En diferentes épocas del año enfrentan los rayos del Sol con un sombrero de guano y sus peculiares camisas carmelitas. Podemos encontrarlos en cualquier lugar de nuestra geografía, en el desarrollo de las zonas montañosas del Plan Turquino o cumpliendo tareas productivas de importancia nacional vinculadas con la agricultura cañera y no cañera, las actividades constructivas, ferroviarias, comercializadoras y de salud en la lucha antivectorial.
Estos muchachos se distinguen por su laboriosidad. Con su significativo aporte al país han conquistado la admiración, confianza y respeto del pueblo, como expresó el General de Ejército Raúl Castro Ruz.

Los miembros del Ejército Juvenil del Trabajo (EJT) han contribuido a la historia del desarrollo económico y social cubano durante 45 años. Esta agrupación que forma parte de las tropas terrestres de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) fue fundada en Camagí¼ey el 3 de agosto de 1973 por el Ministro de las FAR, como resultado de la fusión de la Columna Juvenil del Centenario y unidades militares dedicadas a la producción.
Los integrantes del EJT han impulsado importantes programas en Villa Clara con organización, exigencia y disciplina. Ante la necesidad del restablecimiento de las vías férreas en la región central se crea en el año 2012 la Jefatura Territorial Ferroviaria Centro UM 3002 EJT, por decisión del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
En la actualidad, realizan labores para la reparación de las principales vías del territorio como los tramos de la línea central del país, accesos industriales fundamentales, líneas de los centrales azucareros y del transporte de pasajeros, según precisa el Teniente Coronel Juan Miguel Sánchez Broche, al frente de esta Jefatura.
«En sentido general, realizamos el mantenimiento y la reparación de un total de 385 km de vías férreas para la circulación de los trenes, tanto de transporte de cargas como de pasajeros. Hemos logrado aumentar la velocidad de marcha de los mismos por nuestra región de 60 km/h hasta los 70-80 km/h en aquellas vías principales de la línea central », agrega Sánchez Broche.
Los soldados del EJT cumplen su deber en la defensa de la Patria como parte de su período de Servicio Militar Activo. En las unidades, cuentan con su plan de trabajo y sistema de pases organizados, con las condiciones de vida creadas y perciben una remuneración económica acorde a las tareas desarrolladas.

La labor de estos jóvenes en actividades ferroviarias permite incrementar gradualmente la velocidad de marcha de los trenes, la seguridad vial para evitar accidentes y la eliminación de las afectaciones registradas producto de la circulación de las máquinas, en un tramo estratégico de la línea nacional debido al trasiego de mercancías y personas entre la región occidental y oriental de Cuba.
El soldado Yordani Arencibia Cárdenas tiene 21 años de edad y manifiesta a Vanguardia que con cada día de trabajo en el EJT siente que está aportando al país, lo mismo en las labores de limpieza de las líneas, en el cambio de traviesas o en otras acciones. Su compañero Jorge Yosniel Montes de Oca Pérez es dos años menor que Yordani y vive en el poblado de Vueltas, Camajuaní.
«Aunque había trabajado en el campo, he aprendido a hacerlo de manera más eficiente. En esta etapa alcanzas una mayor responsabilidad, diferente a la que traes desde la casa. Ganas experiencia en el trabajo y te preparas para la vida en el plano personal. Además, contribuyes con la sociedad », refiere con orgullo Jorge Yosniel.
Este 3 de agosto arribó a su aniversario 45 el Ejército Juvenil del Trabajo. La Jefatura Territorial Ferroviaria Centro UM 3002 EJTquien recibió la Bandera de Honor de la UJC por los resultados productivos y el funcionamiento de la organización y sus similares del resto del país sobresalen como una verdadera escuela formadora de jóvenes en la voluntad, el carácter y las convicciones revolucionarias de nuestro pueblo.