Locales en desuso, una solución al problema de la vivienda

Convertir en casas inmuebles de organismos que permanecen cerrados constituye una solución viable para paliar el problema de la vivienda en Villa Clara.

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Idalia Vázquez Zerquera
Idalia Vázquez Zerquera
@IdaliaVzquez
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21 Junio 2023

En momentos en que se impone avanzar en la ejecución de viviendas para damnificados por eventos meteorológicos, familias con descendencia múltiple, casos sociales y trabajadores con necesidades habitacionales, la conversión de locales en desuso en casas resulta una alternativa para dar respuesta a demandas insatisfechas.  

(Ilustración:Alfredo Martirena)

Años atrás, cuando el país se encontraba en una situación más favorable, y la gran industria garantizaba el cemento y el acero para la ejecución de las viviendas planificadas en el programa constructivo, las proyecciones de crecimiento de Santa Clara ocupaban el reparto Brisas del Oeste, en el consejo popular José Martí.

En aquella etapa se erigieron edificios multifamiliares y biplantas acompañados de la correspondiente urbanización ─se edificaron consultorios médicos, farmacias, centros estudiantiles y comerciales, entre otras instalaciones necesarias─, con el objetivo de que sus moradores no tuvieran que trasladarse al centro de la ciudad para recibir estos servicios.

Con el paso del tiempo, las dificultades de un contexto caracterizado por el déficit de materiales constructivos y de combustible, y limitaciones con el transporte, obligan a buscar soluciones hacia el interior de la ciudad.

Contar con tendido eléctrico y telefónico a la mano, así como con viales y redes del acueducto y alcantarillado, constituye una fortaleza para proceder al cambio de uso de edificaciones subutilizadas, ya sea para entregarlas como viviendas a los propios trabajadores del sector al que pertenecían los inmuebles o para familias urgidas de un techo propio.

Aun cuando la iniciativa ha prendido en algunas entidades estatales, otras mantienen cerrados los locales bajo su jurisdicción, por tiempo indefinido, con el consiguiente deterioro de paredes y cubiertas, sin que hasta ahora se tome una decisión al respecto.

En Santa Clara, una de las edificaciones que muestran un alarmante estado de dejadez y abandono se encuentra situada en la concurrida calle Maceo, entre Martí e Independencia, una cuadra del Boulevard. Años atrás, allí se pensó abrir una oficina comercial de la Empresa Eléctrica, pues se trata de un área ideal por su extensión y por localizarse en un lugar céntrico para la prestación de servicios a la población. Sin embargo, por una razón u otra el proyecto se engavetó, y hoy sólo se divisan los despojos de lo que fue un gran local.

¿Cuántas viviendas pudieran erigirse en estos espacios en tiempos en que urge avanzar en la construcción de moradas para los trabajadores, a fin de elevar su calidad de vida y evitar su éxodo hacia otros sectores más atractivos?

También, el otrora parquecito situado en la intersección de las calles Martí y Juan Bruno Zayas, en la capital villaclareña, donde tiempo atrás radicara un kiosco para la venta de especias, tras su cierre definitivo y por permanecer abierta la reja que ofrecía protección al lugar, ha dado paso a un basurero. 

En la calle San Rafael, en la barriada de Dobarganes, un punto de venta que en otro momento se dedicaba al expendio de embutidos, pastas, bebidas, refrescos y otros artículos de primera necesidad, un buen día fue clausurado, y no se tienen noticias de cuál será su destino.

Encontramos, asimismo, ruinas de edificios con valor patrimonial, como los situados en las esquinas que conforman las calles Luis Estévez y Julio Jover, y Marta Abreu y Juan Bruno Zayas, a pocos metros del parque Vidal, los cuales continúan a la espera de su rescate para darle una nueva funcionalidad. Las actuales condiciones en que se encuentran atentan contra la estética citadina. 

Serían innumerables los ejemplos de espacios que, sólo en Santa Clara, pudieran dar paso a células básicas habitacionales para satisfacer, poco a poco, la demanda creciente de viviendas, aunque algunos de ellos estén reservados para otros proyectos cuando las condiciones lo permitan. 

Entonces, habrá que pasar revista a aquellos locales que hoy continúan clausurados, en busca de una solución viable para ayudar a resolver una de las problemáticas más acuciantes que afectan a nuestra sociedad y, por su impacto sobre la calidad de vida del pueblo, reclaman acciones a más corto plazo.

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Leo

Martes, 27 Junio 2023 10:08

Buen trabajo y es verdad la ciudad debe crecer hacia dentro en los lugares posibles y tambien hacia arriba para que sea mejor el uso del espacio. Pienso que si se hacen edificios, lo mas alto posible segun la realidad de hoy y se utilizan las primeras plantas para servicios de todo tipo a los ciudadanos, nuestra ciudad seria mas eficaz y ahorrariamos recursos tan necesarios en estos tiempos,