General de Ejército Raúl Castro y presidente Díaz-Canel asisten a clausura del XI Congreso de la FMC
En las palabras de clausura, el presidente Miguel Díaz-Canel expresó que «la Revolución necesita mucho de las mujeres cubanas, no solo resistiendo, sino, más que todo, combatiendo».
Miguel Díaz Canel Bermúdez, presidente del República, durante el XI Congreso de la FMC. (Foto Abel Padrón Padilla/Cubadebate)
Tomado de Cubadebate
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08 Marzo 2024
08 Marzo 2024
hace 8 meses
El General de Ejército Raúl Castro y el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, asisten este viernes 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, a la clausura del XI Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) en el Palacio de Convenciones, La Habana.
Acompañan a Raúl y Díaz-Canel el presidente del Parlamento cubano, Esteban Lazo; el primer ministro, Manuel Marrero Cruz; el secretario de Organización del Comité Central del PCC, Roberto Morales Ojeda; la secretaria general de la FMC, Teresa Amarelle Boué; el secretario general de la CTC, Ulisés Guilarte de Nascimento, y otros representantes de organizaciones políticas, de masas y sociales.
La clausura cuenta con la presencia del Comandante del Ejército Rebelde José Ramón Machado Ventura y la integrante del Pelotón de las Marianas, general de brigada y vicepresidenta nacional de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, Delsa Esther (Teté) Puebla Viltre.
Participan en el Congreso 323 delegadas de más de 3 200 000 miembros que tiene la organización.
La sesión comenzó con la exhibición del audiovisualFidel Castro y la Revolución de las mujeres, sobre el rol fundacional del Comandante en Jefe en la creación de la FMC y la importancia que siempre concedió a las luchas por los derechos de las mujeres.
En el plenario se difundieron los dictámenes y las recomendaciones aprobadas en las cuatro comisiones del Congreso, que tuvieron como temas la atención a la juventud como garantía de continuidad de la organización, el funcionamiento interno de la organización, el empoderamiento económico de la mujer y el trabajo preventivo y atención social.
Raúl Castro: «Estamos muy orgullosos los hombres de las mujeres»
El General de Ejército Raúl Castro afirmó que «estamos muy orgullos los hombres de las mujeres», durante la clausura del XI Congreso de la FMC.
«Me siento satisfecho políticamente y alegre por el trabajo que han hecho en el pasado, en momentos difíciles, y por el que están haciendo en la actualidad, en momentos también muy difíciles por la agresividad del imperialismo yanqui», dijo.
«Les damos un beso a todas, en nombre de Vilma y también mío».
En otro momento de la clausura, la secretaria general de la FMC, Teresa Amarelle Boué, entregó un tapete, confeccionado a mano por la artesana trinitaria Lucía Jiménez Hernández, al General de Ejército como reconocimiento.
Díaz-Canel: «La Revolución necesita mucho de las mujeres cubanas»
En las palabras de clausura del XI Congreso de la FMC, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, destacó que «la Revolución necesita mucho de las mujeres cubanas, no solo resistiendo, sino, más que todo, combatiendo».
Agradeció a las federadas por «la alegría con que han animado su Congreso, ustedes enfrentan sin miedo los momentos más difíciles de una nación que se ha curtido en la dificultad sin perder la ternura» y «la resistencia creativa, que ustedes simbolizan como nadie, y que nos inspira, renovando constantemente las energías de la Revolución».
Díaz-Canel afirmó que la Revolución cubana, desde su triunfo, promovió el desarrollo de un modelo inclusivo sustentado en la igualdad y justicia social.
«Con la Federación, las mujeres cubanas se integrarían en una sola organización que, desde su nacimiento, logró la incorporación al empleo y a los programas cambios sociales y económicos de la Revolución, sumando en su devenir histórico nuevas tareas y responsabilidades a nivel social y comunitario», dijo.
«La mujer cubana —señaló— pasaría a tener un rol trascendental en la sociedad, ganado a base de esfuerzo, ejemplo y tesón».
El presidente cubano aseveró que «la lógica de la construcción socialista, con la Revolución, superó a la lógica del capitalismo en materia de emancipación de la mujer cubana».
Asimismo, manifestó que, repasando los logros de la FMC, es obligado evocar el legado de Fidel, Raúl, Vilma y miles de compañeras.
Refirió que «ellos también nos inculcaron el espíritu de la insatisfacción, que nos obliga a convertir esta jornada de homenaje en recordatorio de todo lo pendiente por hacer y avanzar, que implica en esencia arrancar de raíz todos los vestigios de discriminación y violencia que aún nos acechan.
«Aún debemos romper barreras culturales y esquemas mentales que subyacen y terminan menospreciando la mujer o lacerando sus derechos, su dignidad, su justo lugar en una sociedad que aspira al mayor grado de justicia social posible».
El mandatario se refirió al Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, «la mejor expresión de la voluntad política del Estado, que incentiva el avance hacia la igualdad de género en el país».
