En los últimos años se ha incrementado la cantidad de operaciones del Aeropuerto Internacional «Abel Santamaría » de Santa Clara. Varios vuelos procedentes de América y Europa transportan hasta la terminal aérea de la capital villaclareña a miles de pasajeros de diversas regiones del mundo ansiosos de conocer los atractivos naturales, históricos y culturales de nuestro país.
Por otra parte, aunque los meses de verano forman parte de la temporada baja para el turismo, en la etapa estival se incrementan los viajes al exterior realizados por ciudadanos cubanos y el número de arribos de los emigrados al territorio nacional.
En cualquier época del año, los miembros de la Aduana General de la República (AGR) contribuyen a la seguridad de los viajeros. En Cuba, este órgano de control en la frontera y de fiscalización en la actividad vinculada al comercio exterior tiene la misión de dirigir en materia aduanera, recaudar los derechos de aduanas y dar respuesta dentro de su jurisdicción y competencia a los hechos que incidan en el tráfico internacional de mercancías, viajeros, postal y los medios que los transportan, con la prevención, detección y enfrentamiento del fraude y del contrabando, así como apoyar la protección del medio ambiente.

Para conocer más detalles de su labor en la frontera villaclareña, un equipo de Vanguardia visitó las instalaciones de la AGR en el Aeropuerto Internacional «Abel Santamaría ». La juventud de la mayoría de sus integrantes y su amplio dominio de las regulaciones y procedimientos establecidos en materia aduanera resultó el primer elemento distintivo para nosotros. También llamó nuestra atención la moderna tecnología y las técnicas puestas en práctica para garantizar la seguridad de las operaciones aéreas, las cuales han sido efectivas en el enfrentamiento de hechos ilícitos por varios años.
Protección del patrimonio y la economía cubanos
La actuación oportuna de los más de 300 trabajadores de la AGR en la provincia ha permitido impedir la exportación ilegal que afecta el medio ambiente y la economía del país. Michel Castro Vázquez, primer oficial de Salida en la Aduana en Villa Clara, precisa que varios pasajeros fueron detectados en su intento de sacar de forma ilícita del territorio nacional la masa de cangrejo, langostas, diversos tipos de aves y pichones, huevos de gallos finos, de palomas y de otras especies que integran el patrimonio natural cubano.
«Uno de los incidentes que evidencia la profesionalidad del personal aduanero constituyó la detección de una cotorra, subespecie endémica de Cuba en peligro vulnerable, que un viajero pretendía extraer de manera inescrupulosa. El animal fue adormecido y ocultado dentro de un pomo de desodorante, escondido a su vez en las partes íntimas del pasajero. La actuación de uno de nuestros oficiales impidió que fuera sacada del país », relata Castro Vázquez.

Podemos imaginar el sufrimiento de la cotorra cautiva en ese pequeño pomo de desodorante por un tiempo considerable, solo porque un individuo quería obtener las ganancias de su venta en el extranjero. Un hecho condenable verdaderamente.
La Aduana villaclareña ha prevenido, detectado y enfrentado el fraude y el contrabando de obras de arte de importancia nacional. En este sentido, el primer oficial de Salida en la Aduana en la provincia refiere que otra persona intentó burlar el control con el objetivo de sacar un cuadro de Amelia Peláez enmascarado con una de las obras vendidas a los visitantes en Cayo Santa María. Pero también los oficiales de la AGR frustraron la consumación de este delito.
Al mismo tiempo, José íngel Aguiar, jefe de Terminal de la Aduana villaclareña, manifiesta que los oficiales han impedido la exportación ilícita de cantidades considerables de medicamentos, que a pesar de no estar controlados en las listas internacionales, tienen gran impacto en el tratamiento de algunos padecimientos de la población como la hipertensión arterial y la diabetes, y otros como antibióticos y tabletas anticonceptivas, así como instrumentales médicos que se han pretendido exportar por esta vía, sin la autorización debida.
De acuerdo con documentos de la Aduana en Villa Clara, hasta junio de 2018 en el trabajo de enfrentamiento se reportaron más de 2000 infracciones, incrementándose en un 31% con respecto a igual etapa del año anterior. En estos hechos inciden pasajeros con edades entre los 20 y 45 años, de nacionalidad cubana, residentes, además de ciudadanos canadienses y estadounidenses.

Yeidy Dueñas Hernández, jefa de Enfrentamiento de la Aduana en Villa Clara, destaca que en correspondencia con la infracción cometida por el pasajero se adoptan una serie de medidas como el decomiso, actas de advertencia y las multas ante actitudes incorrectas hacia las autoridades en frontera, quedando constancia de cada una de las transgresiones.
De ahí la importancia de que cada viajero conozca las regulaciones establecidas para la importación y exportación, así como otras disposiciones recogidas en las ediciones impresas y digitales de las Normas Aduaneras que todo viajero debe conocer.
Información al Pasajero:

Si de encomiendas se trata…
Las encomiendas constituyen mercancías, bultos o paquetes remitidos desde el extranjero para terceras personas. Según estipula la Resolución 24 del 2007 de la AGR, las personas naturales, en su condición de pasajeros, no están autorizados a transportar consigo encomiendas para otras personas naturales o jurídicas, salvo que las mismas sean despachadas, conforme a lo establecido por la legislación vigente.
En el aeropuerto villaclareño estas infracciones las cometen habitualmente pasajeros de nacionalidad cubana, donde predomina el sexo masculino, de 25 hasta 45 años, que evaden el control mediante el ocultamiento de las encomiendas. Hasta la fecha se decomisaron misceláneas, artículos y accesorios para autos, motos, computadoras y celulares por este concepto.

«En ocasiones algunos viajeros reaccionan de forma inapropiada y profieren ofensas y maltratos al personal aduanero, que solo hace cumplir la ley. Se molestan ante un chequeo de rutina por la revisión de sus pertenencias porque lo catalogan como una invasión a su privacidad. Pero son procedimientos nacionales e internacionales establecidos para la seguridad o en cumplimiento de resoluciones de ministerios e instituciones cubanas », explica Lianelys Bárbara González, primera oficial de Enfrentamiento.
De acuerdo con los reglamentos vigentes, el pasajero que sea portador de una encomienda asume la responsabilidad administrativa o penal derivada del incumplimiento de esta regulación, donde resulta válido señalar que el desconocimiento de la ley no lo exime de dicha responsabilidad.

La Aduana General de la República de Cuba trabaja en aras de la modernidad, por una frontera infranqueable y un despacho ágil, seguro y transparente. Del actuar profesional, responsable e íntegro de sus miembros depende la protección de los vuelos, de los ciudadanos y del país.
Todo viajero tiene la obligación de cumplir las orientaciones del personal aduanero y el deber de informarse sobre la legislación establecida en esta materia. Por su parte, los oficiales de la AGR deberán caracterizarse siempre por el dominio de sus funciones, el trato amable y cortés con el pasajero y la imposición de su autoridad ante los actos ilícitos. Pero esa resulta otra arista con múltiples miradas, digna de reflejar y enriquecer con el criterio de autoridades y lectores.