Vivienda en Villa Clara: deudas y compromisos

Para cumplir el plan de viviendas del año 2020 se necesita de un esfuerzo extraordinario, pero no debe dejar de hacerse.

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Narciso Fernández Ramí­rez
Narciso Fernández Ramí­rez
@narfernandez
2511
01 Noviembre 2020

«No detenernos ante los obstáculos. Necesitamos agilidad en las soluciones. Se trata de recuperar, de reanimar; pero más que todo, de desarrollarnos »

Miguel Dí­az-Canel Bermúdez
Santa Clara, 23 de octubre 2020

La reciente visita gubernamental puso al desnudo el complejo escenario de la vivienda en Villa Clara. Salieron a relucir, además de los serios problemas objetivos, otros dependientes de la voluntad y quehacer de los hombres, condicionante esta última que no puede consentirse una provincia con el 40 % de su fondo habitacional evaluado entre regular y mal, y considerables débitos en la recuperación de las afectaciones debidas a eventos climatológicos, que superan las 4000 viviendas.

Casa construida por la Empresa Geominera del Centro.
La calidad y el confort distinguen las casas otorgadas a trabajadores destacados de la Geominera del Centro, que se empeña en cumplir su plan de viviendas antes de que finalice el año. (Foto: Francisnet Dí­az Rondón)

Las deficiencias detectadas fueron criticadas por el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, sobre todo los atrasos en la construcción de las llamadas células básicas habitacionales, cuya terminación se dilata en el tiempo y algunas, incluso, permanecen inconclusas desde 2012, año en que dio inicio el estratégico programa.

«La parte más necesitada de la sociedad se va quedando detrás », afirmó el miembro del Buró Polí­tico y Héroe de la República de Cuba, quien insistió en agilizar la preparación del plan del año 2021, cuando apenas restan dos meses para finalizar el actual.

También recibió justas crí­ticas la calidad de las viviendas, evidenciada no solo en la terminación, sino a lo largo del proceso constructivo, situación a la que el presidente de la República, Miguel Dí­az-Canel Bermúdez, se ha referido en no pocas oportunidades, calificándolas como «chapucerí­as y falta de cultura del detalle ».

A pesar de tamañas complejidades, no se renuncia a cumplir las metas planificadas, lo que exigirá esfuerzos adicionales e involucrar a organismos y al pueblo en pos del objetivo, tal como recabó esta semana la primera secretaria del Partido, Yudí­ Rodrí­guez Hernández, en visita a Caibarién, donde se analizó el Plan Integral de Desarrollo Territorial del costero municipio, uno de los más atrasados de la provincia.

Convertir los esfuerzos en resultados

A sabiendas de lo mucho que resta por hacer, tanto en cantidad como en calidad de las terminaciones, Marí­a del Carmen González Otero, directora de la Vivienda en Villa Clara, se pronunció por convertir los esfuerzos en resultados, premisa de trabajo que ha de caracterizar a la provincia, obligada a construir en un plazo de diez años (2019-2029) 46 051 viviendas, a un ritmo de algo más de 4000 anuales, y acometer más de 30 000 rehabilitaciones.

Una década de la cual ya ha transcurrido año y medio en que deberán resolverse las afectaciones climatológicas acumuladas, así­ como eliminar las precariedades habitacionales y darle cumplimiento a la Tarea Vida; en el caso de esta última, relacionada con el principio de no permitir la construcción de nuevas viviendas en los asentamientos costeros amenazados por inundaciones o en aquellos que se pronostique su desaparición por los efectos negativos del cambio climático.

Hasta septiembre se habí­an terminado 2687 viviendas, de las 3546 previstas (75 %), cifra que ubica a la provincia en la media nacional. Sin embargo, el dato numérico resulta engañoso, pues se debe a las viviendas que la población construye con el llamado «esfuerzo propio », cumplido al 110 %.

Casas constuidas en Sagua la Grande, Cuba.
Viviendas inauguradas en Sagua la Grande, un territorio que avanza, aunque debe incrementar los niveles de solución de las afectaciones climatológicas pendientes. (Foto: Narciso Fernández Ramí­rez)

Del plan estatal solo se habí­an terminado 356, de las 735 pronosticadas (42 %), considerado este el principal problema por resolver en el bimestre que resta. Mientras, en la polí­tica de los subsidios se alcanzaba solo el 53 % de las planificadas, lo que evidencia una incorrecta aplicación de lo legislado al respecto.

Igualmente, en la rehabilitación se muestran fisuras. De un plan de 2550 se habí­an ejecutado al cierre del noveno mes del año 1634 (64 %). Cuatro municipios tienen un comportamiento muy bajo: Cifuentes (18 %), Manicaragua (9 %), Ranchuelo (5 %) y Encrucijada (3 %).

Pero el talón de Aquiles radica en los casos de las afectaciones por eventos climatológicos aún sin resolver, con la alta cifra de 4240 pendientes. De ellos, 1725 derrumbes totales, 2107 parciales, cinco totales de techo y 28 parciales. Por territorios, las situaciones más complicadas se encuentran en Sagua la Grande (1221 pendientes), Caibarién (567), Remedios (546) y Santa Clara (395).

A este atraso constructivo hay que adicionarle las 49 afectaciones ocasionadas durante el paso de la tormenta tropical Laura, de las cuales 48 se ubican en Manicaragua y una en Santa Clara.

Dentro de la polí­tica que asume la Vivienda en el año en curso, no puede dejar de mencionarse la atención estatal priorizada a las madres con tres hijos o más menores de 18 años, que en caso de Villa Clara, 1827 tienen necesidades constructivas.

Al respecto, hasta el cierre de septiembre habí­an sido beneficiadas con células básicas habitacionales un total de 209 madres; aunque 103 de las referidas estaban sin iniciar, con incidencia negativa en los 13 municipios. Un problema muy serio que requiere de mayor seguimiento y control por parte de los territorios.

Caricatura de Alfredo Martirena sobre la calidad en la construcción de viviendas en Villa Clara.
(Ilustración: Alfredo Martirena)

Corresponde, igualmente, continuar impulsando la búsqueda de locales estatales que pudieran ser adaptados como viviendas, pues, aunque Santa Clara, como cabecera provincial, resulte el más urgido, en todos los municipios existen necesidades y también posibilidades de rehabilitar mayor cantidad de locales en desuso.

La directora de la entidad, Marí­a del Carmen González Otero, en diálogo con Vanguardia insistí­a en la importancia de saldar los adeudos y cumplir lo previsto para el año en curso: «Debemos ir a la base a buscar soluciones, para lo cual la capacitación de nuestro personal juega un rol importante, pues solo el 13 % de nuestro personal está graduado de especialidades afines a las labores que ejecutan. Debemos, y en eso estamos, crear grupos de desarrollo de conjunto con la Universidad Central y el Instituto de Planificación Fí­sica.

«También nos corresponde velar más por la calidad, desde el principio hasta la terminación de la obra. Los retos son muchos, pero existe voluntad suficiente para asumirlos y vencerlos ».

Se trata, innegablemente, de un asunto complejo; mas, no imposible de resolver a mediano plazo. La filosofí­a está trazada, pero vale retomar las palabras conclusivas de Dí­az-Canel, cuando al resumir la tercera visita gubernamental a Villa Clara afirmó: «Son momentos de potenciar la buena voluntad para hacer. El amor por Cuba nos moviliza. Pensar como paí­s es pensar en el futuro de Cuba ».

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