Odalys Cerquera: una vida entre brazadas, retos y éxitos.

Odalys Cerquera Carpio ha tejido una historia marcada por la dedicación, el sacrificio y la pasión por el polo acuático.

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Vanguardia - Villa Clara - Cuba
«Me integré al combinado deportivo Mártires de Barbados como entrenadora de natación. Aunque inicialmente no había polo acuático, siempre supe que mi pasión estaba en este deporte», señala. (Foto: Anisbel Luis Reyes)
Anisbel Luis Reyes
Anisbel Luis Reyes
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11 Marzo 2025

Desde las aguas que la vieron crecer como atleta hasta las piscinas donde ahora forma a nuevas generaciones, Odalys Cerquera Carpio ha tejido una historia marcada por la dedicación, el sacrificio y la pasión por el polo acuático.

Su camino comenzó en la natación, pero encontró en este dinámico deporte un espacio para la conexión y el trabajo en equipo, elementos que hicieron de su trayectoria algo más que triunfos en campeonatos. «Éramos como una familia», recuerda con nostalgia. «Incluso hoy mantenemos contacto diario a través de un grupo de WhatsApp; la comunicación es algo que nunca perdimos».

En el equipo, compartió momentos únicos con compañeras como Yanet More Mena, Dayami Porra Fontes, María Caridad Pereira Sosa, Dania Rosa Sile Delgado, Arietis Concepción Castro, Odeime Medina, Yanelis White Gutiérrez, Darían Rodríguez Monteagudo y Barbara Salas López. «Fuimos un equipo muy unido, tanto dentro como fuera del agua», comenta.

(Foto: Cortesía de la entrevistada)

Pero no todo fueron victorias fáciles: las dificultades del período especial y las condiciones adversas de entrenamiento templaron su carácter y el de su equipo. «Había veces que viajábamos con lo justo, pero aun así disfrutábamos cada experiencia, como aquella liga nacional en la que, a pesar de las necesidades, nos las arreglábamos para reírnos juntas».

Sin embargo, cada golpe y cada sacrificio se compensaron con los lazos forjados, la disciplina aprendida y los valores que hoy continúa transmitiendo.

Odalys recuerda sus inicios en el polo acuático con claridad. «Comencé en natación a los seis años y estuve hasta los diecisiete, participando en eventos nacionales. Justo cuando estaba a punto de ingresar al equipo nacional, surgió la genial idea de incursionar en el polo acuático», relata.

Fue en 1989 cuando dio sus primeras brazadas en este nuevo deporte, enfrentándose a un reto técnico considerable. «Tenía mucha experiencia en natación, pero poca técnica en polo acuático. Aun así, obtuvimos el primer lugar en el campeonato nacional de ese año», añade con orgullo.

(Foto: Cortesía de la entrevistada)

La transición al polo acuático marcó una etapa decisiva en su vida. Durante su carrera como jugadora, participó en diez campeonatos nacionales, logrando el primer lugar en todos ellos, y fue seleccionada tres veces entre las siete mejores atletas del país. «Mi posición era atacadora retardada izquierda. No era la goleadora del equipo, mi fuerte era defender y organizar el juego», explica. Su trayectoria la llevó a competir en el primer Panamericano de esta disciplina en 1993, celebrado en Estados Unidos, donde obtuvieron el cuarto lugar.

Más allá de los éxitos deportivos, Odalys resalta la influencia de sus entrenadores y la unión de su equipo. «Tuvimos grandes mentores como Francisco Truebas y Carlos Méndez, quienes no solo nos entrenaron, sino que también nos inculcaron valores y principios que seguimos aplicando en nuestras vidas», afirma. Esa camaradería sigue viva a través de un grupo de WhatsApp que mantiene conectadas a las integrantes del equipo original, ahora dispersas por diversas partes del mundo.

Tras retirarse como atleta en 1997, Odalys decidió dedicarse a la formación de nuevos talentos. «Me integré al combinado deportivo Mártires de Barbados como entrenadora de natación. Aunque inicialmente no había polo acuático, siempre supe que mi pasión estaba en este deporte», señala.

(Foto: Cortesía de la entrevistada)

Su compromiso con la educación y el deporte la llevó a obtener una maestría en el 2013 y a participar en la misión deportiva cubana en Venezuela, donde tuvo la oportunidad de entrenar a un joven atleta con discapacidad que hoy forma parte del equipo nacional de ese país.

Sobre su decisión de cambiar de disciplina en su juventud, Odalys comenta: «La natación es un deporte muy completo, pero también muy monótono. Después de tantos años, el polo acuático me ofreció un desafío nuevo, más dinámico y divertido». Esa misma motivación es la que transmite ahora a sus alumnos, inspirándolos a enfrentar desafíos y a buscar siempre la excelencia.

Hoy, Odalys combina su vasta experiencia con su amor por el deporte, construyendo un legado en las nuevas generaciones de atletas. «El deporte no solo te forma físicamente, sino también como ser humano, estoy orgullosa de todo lo que he aprendido y de poder transmitirlo a mis estudiantes».

 

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