De cara a todos los huracanes

Vivimos tiempos difíciles, de altos precios y escaseces, de especulación y enriquecimiento desmedido, de éxodo creciente. Son momentos duros para el país, un archipiélago también repleto de gente comprometida, laboriosa y dispuesta a darlo todo por el proyecto socialista cubano.

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Narciso Fernández Ramí­rez
Narciso Fernández Ramí­rez
@narfernandez
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25 Mayo 2023
Ilustración de Martirena sobre Pleno del PCC
(Ilustración: Martirena)

Vivimos tiempos difíciles, de altos precios y escaseces, de especulación y enriquecimiento desmedido, de éxodo creciente. Son momentos duros para el país, un archipiélago también repleto de gente comprometida, laboriosa y dispuesta a darlo todo por el proyecto socialista cubano, en el cual cree la mayoría del pueblo humilde y trabajador, y lo considera la única alternativa posible para seguir adelante y salvar la obra de humanismo y entrega iniciada con la alborada del 1.o de enero de 1959.

Hace apenas unas horas, el 6.o Pleno del Comité Central del Partido evaluó cada uno de esos sinsabores. Sin edulcorar ni matizar la realidad que vivimos, pero tampoco con la visión apocalíptica con que nuestros enemigos nos miran y dibujan en las redes sociales y sus numerosas vías de la (des)información.

En la mira estuvo el análisis crítico de los Lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución aprobados en el 6.o Congreso, perfeccionados en el 7.o y reajustados en el 8.o; en un afán de atemperarlos a cada momento y dar por cumplidos algunos, enjuiciar críticamente otros e incorporar nuevos.

Se llegó al Pleno luego de su discusión en más de 48 000 núcleos del Partido y con el aporte de 1214 tipos de señalamientos. Basta significar que en diez de dichos Lineamientos, relacionados esencialmente con la realidad económica y social actual y el papel del Partido en su implementación, fueron hechos más de 90 000 planteamientos, con una mirada introspectiva calificada de autocrítica.

También, los miembros del Comité Central del Partido, de su Secretariado y Buró Político, así como invitados al Pleno, discutieron y aprobaron el «Código de ética de los cuadros de la Revolución cubana». Un documento que resalta y define «valores fundamentales como el patriotismo, el antimperialismo, la fidelidad, honestidad, honor, disciplina, altruismo, solidaridad, profesionalidad, humanismo, colaboración, probidad, responsabilidad, transparencia y austeridad», tal y como refiere el sitio oficial del Partido Comunista de Cuba.

Igualmente, como parte de la democracia participativa que propicia la organización de vanguardia, dicho Código de ética tuvo una amplia consulta, que superó las 5000 opiniones; de ellas, más de 3000 fueron favorables y cerca de 2000 estuvieron encaminadas a su perfeccionamiento.

A partir de su aprobación, deberá ser instrumentado y asumido de manera consustancial en la actuación diaria de quienes tienen el deber de cumplirlo, lo cual va más allá de su firma formal en un acto igual de formal, como ha sucedido no pocas veces con sus predecesores.

No faltó en el enjuiciamiento autocrítico realizado en dicha reunión partidista la valoración del funcionamiento del Buró Político en este período, que centró su evaluación en la implementación de las ideas, conceptos y directrices derivados del 8.o Congreso, con énfasis en las medidas económicas, sociales, políticas e ideológicas para enfrentar la situación actual del país y las acciones de prevención y enfrentamiento a la corrupción, el delito, las ilegalidades e indisciplinas sociales.

El informe presentado reconoció las complejidades del momento —marcadas por las dificultades socioeconómicas, los efectos del bloqueo recrudecido de Estados Unidos, así como por la crisis económica global, agravada por el conflicto entre Rusia y Ucrania— y también hizo notar la necesidad de avanzar con más dinamismo, desterrar la inercia y el burocratismo, quitar trabas y eliminar la autocomplacencia.

Al respecto, se llamó a potenciar el concepto de resistencia creativa, buscar salidas diferentes e innovadoras a los problemas y romper el cerco económico impuesto por Estados Unidos a Cuba con nuestras propias fuerzas y potencialidades, siempre con la firme convicción de Fidel en la victoria y el principio del «Sí se puede» de Raúl, unido a la voluntad inquebrantable de la generación de la continuidad, encabezada por Díaz-Canel, actual primer secretario del Comité Central y presidente de la República, quien dirigió cada una de las discusiones del pleno partidista.

Quedó claro que existe conciencia de los problemas y se buscan fórmulas para resolverlos, pero también se evidenció que, las medidas aplicadas no han sido efectivas, ni tampoco las leyes aprobadas han dado los frutos esperados en su instrumentación.

Abunda la desobediencia ciudadana, existe impunidad en muchos casos y no se pone freno a los precios abusivos, a esos depredadores del bolsillo de Liborio, tal y como afirmó la contralora general de la República, Gladys Bejerano Portela, en una de las intervenciones más diáfanas de las tantas que allí fueron expresadas, pues hay que reconocer que no hubo autocomplacencia en ninguna.

No se trata, sin embargo, de dar un cúmulo de explicaciones, la mayoría de las veces vacuas, sino de proteger de verdad, y con mucho amor, a los menos remunerados, a los abuelitos, a la familia, a tanta gente buena y honrada que espera por el bienestar de esta nación digna, orgullosos del humanismo que nos legó Fidel.

El primer secretario del Comité Central, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al resumir el 6.o Pleno reconoció las dificultades que atraviesa el país. De ahí —afirmó— el enorme reto que tenemos todos, como Partido y como Gobierno, de orientar con urgencia nuestro trabajo hacia salir de la compleja situación en lo económico y social, con un aseguramiento político integral y exigente desde el Partido, que estimule la comprensión y la participación del pueblo, fortalezca la unidad, levante la esperanza, provoque el perfeccionamiento del funcionamiento de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y propicie una gestión ágil y efectiva del Gobierno, desde el nivel local hasta la nación.

«Que cada uno haga lo que le corresponde, alentando, motivando y demostrando que sí se puede», reclamó Díaz-Canel. También se acordó realizar la II Conferencia Nacional del partido para el mes de octubre del presente año.

Esta semana el Consejo de Estado adoptó varios acuerdos que favorecen e interesan a la población, y este jueves se reúne la Asamblea Nacional del Poder en su X legislatura, en una sesión extraordinaria que deberá aprobar la Ley de Comunicación Social.

Son retos de estos tiempos nada fáciles. Nos toca desafiarlos y enfrentarlos de frente, de cara a todos los huracanes, como diría el título de una hermosa novela de la época soviética. Y ese empeño será bajo la guía certera del Partido.

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