¿Bikini?

El traje que se ajuste a nuestro cuerpo y no al revés, que nos complemente y satisfaga. Disfrutémonos ante el espejo sin tabúes, enamorémonos de quienes somos.

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Claudia Yera Jaime
Claudia Yera Jaime
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08 Julio 2023

Los minúsculos triangulitos de un bikini les han perturbado el sueño a varias de mis amigas. «Este verano toca playa, sol y bronceado». Abajo el pudor y el hastío.

«¿Qué me pongo? Una enguatada y un sombrero estropean la estética y las licras dejan marcas imperdonables». Los mini trajes de baño, esos sí dan en el blanco, y tocan hondo, allí donde lidian los prejuicios.

Pero… «¿Qué dirá mi marido?», «¿Qué pensará abuela, que cada julio retoma las vetustas crónicas de los baños de mar en pantalón y sobrevestido, y de las multas por atuendos impropios?»

Bikini atómico, una bomba en forma de ropa siempre inflamable. ¡Cuánto poder al representar la pequeña libertad de muchas mujeres!, ¡cuán acertado y desconcertante el provocador traje de baño diseñado por el ingeniero mecánico Louis Reard, en la década del cuarenta del pasado siglo!

Ilustración de Alfredo Martirena sobre el bikini.
(Ilustración: Alfredo Martirena)

Mis aplausos para la exótica bailarina Micheline Bernardini, primera en lucir en público, en una piscina de París, la prenda tal como la conocemos ahora.

Reseñan revistas de la época que la extrovertida artista declaró jocosamente a los reporteros que sus «ropitas» eran más peligrosas que las recientes explosiones sucedidas en el atolón de Bikini de las Islas Marshall; primera detonación nuclear en tiempos de Guerra Fría.

Un enorme escándalo causó Brigitte Bardot, en 1952, cuando lo vistió en el Festival de Cannes como parte de la presentación del filme Manina, la chica del bikini. Mientras que Ursula Andress lo convirtió en su arma letal, diez años después, en la primera película de James Bond como Agente 007.

¡Ay bikini!, tan fresco y lujurioso, tú si tienes historia, censura y cimero sitio en la lucha por el empoderamiento femenino; por eso siempre vas a acompañarnos. Y que hablen las vecinas, que sufran los celosos, que cada una de nosotras muestre orgullosa su paisaje. Que no nos digan corajudas solo por enseñar «la tripa al natural» después de dos embarazos; las de cuerpo poco escultural también tenemos derecho a un verano feliz con poco trapo.

Por estos días el bikini se ha vuelto tendencia. Usuarias de Tik Tok los promocionan hasta el cansancio, más recatados o atrevidísimos, de color entero o estampados e incluso especiales para la etapa menstrual; nos invitan a regalarnos merecidas curas de mar.

El traje que se ajuste a nuestro cuerpo y no al revés, que nos complemente y satisfaga, que las grietas y las libritas de más no nos limiten. Disfrutémonos ante el espejo sin tabúes, enamorémonos de quienes somos para que en la arena nuestra figura irradie poder y sensualidad.

No teman al qué dirán y únanse a las que, en grupos de Facebook ya han publicado: «Compro conjuntos de bikinis marca Shein».

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