
La refinería Chiquitico Fabregat, única de las entidades de Villa Clara que no emplea petróleo en su proceso productivo, se ubica entre las tres industrias destacadas del país en las últimas semanas al lograr ritmos de eficiencia fabril en la elaboración del «oro dulce » destinado a la canasta básica de la población.

Junto a los ingenios Ecuador (Ciego de ívila) y Brasil (Camagí¼ey), la planta radicada en Remedios, acumula el 32,4 % de su compromiso, ascendente en el año a unas 16 000 toneladas métricas, precisó Yordan Chávez Roque, directivo de ese centro de derivados de la caña de azúcar.
Acotó que la estabilidad de la entrada de biomasa procedente en lo fundamental del central Heriberto Duquesne, en ese municipio, permite la obtención de unas 160 toneladas de azúcar por día. Esa cuantía demanda unas 282 t de bagazo, y a la actividad también vinculan la extracción de glucosa, sirope fructuosa y refinado, así como de hielo, vinagre y panelas.
Por jornada, precisó, utilizan 12 t de biomasa para obtener 1 de refino, y de todas las producciones que ejecutan la de menor realización pertenece al sirope saborizado, detenida su obtención por esencias.
En 2019, después de no satisfacer los compromisos de fabricación durante tres años consecutivos, la refinería villaclareña alcanzó sus metas productivas, mucho más diversificadas, entre las cuales también incluyeron dulces en pulpa, declaró Chávez Roque.
En las últimas dos semanas la refinería George Washington (Santo Domingo), de similar modo por sus resultados fabriles se sitúo entre las sobresalientes del país y está comprometida a procesar un edulcorante que también sustituye importaciones.
En desventaja, aunque se estabiliza la producción en relación con las otras dos homólogas, se encuentra el ingenio Quintín Bandera (Corralilo), afectado en febrero por las bajas molidas de los centros suministradores de crudo y biomasa.
No obstante, las refinerías de la provincia muestran signos de recuperación y aspiran a rebasar las 119 000 toneladas del año anterior, cifra que superó en 5000 t. el volumen planificado para la zafra precedente y se registraron positivos índices de calidad y un menor consumo de azúcar crudo.