Está parado en la entrada del tanque 49-1 y observa cómo los trabajadores chinos ajustan los tornillos que sostendrán el domo, «para luego levantarlo, porque eso será el techo».
Calcula que son como 5 000 y tantos tornillos los que deben apretarse, pero está seguro de que «la cosa saldrá bien».
Héctor Clark Silot –jefe técnico de la Dirección Integrada de Proyecto en la Base de Supertanqueros– confiesa que hace tres años, cuando ocurrió el incendio, ya no trabajaba allí. «Pero hubiera querido estar».
Por eso, luego de ser padre y abuelo de todos en Supertanqueros, regresó. Ahora mira cómo avanza la obra, «poco a poco», porque, aunque las canas le cubren el cabello, siente que debe «contribuir en lo que haga falta, en honor a quienes perdieron la vida allí».
Sobre los tanques
Ubicada en la zona industrial de la ciudad de Matanzas, en la Base de Supertanqueros prevalece el ajetreo constante por reconstruir los cuatro tanques que almacenarán combustibles, cada uno con capacidad de 50 000 metros cúbicos.
A diferencia del diseño original, los nuevos depósitos, que difieren en altura y diámetro, se distribuyen en dos explanadas separadas a una distancia de 110 metros. Comenta Héctor que esa amplitud busca evitar que, en caso de derrame, el combustible puede propagarse.
Además, se incorporó un sistema más efectivo como pararrayos modernos, diques de contención y sistemas mejorados contra incendios.
A base de pura habilidad, dice Héctor, soldadores y operarios de disímiles oficios conducen la construcción. «Y con la tecnología de punta que pusieron los chinos, todo será más funcional».
Justamente, tres de los tanques (49-1, 86 y 87) son construidos por una empresa del gigante asiático con experiencia en la fabricación de grandes depósitos. Según Héctor, los trabajadores comenzaron las acciones constructivas el pasado 18 de marzo, y están a tono con el cronograma, «sin ningún atraso».
«Una vez concluido el montaje del domo, seguirán con la prueba hidráulica, el tratamiento anticorrosivo, la prueba de flotabilidad de la membrana y, finalmente, la pintura del depósito».
El tanque 49-1 es el más avanzado. Se encuentra al 41 % del cronograma de ejecución, los otros dos están al 35 % y 32 %, respectivamente.
Wang Zhitao, gerente del proyecto por la parte china, comenta que antes de llegar a Cuba, el equipo se preparó rigurosamente: «conocimos la situación, preparamos los materiales y, desde el primer día, trabajamos con los cubanos. Se ha creado una buena relación de amistad», agrega.
El tanque cubano
Contemplado en la distancia, el tanque 88, «el cubano», es otro de los que guarda cierta similitud con un coliseo romano. Fue el primero en levantarse y, aunque presenta menor diámetro que los restantes, es ligeramente más alto.
Richard Daniel Martínez Sánchez, ingeniero industrial y director de la Dirección Integrada de Proyectos Supertanqueros, puntualiza que, si bien presenta retrasos la obra, «por problemas en la soldadura del depósito, el proceso constructivo se encuentra a más del 60 % ».
Detalla que, mientras se trabaja en el tratamiento anticorrosivo interior –«para luego confeccionar el domo»–, también se preensambla el sistema contra incendio, «tanto en los anillos de enfriamiento como en los de espuma».
Explica que hay días en que la jornada laboral se extiende más allá de las 7:00 p.m.; pero, «no importa, porque se adelanta. Para el primer semestre del próximo año el montaje de los cuatro tanques, que recuperarán la capacidad de almacenamiento de combustibles, deberá estar terminado».
Algunos datos
Se trabaja en proyectos como las interconexiones tecnológicas (tuberías por las que circulará el producto), la parte eléctrica y la automática, los sistemas contra incendios y en el redimensionamiento eléctrico de la instalación.
Prevén hacer un laboratorio y talleres de mantenimiento, el sistema de aterramiento para el montaje de torres activas de pararrayos fuera de los tanques, y la fabricación de una planta desalinizadora y una cisterna, así como una bomba de reposición de agua de mar.
La inversión comprende el cercado perimetral, sendas interiores y mejoras en otras áreas y sistemas de la Base que, una vez concluidas, permitirán ofrecer mayores garantías en el funcionamiento de la instalación.(Carmen Maturell Senon) (Ventura de Jesús)