El espíritu de Abel Santamaría estuvo rondando por las calles de su Encrucijada natal. Llegó a la Plaza que lleva su nombre, y penetró en el corazón de cada de los presentes en la inolvidable noche de este 20 octubre, en la que “el más generoso, querido e intrépido†de aquellos jóvenes cumpliría 90 años.
La velada estuvo presidida por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, miembro del Buró Político y primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, acompañado por el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, quien participara en las acciones del 26 de julio de 1953 y conociera de la febril actividad organizativa del segundo jefe del Movimiento, cuando iba de célula en célula para con su verbo ardiente y ejemplo personal captar hombres para luchar contra el tirano Batista.
Las palabras centrales del acto conmemorativo estuvieron a cargo de Ronald Hidalgo Rivera, segundo secretario del Comité Nacional de la UJC, quien resaltó la figura del Alma del Movimiento, como lo calificara Fidel; al tiempo que exhortó a las nuevas generaciones de cubanos a seguir el ejemplo del héroe asesinado en los muros del Moncada y de los que como él han derramado su sangre por la Revolución.
«Abel representa el modelo de jóvenes que necesitamos en nuestra sociedad, alegre y profundo, dispuesto a sacrificarlo todo por el bien común, pero sobre todo entregado por entero a las tareas en su puesto del deber. Si trabajamos por forjar eso en los jóvenes y lo logramos, le estaremos rindiendo el merecido tributo y recordación en este, su 90 aniversario. »
Luego vendría el estreno de Historia de un ser de otro mundo por los niños actores de La Colmenita que dirige Carlos Alberto Cremata, nombre de la obra tomado de la famosa canción El Elegido, de Silvio Rodríguez. Un hermoso regalo a la memoria de Abel, y una deuda saldada con Fidel, quien le había pedido a Tin Cremata hacer algo en memoria del encrucijadense, pues sentía que se hablaba poco de él.
Con cuánta sinceridad, ternura y amor recorrieron la vida de Abel, su infancia en el batey del “Constanciaâ€, sus juegos, su risa, la devoción de aquel niño rubio de ojos celestes; su veneración por la Patria, por Cuba, por Martí.
La maestra incita a sus alumnos a un acercamiento diferente a la Historia de Cuba y a sus héroes; en especial a Abel, alejado de cualquier dogma, acartonamientos y prejuicios. A un Abel de carne y hueso. Y lo logra
Mediante el juego, los niños-actores profundizan en la vida del joven que diera su vida para que Fidel viviera. Y para nada asombra que sean los estudiantes menos aventajados, quienes más se interesen y aprendan.
Los diálogos, sin falso didactismo, educan en la formación de valores. Ahondan en un pensamiento y accionar poco conocidos hoy día. En un Abel enamorado de la vida, devoto a Fidel y dispuesto a dar su vida por la Revolución, esa que no se haría en un día, pero que empezaría en un segundo.
Los rostros de los presentes, entre los que también estaba el miembro del secretariado del Comité Central, Omar Ruiz Martín, junto a las principales autoridades del Partido y Gobierno en Villa Clara, Julio Ramiro Lima Corzo y Alberto López Díaz, respectivamente, mostraban a las claras la emoción que les embargaba.
No hay mejor manera de hacer Revolución y aprender realmente quien fuera el segundo de Fidel en el Moncada, que la mostrada anoche por La Colmenita.
Con esa excelente actuación cobraban de nuevo cabal dimensión, las palabras de Fidel en el Juicio del Moncada, cuando al quererse manchar con mentiras la memoria del revolucionario asesinado, expresó: «Abel era el más valiente, el más recto, era honesto; no puede pensarse nada deshonroso de su persona »,
Y de Encrucijada, partió Abel, el ser de otro mundo, matando canallas con su cañón de futuro.