Hace 25 años, con la creación del Programa de los Trabajadores Sociales en Cuba y la apertura de la primera Escuela de Trabajadores Sociales en Cojímar, el 10 de septiembre del año 2000, el país daba un paso en la lucha por la igualdad y equidad social. Al decir de su principal promotor, el Comandante en Jefe, Fidel Castro, se formarían con «el deber sagrado de demostrar todo lo que puede hacer una sociedad justa, solidaria y verdaderamente humana».
A dos décadas y media del comienzo de la humana labor, la presencia de los trabajadores sociales resulta indispensable en momentos en que se promueve el rescate de sus ideas fundacionales, para continuar la batalla con nuevos proyectos, perspectivas y misiones, y contribuir, desde su actuar cotidiano, a conquistar la mayor justicia social posible.
Por su importancia, el quehacer de esta fuerza centró recientemente la atención de los debates del Buró Provincial del Partido, ante la necesidad de completar la plantilla —superior a los 1500 trabajadores sociales—, actualmente cubierta al 55 %. En ello ha influido, entre otras causas, el éxodo hacia trabajos mejor remunerados, lo cual limita brindar una atención personalizada a familias del entorno comunitario.
En Villa Clara, como en todo el país, se aspira a lograr un trabajador social integral que no solo asista y proteja, sino que contribuya a transformar la situación de familias y hogares, en busca de la equidad y bienestar, y que las personas logren superar sus dificultades.
Para atenuar su déficit, se promueven cursos de capacitación encaminados a la formación y superación profesional, que abarcan hasta el nivel superior.
En el 2024 se le asignó a Villa Clara un presupuesto de 540 millones de pesos para la asistencia social, dirigido a prestaciones monetarias y en especies, que se distribuyen teniendo en cuenta el consenso de los trabajadores sociales. En estos momentos se trabaja en la desagregación del correspondiente al año 2025, con una cifra similar al período anterior.
En igual etapa, el presupuesto aprobado para comunidades vulnerables alcanzó los 66,1 millones de pesos; de ellos, hasta el mes de noviembre se habían ejecutado 41,4 millones de pesos en 29 de las 47 comunidades propuestas, a pesar de las actuales carencias de recursos para garantizar la transformación de comunidades en desventaja.
En uno de los encuentros con este ejército de vocación humanista, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer secretario del Comité Central del Partido y presidente de la República, se refirió a las líneas de trabajo a fomentar, vinculadas con la transformación social, la disminución del desempleo y la desvinculación del estudio y trabajo, la participación en las estrategias de desarrollo local y los programas socioculturales, así como en la prevención del delito.
Una mayor visibilidad del quehacer de los trabajadores sociales y el perfeccionamiento de su labor a favor del pueblo, contribuiría a enaltecer esta fuerza indispensable calificada por Fidel como los «médicos del alma».