Para garantizar la implementación del Programa, dijo el presidente, se despliega un extenso plan de trabajo que compromete a todos los organismos de la Administración Central del Estado y otras instituciones.
«El objetivo es garantizar que en el diseño de las políticas públicas predomine el enfoque de género y haya un seguimiento sensible a todos los asuntos que involucran el desarrollo de las mujeres en la sociedad», señaló, y mencionó los avances legislativos que respaldan esas proyecciones políticas (Código de las Familias, Código Penal, Ley de Ejecución Penal...).
«El enfrentamiento a la violencia de género y a todo tipo de discriminación tiene un lugar central en el contenido de esas normas, pero también en las acciones y medidas que contempla el Programa de Adelanto de las Mujeres», afirmó.
Díaz-Canel declaró que «aunque repudiamos el flagelo de la violencia contra la mujer, no alcanza en Cuba expresiones brutales que se dan en otros países. Los casos que aparecen con lamentable frecuencia resultan suficientes para indignarnos y actuar, para no permanecer expectantes, impasibles y tolerantes.
«Los enemigos de la Revolución usan y manipulan conveniente y tendenciosamente las cifras. Para el Estado cubano, un solo caso resulta alarmante e inaceptable. Se trata de personas, de seres humanos, de vidas que han sido tronchadas o que están siendo laceradas ahora mismo como resultado de la vigencia de patrones denigrantes, de un patriarcado incompatible con los principios de una sociedad socialista.
«Un solo nombre de mujer violentada debe ser suficiente para sentirnos indignados y actuar con energía a nivel político y legal, pero siempre conscientes que esta no puede ser la lucha de un día, sino un propósito permanente.
«Las plataformas subversivas anticubanas intentan imponer la matriz de que en Cuba existe feminicidio, término que indica supuesta inacción estatal ante hechos violentos por razón de género.
«Podemos asegurar aquí categóricamente que esa es una construcción mediática ajena por completo a la realidad cubana. No puede haber impunidad en Cuba, mucho menos ante delitos motivados por cualquier tipo de discriminación y, ante todo, contra la mujer.
«Las normas jurídicas que mencioné anteriormente tienen apartados muy precisos que tipifican como delitos las diversas figuras que pueden menoscabar la integridad física, psicológica o moral de las mujeres.
«El sistema de orden interior tiene la misión primordial de enfrentar y poner a disposición de los tribunales a todos los autores de estos hechos. A la par, el sistema de tribunales apegados a la ley prevé condenas altas y ejemplarizantes para los comisores de este tipo de delito.
«Por solo citar un ejemplo, en 2023, los tribunales cubanos sancionaron a 61 sujetos autores de asesinatos de mujeres. En el 93% de los casos, las sanciones sobrepasaron los 20 años, y cinco cumplen privación perpetua de libertad.
«Son solo un par de datos que ilustran la tolerancia cero del Estado cubano frente a este tipo de conducta. No obstante, creo que todos coincidimos en que no basta enfrentar estos delitos con la policía y los tribunales.
«Urge perfeccionar los sistemas de educación popular y familiar a nivel comunitario con enfoque profiláctico y preventivo».
El presidente cubano destacó que el XI Congreso de la FMC, desde el nivel de base, promovió «discusiones profundas y muy críticas» de los problemas de la organización.
Afirmó que identificar el debilitamiento de las estructuras de base como una de las problemáticas principales, «obliga a la dirección de la FMC a buscar las más urgentes y efectivas vías para su revitalización en el más corto tiempo posible».
No hacerlo, enfatizó, rompería la lógica del «profundo sentido social y de masas de esta organización».
El jefe de Estado manifestó que los bloques y delegaciones de base son imprescindibles para el trabajo social casa a casa, familia a familia, mujer a mujer.
El presidente dijo a las federadas: «Sigan saliendo, como las convocara Fidel desde el primer día, a conquistar el mundo y seguir estando en el centro de esta Revolución, con el entusiasmo y espíritu creador de la mujer cubana desde el surgimiento de la nación».
Asimismo, recordó que los máximos líderes históricos, Fidel y Raúl, y la dirección del Partido «han dado y continuarán dando muestras de un combate frontal, transparente y sin tolerancia contra las manifestaciones de falta de ética y ejemplaridad de los cuadros, siempre en nombre del pueblo y por la unidad de nuestra patria».
Reeligen a Teresa Amarelle Boué como secretaria general de la FMC
La presidenta de la Comisión de Mandato de la FMC, Ana Iris Pérez Pacheco, dio a conocer los resultados de la votación para elegir a las integrantes del comité nacional de la organización.
«Ejercieron su derecho al voto 319 delegadas, el 100%. No hubo boletas en blanco ni anuladas», informó.
Pérez Pacheco dijo que las 83 federadas que integraron la candidatura para miembros del comité nacional fueron elegidas.
Además, fue presentado el secretariado de la FMC —elegido en la primera reunión del comité nacional—, al frente del cual fue ratificada Teresa Amarelle Boué.