Han transcurrido tres años desde su partida física. Otra vez nos congregamos para homenajearlo. Ningún cubano agradecido se quedó encerrado en su casa. Todos salieron y seguirán saliendo a profesarle el merecido respeto a un hombre que es caudal de sentimientos compartidos.
Fidel es pueblo. Todos somos Fidel. Yo soy Fidel. Frases nacidas desde el dolor de saberlo muerto, pero no desaparecido, son convertidas en símbolo. Fidel vive cada día más. En los niños que retozan. En los adolescentes que estudian. En los jóvenes que bailan. En las mujeres y los hombres que trabajan. Hasta en los que, a pesar de los achaques, tienen una vejez privilegiada.
En Villa Clara acontecen jornadas de recordación al líder indiscutible de la Revolución. No han faltado galas, exposiciones gráficas ni conversatorios. Cada espacio ha sido oportuno para afianzar el compromiso con él. Con su legado. Desde la cultura, en sus distintas manifestaciones, los nacidos en esta provincia han podido expresar cuánto lo extrañamos.
Quiso el curso de la historia convertir el 25 de noviembre en fecha de coincidencias. Ese día, pero en 1956, Fidel zarpó en el Granma para iniciar en Cuba la lucha armada. Nadie podía suponer que 60 años después, cumplidos sus 90 agostos, el viaje continuaría hacia la inmortalidad.
Han transcurrido tres años desde su partida física. Otra vez el Granma zarpa y nos guía para nuevas luchas. Ahora son los más jóvenes quienes llevan las riendas. Tenemos como presidente de la República a un hombre a quien el propio Fidel abrazó en la Plaza de la Revolución santaclareña, al amparo del Che, como firme convicción de que la obra revolucionaria estaría en manos seguras.
Somos continuidad. Somos Cuba. Porque Fidel nos dio un 2 de diciembre, Día del Desembarco del Granma y de las Fuerzas Armadas. Ese día de 1979 estuvo en Santa Clara, junto a Raúl y Almeida. En la inauguración de la textilera dijo: «Es un magnífico, yo diría que un insuperable ejemplo de lo que es capaz nuestro pueblo, de lo que son capaces nuestros obreros. ¡Con qué orgullo, con qué alegría habría recibido el Che una noticia como esta! ».
También nos dio un 3 y un 5 de diciembre. Día de la Medicina Latinoamericana y del Constructor, respectivamente. En varias oportunidades Fidel les dedicó discursos a ambos sectores. Por eso, en fechas como estas son miles los que recuerdan al Comandante en Jefe con total vitalidad. Cada palabra suya cobra vigencia por estos días. Todos, absolutamente todos los cubanos nos sentimos agradecidos por la obra que nos legó.