Al acecho del robo de combustible

Los bajos niveles de comercialización de diesel en los servicentros de Cimex en Villa Clara, demuestran que continúa la sustracción de ese recurso en entidades estatales.

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Idalia Vázquez Zerquera
Idalia Vázquez Zerquera
@IdaliaVzquez
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15 Marzo 2019

A pesar de los reiterados controles e inspecciones a entidades estatales para erradicar el robo de combustibles, las sustracciones continúan en Villa Clara y otros territorios del paí­s. Sin duda, un golpe para la economí­a cubana en momentos en que urge ahorrar al máximo el también denominado oro negro.

Según datos aportados por la Oficina Nacional para el Control y Uso Racional de la Energí­a (ONURE) del patio, en 2018 la provincia registró bajos í­ndices de comercialización de diesel en la red de servicentros de Cimex, en comparación con los 628 carros privados que poseen licencia operativa.

Ilustración de Martirena
(Ilustración: Martirena)

En ese perí­odo, el promedio de ventas mensuales en los mencionados establecimientos fue í­nfimo y actualmente alcanza un poco más de 1 litro por vehí­culo.

Este año el escenario resulta similar a la etapa precedente. Fisuras en el control del importante recurso son la causa principal de estos desmanes, que son aprovechadas por personas inescrupulosas para desviar el combustible asignado, venderlo en la bolsa negra y lucrar con lo que tanto le cuesta al Estado.

En 18 acciones de control a entidades de la economí­a y los servicios, 11 de ellas obtuvieron calificación de deficiente, lo que representa el 60 % de los centros visitados.

Asimismo, las afectaciones económicas estimadas en la provincia en el 2018 en las empresas inspeccionadas con resultados deficientes ascendieron a 17 546,80 pesos (CUC), y 6 436,52 pesos (CUP).

Para tener una idea de la magnitud del problema, en esa etapa, de los 305 despachos mensuales realizados a centros altos consumidores, algunos no justificaron el combustible faltante en dos meses o más.

¿Dificultades detectadas? Fallos en el control de las tarjetas magnéticas como está regulado, así­ como su falta de personalización de las mismas, incorrecto uso de los sistemas de gestión y control de flota (GPS) al no cumplir con lo establecido en los procedimientos aprobados, deficiencias en la normación de los í­ndices de consumo de combustible por equipo y un sobreuso del mismo por encima del 5 %.

Ante este dilema, en septiembre de 2018 el Consejo de Ministros aprobó   un conjunto de medidas, a fin de enfrentar este tipo de desfalco.

Las acciones comprenden la personalización de las tarjetas magnéticas por vehí­culos y por responsables, para que el control llegue hasta su consumidor final.

También, el análisis mensual de las operaciones asociadas a dicho tema en los consejos de dirección, con el propósito de elevar la exigencia en el cumplimiento de los mecanismos de control por parte de las administraciones, y un mayor rigor a la hora de imponer las medidas disciplinarias a quienes incurren en violaciones.

De igual forma, se aplica la reducción del 50 % del combustible destinado a las administraciones, entidades y directivos con auditorí­as, verificaciones fiscales, y acciones de control deficientes.

A ello se suman los planes de enfrentamiento al robo del preciado recurso que deben existir en cada instancia, así­ como el levantamiento de las tarjetas prepagadas de combustibles, y de las personas y vehí­culos a los que se les asigne.

Apremia reforzar el control para eliminar el uso indebido o hurto,  tarea  obligada de las direcciones y administraciones para terminar de una vez con este flagelo.

Vale también continuar apelando a la conciencia de cada cual, mucho más en momentos que el paí­s transita por una difí­cil coyuntura financiera.

Aplicar medidas más enérgicas con los infractores contribuirí­a a mitigar la situación, pues como comentó el ingeniero Jorge Dí­az Llanes, al frente del Departamento de Fiscalización de la ONURE en Villa Clara, son los propios directores y personal administrativo los responsables de hacer un uso eficiente de los portadores energéticos, y de evitar las sustracciones indebidas, al dejar brechas en el control, por donde se escapa el combustible.

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