En esta etapa de verano en que las precipitaciones son más recurrentes y las temperaturas se mantienen altas, es indispensable no bajar la guardia ante la proliferación del mosquito Aedes aegypti, agente trasmisor del dengue, la chikungunya, la fiebre amarilla y el zika.
De ahí que ante el incremento de focos del insecto y la incidencia de personas infectadas en Santa Clara y otros municipios, la participación de los villaclareños en la campaña antivectorial resulta imprescindible, a fin de evitar criaderos del vector, con la realización del autofocal en los envases destinados al almacenamiento del agua, además de su correcto lavado y tapado.
El indeseado insecto casi siempre convive con nosotros en el propio hogar, o en centros de trabajo, al acecho de cualquier descuido humano en tanques bajos u otros recipientes en desuso situados en patios sin la debida protección, donde el agua tiende a acumularse y se convierte en caldo de cultivo para su propagación.
A pesar de los constantes llamados de alerta y la cantidad de recursos invertidos una y otra vez en las campañas para erradicar su presencia, la percepción de riesgo en la población todavía resulta baja.
Recuerde que la picadura de la hembra infectada con algunos de estos virus en una persona sana, provoca síntomas parecidos a los de la gripe, como fiebre, dolores musculares, de cabeza, y detrás del glóbulo ocular, así como náuseas y vómitos. En tanto, el período de incubación es de cuatro a diez días.
En el caso de quienes presentan los síntomas antes descritos, es necesario su ingreso en el Centro de Aislamiento, para que el virus no se propague y reciban un tratamiento adecuado. No obstante, todavía hay quienes prefieren quedarse en casa, sin pensar en las posibles complicaciones que pudieran derivarse de esa acción.
Para reducir los índices de infestación y contar con una mejor situación higiénico-sanitaria, corresponde también un mayor actuar ante los problemas sanitarios que aquejan Santa Clara y otras cabeceras municipales, con la limpieza de fosas, la erradicación de microvetederos; lograr una estabilidad en la recogida de la basura, y combatir indisciplinas sociales, como el arrojo indiscriminado de basura a los ríos.
Requiere, además, que la población colabore con la fumigación intradomiciliaria que tiene lugar en las manzanas infestadas, donde es recurrente el número de casas cerradas. Solo así podremos ganar la batalla contra un enemigo común: el mosquito Aedes aegypti.