Basura plástica, asunto pendiente

El manejo incorrecto de los residuos plásticos resulta una de las problemáticas ambientales que impone implementar acciones que conduzcan a estilos de vida más limpios y ecológicos, y avanzar hacia la economía circular.

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Idalia Vázquez Zerquera
Idalia Vázquez Zerquera
@IdaliaVzquez
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09 Junio 2023

En la era del plástico, Cuba no escapa a su impacto negativo sobre el entorno, al generalizarse su uso en cualquier actividad de nuestra vida cotidiana y desecharse con facilidad; se trata de una problemática que afecta el medioambiente, pues por su composición química y lenta degradación, provoca la contaminación de los suelos.

(Ilustración: Alfredo Martirena)

En Villa Clara, como en todo el país, aun cuando se trazan estrategias para minimizar los efectos nocivos, el tema mantiene ocupadas a las autoridades y especialistas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), quienes buscan promover el manejo eficiente de estos residuos que son vertidos de manera indiscriminada a los ríos Bélico y Cubanicay, de Santa Clara. Esta situación atenta contra las aspiraciones de devolverle a la urbe la pulcritud que siempre la caracterizó.

Las consecuencias son preocupantes; en tiempos de lluvias crece el caudal de estas fuentes hidrográficas y aparecen cientos de envases que, como islas flotantes, provocan inundaciones en zonas bajas. Asimismo, las irregularidades en la recogida de desechos sólidos, consecuencia, en gran medida, de las actuales limitaciones con el combustible y el transporte, complican esta situación.

Aplaudo la iniciativa del Citma de incorporar a la campaña por la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente el lema «Sin contaminación por plástico», a fin de difundir buenas prácticas sobre su manejo, si tomamos en cuenta que a nivel mundial se producen más de 400 millones de toneladas de plástico anuales, y menos del 10 % es reciclado.

Sobre esta problemática falta mucho por proyectar, hacer y lograr, y la industria del reciclaje tiene un alto protagonismo en la captación de plástico desechado. Aquí, tras un proceso de lavado, secado y molido, la viruta obtenida se emplea en la producción de madera plástica, mangueras y conexiones hidráulicas, entre otros artículos, con ingresos nada despreciables, conseguidos a través de su venta en fronteras y en el mercado externo. También, se impone avanzar en la economía circular para cerrar ciclos productivos.

En el mundo también causan estragos los microplásticos de menos de cinco milímetros asentados en el fondo del mar, dado que se incorporan al tejido de la fauna marina y, más tarde, a la cadena alimenticia, con las consiguientes afectaciones sobre la salud humana. De ahí que, a escala global, se estudien soluciones que permitan abordar este fenómeno.

Sobre los plásticos de un solo uso, que pasan poco tiempo en nuestras manos ─según estadísticas, entre 8 y 10 minutos─, demoran entre 400 y 1000 años en degradarse, una problemática que ha sido calificada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como uno de los desafíos ambientales más grandes que enfrenta la humanidad.

Ante este escenario, se impone aunar esfuerzos e implementar acciones que, a corto, mediano y largo plazo, conduzcan a estilos de vida más limpios y ecológicos, y trabajar con las nuevas generaciones para crear una cultura del reciclaje desde edades tempranas.

Se trata de hacer un mejor manejo de los plásticos residuales e incentivar la innovación para reciclarlos y reutilizarlos, a través de una mayor eficiencia en los sistemas productivos y de los servicios, donde todos apostemos por un entorno saludable.     

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