Interior y estudiantes de la Escuela Nacional de Arte, entre otras.
Desde su salida al aire por primera vez en el 2005, como homenaje al aniversario 44 del Ministerio del Interior, Tras la huella ha sido uno de los programas de mayor audiencia de la televisión cubana.