El Ministerio de Relaciones Exteriores condena en los términos más firmes y absolutos la fraudulenta calificación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo, anunciada por el gobierno de los Estados Unidos en acto cínico e hipócrita.
Desde hace meses, se viene especulando sobre la posibilidad de incluir a Cuba en la lista unilateral del Departamento de Estado que califica a países, sin mandato o legitimidad alguna, carente de motivación genuina, referida al terrorismo y sus secuelas, y como instrumento de difamación para aplicar medidas económicas coercitivas contra naciones que se resistan a doblegarse a los caprichos del imperialismo estadounidense.
El anuncio formulado por el secretario de Estado Michael Pompeo constituye un acto soberbio de un gobierno desprestigiado, deshonesto y en bancarrota moral. Se conoce, sin lugar a dudas, que la verdadera motivación de esta acción es imponer obstáculos adicionales a cualquier perspectiva de recuperación en las relaciones bilaterales entre Cuba y los Estados Unidos.
Cuba no es un Estado patrocinador del terrorismo, verdad reconocida por todos. La política oficial y conocida, y la conducta intachable de nuestro país, es el rechazo al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, en particular el terrorismo de Estado, por quienquiera, contra quienquiera y dondequiera que se cometa.
Cuba es un estado víctima del terrorismo y nuestra población lo ha sufrido en carne propia, al precio de 3 478 víctimas mortales y 2 099 personas con discapacidad, por actos cometidos por el gobierno de los Estados Unidos o perpetrados y patrocinados desde territorio de ese país con la tolerancia de las autoridades oficiales. Los cubanos repudiamos con desprecio toda maniobra dirigida a manipular un tema tan sensible, para groseros propósitos de oportunismo político.