

En una entrevista que recientemente le hizo el colega Ariel Alejandro Niévares Luis para el diario Juventud Rebelde, el comisionado nacional Rolando Carlos Charró Estrada declaró que el triple salto desde hace varios años se ha convertido en la proa del atletismo cubano.
Coincido con esa apreciación, por eso no me sorprendió que para el XX Campeonato Mundial de Atletismo Bajo Techo, con asiento en Nankin, China, este fin de semana, la reducida delegación criolla estuviera conformada únicamente por tres exponentes de esa especialidad: Leyanis Pérez Hernández, Liadagmis Povea y Lázaro Martínez Santray, quien será el primero en entrar en acción mañana viernes 21 de marzo, en la jornada de apertura y el sábado 22 competirán las mujeres.
Desde el 5 de agosto de 1971, cuando el desaparecido pinareño Pedro Damián Pérez Dueñas (1952-2018) asombró al mundo en los Juegos Panamericanos de Cali, con el primer récord mundial de nuestro atletismo, al estirarse hasta los 17 metros y 40 centímetros, esta área ha dado tantos talentos que me atrevería afirmar que se puede hablar de una escuela cubana de triple salto, al extremo de ocurrir un hecho inédito como el de los Juegos Olímpicos de París, 2024, donde un trío oriundo de la mayor Isla del Caribe copó el podio representando a países diferentes: Jordan Alejandro Díaz Fortún (España), Pedro Pablo Pichardo Peralta (Portugal) y Andy Díaz Hernández (Italia).
Esta especialidad fue la última en aportar preseas en lides planetarias al aire libre con las conseguidas en 2023 por Lázaro Martínez (plata), Cristian Nápoles (bronce) y Leyanis Pérez (bronce).
También, aunque quedó por debajo de lo esperado, resultó la que más cerca estuvo del podio en el atletismo en la cita estival parisina, con la cuarta posición de Liadagmis Povea y un quinto escalón obtenido por Leyanis Pérez, llamada a subir al estrado de premiación en ausencia de la fuera de serie venezolana Yulimar Rojas.
En mundiales bajo techo, el triple salto aportó –sin incluir lo sucedido ayer- el último título del atletismo por intermedio de Lázaro Martínez en el 2022 e igualmente el único metal en la porfía del 2024, gracias a la presea de plata lograda por Leyanis Pérez.
A su paso por estos campeonatos los especialistas en la prueba de los tres brincos del Verde Caimán sumando los dos sexos acumulan 18 medallas, repartidas en 3 doradas, 8 de plata y 7 de bronce. Esto refiriéndonos a los pertenecientes a la Federación Cubana de Atletismo.
Cuatro veces Cuba ha situado a un par de triplistas en un mismo podio, en 1997 hicieron el uno-dos con Yoel García y Aliecer Urrutia, en tanto Ernesto Revé y Pedro Pablo Pichardo alcanzaron plata y bronce en Sopot, 2014, lo mismo que Jorge Reyna y Juan Miguel López, en Budapest 1989 y, Yoandris Betanzos y Arnie David Giralt en Doha, 2010.
En los 19 campeonatos escenificados antes de la presente versión, los nuestros se colgaron medallas en 13 de ellos y en el actual siglo han sido laureados en 9 de las 12 justas planetarias efectuadas.
El triple salto en mundiales en pista cubierta le ha deparado dos alegrones al atletismo villaclareño, el primero cuando en Budapest, 1989, Jorge Reyna se proclamó subcampeón al estirarse hasta 17 metros y 41 centímetros, para escoltar al favorito estadounidense Mike Conley, quien clavó los pinchos en 17,64 m.
No solo fue la primera presea de un villaclareño en estas confrontaciones, sino también la primera medalla individual de un deportista del territorio en cualquier cita universal.
El otro momento importante lo protagonizó el placeteño Aliecer Urrutia Delgado, quien días después de batir la primacía mundial en sala techada con una marca de 17,83, el 1ro de marzo de 1997, en Sindelfingen, Alemania, se agenció el metal de plata en París, donde fue aventajado por su compatriota Yoel García.