La escultura del burro Perico: ni perdida ni ausente
La popular obra dedicada al animal más famoso y querido de la historia de Santa Clara recibe una intensa restauración, como parte de las acciones por el aniversario 335 de la ciudad.
Pronto los santaclareños y visitantes volverán a disfrutar de la escultura del burro Perico. (Foto: Tomada de Internet)
Francisnet Díaz Rondón
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17 Junio 2024
17 Junio 2024
hace 3 meses
Cuando el pasado 26 de mayo los transeúntes advirtieron, alarmados, que la escultura del icónico burro Perico estaba tirada en el piso, y luego alertaron sobre su desaparición, el hecho desató los más disímiles e insospechados comentarios y suposiciones. Sin embargo, la efigie del animal más popular y famoso de la historia de Santa Clara no fue vandalizada, ni robada, ni «emigró» hacia ninguna parte.
Lo cierto es que cayó en las buenas manos de los trabajadores del proyecto de desarrollo local Reluxes Herrería, quienes, de acuerdo con el Consejo de la Administración Municipal, le realizan una importante restauración con motivo del aniversario 335 de la fundación de la ciudad.
Desde su confección por el escultor santaclareño Arnaldo Artiles y su instalación en el parquecito que lleva su nombre —en las intersecciones de las calles San Miguel y La Cruz—, la escultura del burro Perico ha sufrido un profundo deterioro debido al paso del tiempo y las indisciplinas sociales. La lluvia y la constante humedad incrementaron el óxido en la base, e incluso, perdió la cola.
Pero, poco a poco va recuperando su antiguo esplendor en los talleres de Reluxes Herrería, dirigidos por Mario Valdivia Beyra, quien manifestó que el autor de la obra los contactó cuando ya el proyecto se comenzaba a analizar y se estudiaba el proceso de restauración.
«Estuvimos conversando y le expliqué la idea que teníamos. Lo analizamos todo muy bien para no modificar la escultura y respetar su diseño original. A partir de ahí empezamos a hacer varias plantillas de las partes deterioradas, procedimos a conformarlas, tratando siempre de que mantuviera la misma forma y figura, y entonces nos dispusimos a armarla. Hasta ahora, el resultado nos satisface».
Precisó Valdivia Beyra que usaron una plancha de acero similar a la original, del mismo espesor y material. A esta se le realizaron los característicos orificios, se le aplicó un tratamiento anticorrosivo y, en su terminación, una pintura del mismo color que la concebida por el escultor.
En la importante tarea laboran los trabajadores Alex y Julio Ruiz, padre e hijo, quienes han puesto todo su empeño y dedicación. El más joven comenta que, luego de analizar el procedimiento a seguir, limpiaron, cortaron por pedazos y fueron colocando las piezas, entre ellas las herraduras.
Según Julio, el trabajo ha sido un poco difícil por la cantidad de detalles, sobre todo en la zona de la cola. No obstante, se sienten orgullosos de ser parte del esfuerzo por renovar la «vida» de una de las obras más célebres de la tierra santaclareña.
Pronto la escultura del burro Perico volverá a su sitio para regocijo de pilongos y visitantes, y recibirá a decenas de niños, jóvenes y adultos que, de seguro, le profesarán el cariño y la simpatía que décadas atrás recibiera de todo su pueblo.