La realidad con finales felices

La resolución de contratiempos proporciona al infante una imagen de cómo manejarlos llegado el momento. Sin embargo, ¿qué sucede cuando la estabilidad del hogar quiebra sus bases?

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Niurys Castillo Hernández
Niurys Castillo Hernández
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10 Abril 2024

La niñez es una de las etapas más importantes de nuestra vida. Cada gesto, caricia, dolor o sufrimiento juega un rol fundamental en el adulto que seremos. Los primeros amigos, las costumbres y el carácter comienzan a desarrollarse gracias al entorno que nos circunda; por tanto, el ambiente constituye un factor importante. La sabiduría con la cual transmitimos las enseñanzas proporciona al pequeño un espacio idóneo donde los miedos, las preocupaciones y el dolor se disipan en el interior del entorno familiar.

Caritura de Alfredo Martirena sobre la separación de los padres.
(Ilustración: Alfredo Martirena)

Atravesar situaciones problémicas parece una cábala cotidiana. La resolución de contratiempos proporciona al infante una imagen de cómo manejarlos llegado el momento. Sin embargo, ¿qué sucede cuando la estabilidad del hogar quiebra sus bases? ¿Cuánto afectaría esa ruptura la integridad de los pequeños que  abriga? ¿Qué consecuencias traerían los sucesos?

Uno de los quebraderos más comunes en las familias son las discusiones de pareja y los hechos que anteceden al divorcio. Si bien los psicólogos Gordon Harold y Mervyn Murch, en su publicación El niño y la ley familiar asumen que la separación del matrimonio no afecta, en gran medida, a los infantes, las discusiones asociadas a la ruptura pueden ocasionarles problemas emocionales y psicológicos en las primeras edades. La relación entre padres e hijos establece un patrón de comportamiento que puede llegar a repetirse de manera generacional.

Según Harold, profesor de Psicología y director del Andrew and Virginia Rudd Centre, los niños que enfrentan dichas situaciones experimentan trastornos de comportamiento. Los pequeños de casa son rápidos en la detección de sucesos fuera de su rutina. 

Discutir frente al infante favorece la ansiedad y la falta de autoestima; estimula la depresión, el retraso en el desarrollo del cerebro, los problemas de sueño, y la aparición de los trastornos oposicionistas desafiantes (TOD) y los de conducta (TC).

En 2018, BBC Mundo publicó el artículo «¿Qué efectos tienen sobre los hijos las peleas de sus padres?», texto donde se recrean múltiples investigaciones sobre psicología infantil. Dicha publicación parte del criterio profesional de Gordon Harold para afirmar que los menores expuestos al conflicto pueden experimentar una mayor frecuencia cardíaca y tener desequilibrios en las hormonas relacionadas con el estrés.

Alterar la estabilidad de los pequeños ocasiona enfados repentinos, la pérdida de los estribos, las discusiones con adultos o la negación a cumplir sus reglas o pedidos. El diagnóstico de trastornos de comportamientos destructivos facilita la identificación de las condiciones afectivas: las rabietas, la agresión física al atacar a otros niños, el robo y demás formas de desafío y resistencia a la autoridad.

Para la American Academy of Pediatrics, la aparición de TOD y TC con frecuencia interfiere en el rendimiento escolar y las relaciones familiares. A menudo, estos síntomas se intensifican con el tiempo. 

Las discusiones y los enfados forman parte del día a día; pero, los padres tienen la obligación de hacerles saber a sus hijos que no habrá una ruptura de su estabilidad emotiva. El entendimiento entre las partes constituye el mejor camino para que los niños comprendan la normalidad en los desacuerdos y sus explicaciones. Ello ayudará a una mejor respuesta a la hora de asimilar las causas y sus posibles soluciones.

No se trata de asumir la ley del hielo o el silencio rotundo ante los problemas maritales. Se impone enseñar a nuestros pequeños que las rupturas y los finales pueden ser felices. Debemos proporcionar el apego y la ayuda necesaria para que sean capaces de entender que, con amor y sin elevar los tonos, todo tiene solución. 

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DANIEL EL DE MANUELITA

Martes, 16 Abril 2024 16:14

Buen comentario