
Reconocer a los hombres y mujeres de pueblo que desde su labor cotidiana sirven a la sociedad siempre ha de constituir prioridad. Entonces no ha de pasar por alto la oportunidad de aplaudir en casa a dos villaclareños: Lilián Morales Rivero y Jesús O’Farril Fundora, quienes recientemente fueron laureados con la Orden Lázaro Peña de primer y segundo grados, respectivamente.
Científica del Instituto de Investigaciones en Viandas Tropicales (INIVIT), Lilián Morales Rivero asume que «constituye un honor el haber recibido la Orden. Una tiene que sobresalir sobre muchas personas que también brillan, y eso resulta muy difícil. Sentimos una mezcla de satisfacción y compromiso ».
En su terreno, la innovación constituye la carta de entrada para aspirar a reconocimientos y distinciones. «Verse entre todas esas personas, gente sencilla y modesta, que impulsan la producción, es muy hermoso. Fue un momento sublime », comentó quien ya tiene el último paso recorrido para aspirar al título de Heroína del Trabajo.


Por su parte, Jesús O’Farril Fundora, sagí¼ero de pura cepa, protagonista anónimo, al pie del trabajo honrado sustenta la economía cubana. En la Empresa Electroquímica de Sagua, donde se inició hace más de cuatro décadas, O’Farril ha demostrado la idoneidad de su trabajo. «Ahora estoy comprometido a trabajar todavía más. Me propongo seguir aportándole a Cuba, que necesita de nuestra experiencia para ayudar a los jóvenes », comentó el laureado.
Ambos, obrero y científica, enrumban los destinos de la Patria. Hermanados, desempeñan roles imprescindibles para el desarrollo. A ellos, y a otros miles que no alcanzan el reconocimiento público, les debemos mucho, mucho más que el homenaje de Villa Clara toda.