
La producción del huevo fértil destinado a plantas de incubación para obtener las futuras aves de reemplazo en granjas de ponedoras hace que la Unidad Empresarial de Base (UEB) Rolando Vera Martínez, de Camajuaní, sea una de las mejores de su tipo en el país.
La entidad cerrará dentro de poco el ciclo productivo de las aves (gallos y gallinas) de líneas genéticas cubanas, luego de extender por tres meses la habitual crianza, con recolecciones superiores a los 6 500 000 huevos, cifra por encima de lo estimado, dijo Adalberto Díaz Carballo, el director.

Con diez naves en explotación y unos 4500 animales por cada uno de esos locales, la UEB avícola de Villa Clara se coloca, entre las homólogas cubanas, como abanderada de los últimos seis años, añadió Díaz Carballo.
Los méritos, a pesar de las medidas higiénico-sanitarias de enfrentamiento a la COVID-19, se deben al trabajo colectivo que acometen los 63 criadores de la instalación, así como a los volúmenes de recogida de huevos fértiles, el mantenimiento del potencial genético, las labores de bioseguridad y el cuidado veterinario de la masa, apuntó.
Ihosvani González Espinosa, jefe de producción, detalló que el período próximo a culminar se prolongó más allá de los normales diez meses debido a las necesidades del país de contar con el reemplazo de ponedoras, luego de pasar las futuras gallinas obtenidas en incubación a unidades de inicio y después a granjas de desarrollo.
En total, al incluir las producciones que van a plantas incubadoras y otras no aptas para ese proceso, se recogerán unos 7 500 000 huevos, volumen superior al planificado. En el primer caso, los acopios dirigidos a incubación avícola, la selección es precisa y velan por la calidad y su conservación para después lograr una buena productividad en los nacimientos, acotó.

La provincia cuenta con otra UEB de propósitos similares a los de la «Rolando Vera Martínez », radicada en Santa Clara; pero la granja de Camajuaní trasciende en cumplimientos que permitieron suministros de huevos a los centros de incubación de Mayabeque, Matanzas, Artemisa y Camagí¼ey, resaltó Díaz Carballo.
Cuando concluya el ciclo de crianza en el piso del cruce de gallo L-1 con gallina L-32, de la línea Leghorn, válidas para obtener un huevo fértil que en el proceso de incubación garantice la presencia del híbrido L-33, ponedora de un elevado comportamiento productivo, las aves de la UEB de Camajuaní pasarán directo al sacrificio en matadero.
Entonces, aclaró el directivo, prepararán las condiciones técnico-sanitarias para recibir pollitas de reemplazo, las cuales, por su selección y calidad, contribuirán al inicio de otra crianza de rebaño avícola.
Precisó González Espinosa, el jefe de producción, que en la actualidad se esmeran en la atención a la vaquería y el aumento de cerdos, y acondicionan tierras aledañas del autoconsumo para impulsar siembras de ciclo corto que contribuyan a la alimentación de los trabajadores.
Eso, dijo, sustituye también importaciones al país y refuerza el compromiso de lograr mayores producciones dirigidas al colectivo laboral y sus familiares.