
Con la sesión solemne del sábado 11 de enero, quedó extinguida la Asamblea Provincial del Poder Popular (APPP), luego de 43 años conduciendo los destinos gubernamentales de Villa Clara, un proceso que será simultáneo en todo el país.

El lugar escogido para cesar sus funciones y reconocer a quienes por años se han desempeñado en tales funciones fue el emblemático teatro La Caridad, el coliseo más importante de la provincia, que tantas veces acogió sus sesiones y testigo de la adopción de importantes acuerdos de ese órgano de gobierno.
Su desaparición, junto a la del Consejo de Administración Provincial (CAP), estuvo condicionada por el proceso de perfeccionamiento de la democracia socialista que lleva adelante el país, a partir de lo aprobado en la Constitución de la República, puesta en vigor el 19 de abril del pasado año, y será sustituida por un Gobierno Provincial del Poder Popular, conformado por el Gobernador y un Consejo Provincial.
De acuerdo con el artículo 171 de la Constitución, dicho Gobierno Provincial del Poder Popular «representa al Estado y tiene como misión fundamental el desarrollo económico y social de su territorio, conforme a los objetivos generales del país, y actúa como coordinador entre las estructuras centrales del Estado y los municipios, para lo cual contribuye a la armonización de los intereses propios de la provincia y sus municipios, y ejerce las atribuciones y funciones reconocidas en la propia Constitución y las leyes ».
Aclara la propia Ley de Leyes que el Gobierno Provincial del Poder Popular, en el ejercicio de sus funciones y atribuciones, no puede asumir ni interferir en las que, por la Constitución y las leyes, se les confieren a los órganos municipales del Poder Popular.
En tanto, el Consejo Provincial es presidido por el gobernador e integrado por el vicegobernador, los presidentes y vicepresidentes de las asambleas locales del Poder Popular correspondientes y los intendentes municipales.
La disolución de la APPP no significa la pérdida del control del pueblo a los problemas gubernamentales. Al contrario, con el Gobierno Provincial del Poder Popular que le sucede, dicha fiscalización será más directa y transparente, ya que las figuras públicas de gobernador, vicegobernador, intendentes, y presidentes y vicepresidentes de los gobiernos locales seguirán debiéndose al pueblo, pues la soberanía, por mandato constitucional, según su artículo 3, «reside intransferiblemente en el pueblo, del cual dimana todo el poder del Estado ».
Una vez extinguida la APPP, por cronograma constitucional corresponde otro proceso inédito: la elección del gobernador y del vicegobernador, prevista para el venidero sábado 18 de enero. Se trata de una práctica desconocida por nuestra ciudadanía, que traerá como resultado un salto cualitativo en el sistema gubernamental del país, tal y como se ha venido explicando.
Dichos cambios resultan necesarios para el perfeccionamiento que en todos los órdenes lleva adelante Cuba, y que aun en medio de las complejidades existentes no se detiene.
Fidel Castro, en el libro Un grano de maíz: Conversación con Tomás Borge (1992), definió el concepto de democracia por el cual nos hemos guiado y continuaremos guiándonos, ahora cuando dicha democracia está en fase de mejoramiento:
«La democracia para mí significa que los gobiernos, primero estén íntimamente vinculados con el pueblo, emerjan del pueblo, tengan el apoyo del pueblo, y se consagren enteramente a trabajar y a luchar por el pueblo y por los intereses del pueblo. Para mí democracia implica la defensa de los derechos de los ciudadanos, entre ellos, el derecho a la independencia, el derecho a la libertad, el derecho a la dignidad nacional, el derecho al honor; para mí democracia significa la fraternidad entre los hombres, la igualdad verdadera entre los hombres, la igualdad de oportunidades para todos los hombres, para cada ser humano que nazca, para cada inteligencia que exista ».