Por más besos de amor en nuestro calendario

Cuando la preocupación de las familias gire en torno a que los niños crezcan en un ambiente de respeto; cuando diferente no sea sinónimo de incorrecto; cuando los besos simbolicen amor, afecto y no odio o desdén, entonces estaremos en el camino hacia una sociedad más inclusiva.  

Compartir

Calendario
Chábeli Rodríguez García
Chábeli Rodríguez García
427
27 Mayo 2023

En la historia de la humanidad los besos son una de las principales muestras de amor que alguien puede proporcionar. Así lo han reflejado el cine, la televisión y la fotografía. Muchos besos han marcado pauta por transgresores, excéntricos o, simplemente, por ser hermosos.

Uno de los más icónicos registrados por la fotografía ocurrió entre un marinero y una enfermera, en el Times Square de Nueva York, al finalizar la Segunda Guerra Mundial. En el cine, por su parte, el beso entre Clark Gable y Vivien Leigh en la película Lo que el viento se llevó también gozó de gran popularidad. El año pasado, el beso lésbico en el filme animado Lightyear creó una polémica tan grande que le valió su prohibición en varios países.

A escala nacional y en el año en curso, un beso ha sido el móvil de múltiples debates —agresivos y radicalistas en su mayoría— en las redes sociales. Sí, el beso de Sofía y Natalia, dos de los personajes de la serie cubana Calendario.

Comentarios insultantes que van desde catalogar de inmoral el mencionado audiovisual, hasta frases como «esas muchachitas apretaron», «lo del beso está fuerte» o «han destruido los valores por los que lucharon nuestros antepasados», evidencian que todavía hoy las relaciones homoafectivas provocan críticas y resquemores en nuestra sociedad; relaciones que, dicho sea de paso, no buscan «inducir» a nadie hacia determinadas conductas, sino que parten del derecho y la capacidad de elección del ser humano.

Pese a algunos desaciertos dramatúrgicos de Calendario —las historias forzadas, los clichés, las actuaciones no tan convincentes—, uno de sus méritos principales desde la primera temporada ha sido reflejar la sociedad cubana actual sin tapujos ni prejuicios. Lo alarmante, sin embargo, resulta que de tantos males sociales existentes en la Cuba de hoy, la audiencia haya centrado sus críticas y espanto en un simple beso.

Desde los medios de prensa alertaremos incansablemente sobre estos prejuicios, los cuales constituyen un freno hacia la sociedad inclusiva que queremos construir. La mayoría del pueblo cubano —para ser exactos, el 66.85 % de los electores— aprobó hace pocos meses el nuevo Código de las Familias, una legislación que en sus artículos evidencia los derechos de personas marginadas durante años y que, entre otros aspectos, reconoce el matrimonio igualitario entre personas del mismo sexo.

Serie televisiva Calendario.
(Foto: Tomada de Internet)

En este contexto, los prejuicios homofóbicos ocupan el último escaño en la escalera de las sociedades retrógradas y machistas. 

La aceptación de las relaciones homoafectivas va más allá de creencias religiosas o tabúes socioculturales. Su base está en el respeto a la decisión que cada quien tiene sobre su sexualidad —y que no debería alarmar a nadie—; respeto a las personas sin distinción de razas, sexo o nivel social; respeto como norma de convivencia imprescindible en cualquier sistema social.

Aunque si de alarmas y escándalos hablamos, en la propia serie Calendario coinciden varias historias que resultan, cuando menos, preocupantes:

Un adolescente crea un concurso con niñas de su edad, en el cual estas deben grabarse mientras bailan sensualmente, con poca ropa, una canción del momento, a cambio de una recarga del saldo de su móvil. Luego, el muchacho comparte estos videos con otros varones —de cualquier edad—, a cambio, igualmente, de recargas.

Dos padres, a raíz de la pérdida de su hijo menor, abandonan al mayor, de aproximadamente 16 años. La madre deja la casa y el padre cae en una profunda depresión. Le toca entonces a un adolescente herido por la pena ocuparse de su padre y de la casa. La carga del cambio de roles obliga a Leo a abandonar el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas (IPVCE), cambiarse a un preuniversitario, y lo impulsa, además, por el camino de las drogas. La desesperación por el dinero y la dependencia de estas sustancias aumentan cada vez más. Sin embargo, nadie en su familia lo percibe.

Estos temas y otros, como el maltrato físico a menores de edad, la prostitución infantil, la pedofilia, la violencia de género, la explotación y el acoso, quedan en un segundo plano ante gran parte de la audiencia de Calendario, que rechaza un beso como muestra de amor, a la par que normaliza males sociales más graves y denigrantes.

No obstante, pocos parecen percatarse del avance que implica la proyección del beso entre Natalia y Sofía en la televisión nacional. Si antiguamente la censura de estas escenas resultaba común y cotidiana, hoy los audiovisuales cubanos las muestran sin temor. Y esto habla mucho de los progresos de nuestra sociedad en materia de inclusión, a pesar de que persistan escrúpulos homofóbicos y retrógrados.

Pero, si el beso encendió las alarmas de muchos por «explícito», la escena de sexo del capítulo trasmitido el domingo (debe especificarse el domingo, pues no fue el pasado) entre las dos muchachas fue la gota que colmó la copa. En las redes sociales, los comentarios centraron su atención en el horario del espacio y la presencia de niños en ese momento, alegando que Calendario «incitaba» y «confundía» a pequeños y jóvenes en cuanto a su orientación sexual.

Si los niños permanecen despiertos hasta altas horas de la noche, es única y exclusivamente responsabilidad de su familia y de la educación que le brindan. Por otro lado, la orientación sexual de un adolescente o joven no se impone ni se induce, sino que parte de su discernimiento y capacidad de elección.

Cuando la preocupación de las familias gire en torno a que sus hijos crezcan en un ambiente de paz, tolerancia y respeto, a que tengan una educación basada en la aceptación de la diversidad y no en el rechazo de esta; cuando diferente no sea sinónimo de incorrecto, y los besos solo simbolicen amor y afecto, y no odio o desdén, entonces estaremos en el camino correcto hacia una sociedad más inclusiva. 

Comentar

el tunero

Lunes, 12 Junio 2023 15:03

un tema que muchos le temen,pero no solo el tema si no tu belleza ha a muchos comentar algo felicidades chábeli.

Juan ...

Domingo, 11 Junio 2023 23:44

Realmente me siento incómodo por ser de los pocos que opinan aquí y le hacen visibles los comentarios.

Si tienen razones y argumentos para no hacer visible lo que he escrito anteriormente sólo les pido que hagan llegar mis comentarios a los que tengan la autoridad y verguenza para que en nuestra provincia no sigan sucediendo estas situaciones con los ancianos.

Yusuan

Miércoles, 07 Junio 2023 14:59

Tengo mi opinión personal de este tema, y no me considero homofóbico ni mucho menos exclusivo pero es que el tema de la inclusión ya esta rebazando fronteras y no se hasta donde vaya a parar. En los sistemas educativos de muchos países ya se quiere incluir en la enseñanza que a parte de hombre y mujer, existen otros géneros, pero no solo eso, ya quieren cambiar el idioma español por el feminismo y asi muchas otras ideas descabezadas que están surgiendo. Realmente hemos perdido el concepto de lo que está bien y lo que esta mal, ahí esta el problema.
saludos