El laberinto detrás de la multa

Al abordar los atrasos en los cobros de las multas, más que un análisis frío de los números, conviene profundizar en las causas y aplicar medidas para reducir el acumulado pendiente, incluido el diseño de soluciones digitales.

Compartir

Ilustración de Alfredo Martirena sobre el pago de multas.
(Ilustración: Alfredo Martirena)
Mónica Sardiña Molina
Mónica Sardiña Molina
@monicasm97
74
26 Octubre 2024

Similar a una inyección o a cualquier tratamiento doloroso, la multa mortifica y escuece; pero, si está bien impuesta, toca asumirla y evitar otras en el futuro.

Al abordar los atrasos en los cobros, más que un análisis frío de los números, conviene profundizar en las causas de la tardanza y aplicar las medidas correctas, en aras de consolidar el control, desterrar la impunidad y captar ingresos que siempre vienen bien al presupuesto, en tanto contribuyen a reducir el déficit fiscal.

Según Ileana Ramírez León, jefa del departamento que rige la actividad en la provincia, este año en Villa Clara se impusieron 77 568 multas, por un monto de 99 568 800 pesos. Al cierre de septiembre estaban pendientes de cobro 14 652, para un importe de 35 533 300 pesos.

Esta última cifra incluye las que se encuentran en término; las duplicadas, una vez vencido el plazo de 30 días hábiles para pagarla, y las que entran en la vía de apremio, transcurridos 60 días después de impuestas, categoría en la cual la provincia acumula 9918 multas, por 18 607 000 pesos.

A la sombra de la demora confluyen varias causas: la negativa de muchos infractores a pagar y la acumulación en saco roto de los datos de personas residentes y sancionadas en otras provincias, pero que mantienen la dirección particular de Villa Clara en el carné de identidad, así como de quienes abandonaron el país y aún no han sido reconocidos como migrantes.

Se suma el atraso en los registros, que genera un margen de incertidumbre en las estadísticas. Los datos de cada talón deben introducirse en un sistema informático que funciona en red nacional, se ralentiza y falla, debido a la sobrecarga en algunos momentos del día, y depende de servidores centralizados, sin respaldo en caso de interrupciones eléctricas. La situación energética extrema durante las últimas semanas ha hecho imposible la ya complicada coincidencia de horarios de apagón entre los municipios y la capital provincial.

Otra dificultad radica en el completamiento de la plantilla de las oficinas para el control y cobro de multas, cubierta solo en un 45 % y más deficitaria en Santa Clara, precisamente, el municipio con mayor actividad.

De los 20 gestores que demanda este territorio, solo laboran cinco, por un salario básico que ronda los 3500 pesos y una estimulación del 7 o el 9 % a partir del sobrecumplimiento de las 250 multas cobradas cada mes. En la oficina, trabaja una, de los cuatro cajeros necesarios, por un sueldo similar, sin ningún incentivo, y con un régimen que obliga a permanecer después de cerrar las puertas, en jornadas extendidas hasta la tarde noche. Todo ello limita —si no anula— las posibilidades de un pluriempleo, y estimula la búsqueda de otras opciones laborales en actividades o sectores más estimulantes.

La posibilidad de efectuar el pago a través de Transfermóvil alivia considerablemente la gestión personal e institucional. Por esta vía se consumaron casi 5000 operaciones el pasado año y más de 15 000 en lo que va de 2024. Sin embargo, si la multa no ha sido registrada, no aparecerá pendiente al realizar la consulta y hay que ejecutar el pago de manera directa, con sumo cuidado al insertar los datos correspondientes.

Por ejemplo, el ID no estará correcto si no se escriben, antes del número rojo que aparece en el talón, las dos letras ubicadas a su derecha. En el caso del decreto 91/2024, para hacer efectiva la bonificación del 25 % durante las primeras 72 horas, debe restársele esa cuantía al monto total e introducir la cantidad resultante en la plataforma.

Aunque la complejidad del panorama demanda múltiples soluciones, en una sociedad que apuesta por la digitalización, resultaría conveniente el diseño de herramientas que agilicen el registro de las multas —si es posible, desde el teléfono móvil de quien la aplica—, para facilitar el pago inmediato, o al menos descentralizar el proceso hacia los 57 organismos impositores y aligerar los flujos en las oficinas. Por supuesto, esta propuesta requiere disponibilidad y competencias tecnológicas, para que el remedio no se vuelva otro malestar.

Comentar