Obras inconclusas… ¿hasta las calendas griegas?

Se dilatan tanto en el tiempo que parecen nunca acabar…

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Caricatura sobre las obras sin terminar
(Ilustración: Alfredo Martirena)
Narciso Fernández Ramí­rez
Narciso Fernández Ramí­rez
@narfernandez
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14 Septiembre 2019

Hay obras constructivas cuya ejecución demora tanto en ser finalizadas, que parecen interminables y da la sensación de que concluirán en las calendas griegas, en alusión a esa frase latina que ha llegado a nuestros dí­as como sinónimo de nunca, pues, a diferencia de los romanos, los griegos no tení­an calendas.

Se convierten en verdaderas obras del siglo, y no necesariamente por la importancia, sino por el lapso entre su inicio y la terminación. En Villa Clara han existido varias de su tipo, y ahora está en el tope de la vox populi la ampliación de la Carretera Central, banda a Placetas, en el tramo comprendido desde la calle 5ta de la Vigí­a hasta la Circunvalación, una distancia de 1,4 kilómetros de extensión.

Igualmente, cual elefante dormido, en espera de mejores tiempos, se encuentra el llamado «Parque Chino », del Sandino. Esa extensión de terreno -de 45 214 m2, unas 4,5 hectáreas-, que debió ser un gran parque temático, devino un enorme hierbazal donde yacen sepultados millones de pesos en obras de cimentación realizadas para los sofisticados aparatos de diversión que nunca llegaron a montarse.

Aunque en ese espacioso lugar citadino no han faltado intentos posteriores para dotarlo de funcionabilidad, como el más reciente en el tiempo, cuando allí­ se concibió un complejo recreativo, cultural y de servicios con la participación de Pescavilla, Comercio y Gastronomí­a, CIMEX, TRD (hoy Tiendas Caribe), entre otras entidades del territorio, ambicioso proyecto que fue paralizado tras el paso del huracán Irma en septiembre de 2017.

En relación con la ampliación de la Carretera Central algunos malintencionados han llegado incluso hasta comparar su tiempo de terminación con el lapso que llevó construirla en su totalidad, entre los años 1927-1931, con una extensión de 1 139 kilómetros de largo. Otros han especulado que fue fruto del voluntarismo -no de una planificación sensata- y ha faltado dinero para terminarla.

Realmente, dicha ampliación se ha dilatado más de lo previsto, pues inició en abril de 2017 y llegado el último cuatrimestre de 2019 aún no ha finalizado.

Pero también es cierto que se han presentado contratiempos e imprevistos con las redes soterradas de acueducto y alcantarillado lo que ha llevado obligado a aplicar variantes de solución no planificadas. A ello se suman los meses de paralización tras el paso de «Irma » y luego de la tormenta subtropical Alberto, eventos de la naturaleza que obligaron a mover hombres y recursos hacia los lugares afectados.

Ahora, cuando ya se avizora la luz a la salida de túnel; o sea, la casi terminación de la obra, en el rango del 70 %, la carencia de combustible y la no existencia de la mezcla asfáltica indispensable para darle los toques finales al tramo que va desde la Circunvalación hasta la rotonda de la Doble Ví­a, vuelven a dilatar su conclusión.

Para los vecinos aledaños, la necesaria ampliación a cuatro ví­as de la Carretera Central   ha traí­do inconvenientes adicionales, pues las rutas de guaguas han tenido que ser desviadas, con las consabidas molestias.

Pero, al tiempo, muchos de ellos han visto mejoras en el abasto de agua, en el drenaje pluvial y en la colección de los residuales, los cuales antes iban a parar a las cunetas. Además, con el beneficio adicional de contar con aceras, contenes y badenes, que realzan la urbanización de la zona.

Afirma Pedro Julio González León, director del Centro Provincial de Vialidad, que nunca en estos dos años y cuatro meses ha faltado el presupuesto: «Fue una obra pensada, planificada e incluida en el plan de la economí­a, con un valor aproximado de 3,3 millones de pesos. Cierto, quedan cosas por hacer, incluido fundir 114 m3 de hormigón para las losas de la rotonda frente a la secundaria básica Fe del Valle, pero cada dí­a hacemos un chequeo a pie de obra para impulsarla y llevarla a su más pronta terminación, aunque por la limitaciones de recursos, no podamos dar una fecha fija ».

Lamentablemente, y no serí­a justo dejar de mencionarlo, en todas estas obras dilatadas en el tiempo pesan mucho también las causas objetivas, aquellas propias de una economí­a subdesarrollada y atenazada por el bloqueo.

El pasado lunes 9 de septiembre, el presidente cubano Miguel Dí­az-Canel abordó el tema de la vialidad, reconoció las afectaciones que ha tenido el programa a nivel de paí­s y llamó a seguir avanzando en este frente, con la búsqueda de fórmulas locales: «Lo que no podemos es quedarnos quietos »

Con ese espí­ritu revolucionario, a pesar de las limitaciones actuales, habrá que seguir trabajando, para así­ evitar que en verdad nos cojan las calendas griegas.

 

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