En la primera aula y ante 28 adolescentes que cursan el onceno grado, Daniela realiza un esfuerzo extraordinario. Más allá de cumplir con las horas clases establecidas en el contrato, intenta mostrar a sus alumnos las complejidades de la gramática y la realidad de los primeros años del convulso siglo xx, expuesta en obras de teatro y novelas clásicas de la literatura universal.
Hace seis meses encontró en la tiza y el borrador otra vía de ingreso económico para cumplir los anhelos de independencia de una recién graduada. Anda siempre agitada con tal de cumplir en los dos trabajos y las prolongadas ojeras en su rostro evidencian que le debe horas a la cama. Dedica las madrugadas a preparar las clases porque a pesar de ser una avezada en temas literarios y conocer de memoria obras de Balzac, Kafka, Rubén Darío, García Lorca, Neruda y Martí, sus estudios universitarios presentan escasas similitudes con la labor pedagógica.
En ese mismo pasillo Orestes Rangel imparte la asignatura de Cultura Política. Fue el profesor de Daniela y el de numerosos profesionales y obreros, esparcidos hoy en los diferentes municipios villaclareños, e incluso, más allá de las fronteras provinciales y nacionales. Al aula no lleva el plan de clases y sus disertaciones dejan asombrados a los estudiantes, quienes lo consideran una «ilustre enciclopedia». Nunca imaginó que dedicaría 60 años de su vida al magisterio, sin embargo, las cuentas matemáticas de un hogar donde solo entraba el dinero de dos jubilaciones y la pasión de enseñar a los demás, motivaron su reincorporación hace 10 años.
Recién graduados y jubilados como Daniela y Rangel, salvan del abismo y oxigenan a un sector envejecido en Villa Clara que lleva años padeciendo la salida del personal y la escasez en la formación de nuevos profesionales. Cerca del 20% de los recursos humanos de educación en la provincia peinan canas y sobrepasan los 50 años. En el presente curso solo se incorporaron 515 egresados y regresaron al magisterio 1363 trabajadores, de ellos, 1010 jubilados y apenas 353 personas desvinculadas.
El éxodo de pedagogos a otros sectores, principalmente al privado, es un fantasma histórico que asecha a la educación en Villa Clara donde diversas alternativas garantizan el aprendizaje y la enseñanza de los contenidos de acuerdo a los niveles educativos. En el período lectivo, que casi concluye, 80 docentes en formación están frente a las aulas y 650 profesionales imparten lecciones a través de contratos por horas clases.
Por otra parte, el incremento de la carga educativa y de la relación docente-niño constituyen otras opciones efectivas, las cuales permiten que las estadísticas del departamento de Recursos Humanos de la Dirección Provincial de Villa Clara no muestren la existencia de un déficit de trabajadores. Cada niño, niña y adolescente recibe los contenidos previstos en las diferentes asignaturas, sin embargo, las siguientes interrogantes hacen saltar las alarmas: ¿Todo el personal que se encuentra hoy frente a las aulas está altamente calificado para ejercer el magisterio? o ¿Reciben siempre los estudiantes villaclareños una clase con calidad de la cual aprendan?
En septiembre comenzará el nuevo curso escolar y el sector pronostica fortalecer la fuerza laboral con la asociación de más de 800 egresados, cifra que no logrará suplir la plantilla de los 1675 trabajadores que tienen planificada su jubilación. De estos posibles graduados, 106 ultiman la preparación en la enseñanza superior y no se incorporarán a su ubicación laboral hasta febrero de 2024. Durante cinco meses los trabajadores de los centros educativos que recibirán a los jóvenes deberán asumir la carga docente y cubrir las plazas habilitadas para ellos.
Otra vez el profesional que no renuncia a la noble tarea de enseñar sufre las consecuencias de situaciones complejas y debe multiplicarse, e incluso teletransportarse, para cumplir con el sagrado deber del magisterio. Otra vez la educación villaclareña tendrá que recurrir a las famosas alternativas, a la disposición de jóvenes como Daniela y a la experiencia de profesores como Rangel.
El venidero curso 2023-2024 tiene que ajustarse a las realidades económicas de la provincia y el país. No puede evadir que el déficit de personal calificado para la pedagogía sigue siendo el fantasma histórico que ronda al sector cada año ¡Cuidado¡ El «Casper» de la educación villaclareña nos enseña que maestro se nos va y muy pocos regresan. El aplauso sincero para los que asumen el reto aun cuando no dominan con destreza la pedagogía. Pero, recordemos, la voluntad a veces no es suficiente y la experiencia se nos agota.
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Yusuan
Miércoles, 28 Junio 2023 12:44
Para hablar de este tema hace falta un foro porque hay mucha tela por donde cortar. Gracias a Dios cursé todos mis estudios en la época donde había otro rigor, otros maestros, otros tiempos. Que no nos asombre este fantasma que no solo esta atormentando la Educación sino todas las esferas de este país, solamente estamos segando lo que sembramos hace unos años, o sea, las clases por televisor, los llamados PGI, el poco rigor de los que estudiaban carreras pedagógicas, los pocos incentivos del sector etc. Cuando leo estos artículos es como si pusiera agua a calentar en el fuego y de pronto alguien ve eso, mete la mano y se asombra de que el agua está caliente.
Lazaro el Profe
Sábado, 24 Junio 2023 08:35
El maestro mediocre dice. El buen maestro explica. El maestro superior demuestra. El gran maestro inspira (William Ward)
!Que Dios nos coja confesados!
Miércoles, 28 Junio 2023 12:44
Para hablar de este tema hace falta un foro porque hay mucha tela por donde cortar. Gracias a Dios cursé todos mis estudios en la época donde había otro rigor, otros maestros, otros tiempos. Que no nos asombre este fantasma que no solo esta atormentando la Educación sino todas las esferas de este país, solamente estamos segando lo que sembramos hace unos años, o sea, las clases por televisor, los llamados PGI, el poco rigor de los que estudiaban carreras pedagógicas, los pocos incentivos del sector etc. Cuando leo estos artículos es como si pusiera agua a calentar en el fuego y de pronto alguien ve eso, mete la mano y se asombra de que el agua está caliente.