Reunión de campesinos

Encuentro de productores agroecológicos de Villa Clara abogó por extender con ciencia y técnica, experiencias que entroncan con prácticas ancestrales de la tradición cubana.

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Muestra de productos agroecológicos producidos en fincas de Villa Clara.
Parte de la exposición con cultivos agroecológicos cosechados en fincas villaclareñas. (Foto: Luis Machado Ordetx)
Luis Machado Ordetx
Luis Machado Ordetx
@MOrdetx
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22 Septiembre 2022

Destacados campesinos villaclareños incorporados al Movimiento Agroecológico, en impulso al cuidado del medio ambiente y la soberaní­a alimentaria, presentaron sus respectivas experiencias combinadas con conocimientos ancestrales y de aplicación de ciencia y técnica en correspondencia con las solicitudes del paí­s para lograr cosechas sanas, de calidad y sustituir importaciones.

Juan de Mata Ribalta Morales, productor de Sagua la Grande.
Juan de Mata Ribalta Morales, de Sagua la Grande, abogó por sistematizar el cultivo de yuca a partir de semillas certificadas. (Foto: Luis Machado Ordetx)

El debate de criterios, en saludo al aniversario 64 del Congreso Campesino en Armas efectuado el 21 de septiembre de 1958, en Soledad  de Mayarí­, II Frente Oriental Frank Paí­s, así­ como a los 25 años del Movimiento Agroecológico De Campesino a Campesino (MACaC), surgido en Villa Clara y extendido luego a otras regiones cubanas, acogió la exposición de 21 ponencias de productores que, durante décadas, son menos dependientes de insumos y disponen de plantaciones y crí­as de animales más resistentes a los efectos del cambio climático y los embates de la sequí­a.

La provincia, en análisis integral por fincas, según el informe presentado, cuenta con unas         10 471 yuntas de bueyes incorporadas a Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA) y de Créditos y Servicios (CCS), y mantiene otros 772 animales en  adiestramiento para sumarlos a la tracción. Esa cifra, en incremento, resulta todaví­a insuficiente, al igual que los 321 implementos agrí­colas dispuestos y las  seis herrerí­as en existencia.

Arney Martí­nez Chongo, miembro del Buró Provincial de la ANAP en Villa Clara, afirmó que  la agroecologí­a, con enfoque integral de la producción resiliente, sustentable, económico, cultural y ambiental, tiene un fundamento en la conservación del suelo y el agua, la rotación y diversidad de cultivos, la utilización de materia orgánica y el fomento de plantaciones sanas, y libres de venenos quí­micos. De esta forma ha sido abordada durante la realización de talleres en las organizaciones campesinas y su acogida en fincas.

También resaltó el apego campesino a sistemas agroforestales y silvopastoriles conectados en las fincas, y el asesoramiento de centros cientí­ficos del territorio para llevar al campo simientes certificadas y validar medios biológicos, microorganismos eficientes, y simultanear prácticas ancestrales, entre las que resaltó el empleo de bueyes en la preparación de los suelos, hasta barreras vivas y muertas que atenúan la erosión y las limitaciones de abastos de agua en plantaciones de secano.  

Danilo Rubio Olivera (extrema derecha), destacado productor agroecológico.
El ganadero Danilo Rubio Olivera (extrema derecha), destacado productor agroecológico, hizo precisiones sobre las prácticas ancestrales de los abonos orgánicos. (Foto: Luis Machado Ordetx)

Adolfo Alvarado Esquijerosa, funcionario de la ANAP nacional, destacó la necesidad de generalizar las prácticas agroecológicas que despliegan los campesinos, y que debates de ese tipo contribuyen al intercambio de experiencias a partir de producciones que propagan la calidad de los cultivos y suelos, hasta el consumo sano de frutos, y el bienestar y la protección de los recursos naturales.  

También Leonardo Chirino González, fundador del Movimiento Agroecológico De Campesino a Campesino en el paí­s, recordó la importancia de la asociación de cultivos, como práctica usual en las fincas, y la diversidad genética y tecnológica que se impulsa a partir del acompañamiento de centros de investigación y convenios internacionales de colaboración.

Manuel González Betancourt muestra ofertas de alimentos confeccionados a partir del fruto del árbol del pan.
El cosechero serrano Manuel González Betancourt, mostró ofertas de alimentos confeccionados a partir del fruto del árbol del pan plantado en su finca. (Foto: Luis Machado Ordetx)
Fruto del árbol del pan.
Extender las plantaciones del árbol del pan en zonas de la montaña, como ocurre en otras regiones cubanas, constituyó un acuerdo impostergable entre campesinos. (Foto: Luis Machado Ordetx)

En el encuentro fueron destacados los aportes  de Genaro Rafael González Beltrán en el cultivo de maní­ Inca para la obtención de aceites medicinales, así­ como la propagación de plantaciones y consumo de la fruta del pan (mazapán, viahóo o panapén), de Manuel González Betancourt, y la producción y uso de ceniza vegetal en el suelo, presentado por Delvis Conde Espinosa, todos residentes en Manicaragua.

También resaltaron las ponencias sobre el empleo de la agroecologí­a en la finca El Paraí­so, de Encrucijada, de César Luis Fernández Dí­az y Angélica Marí­a Dí­az Fernández, junto a los abonos orgánicos del humus de lombriz, de Oscar González Leiva (Remedios), el ví­nculo ganaderí­a-cultivos varios, de Danilo Rubio Olivera (Ranchuelo), aplicación de microorganismos eficientes, de Omar Zamora (Santa Clara), el manejo integrado de suelos, de Juan Rosa Llerena (Quemado de Gí¼ines), y cultivos ecológicos, de Emilio Chávez Estévez, de Placetas.

De esa nómina saldrá la representación villaclareña al VIII Encuentro Internacional de Agroecologí­a, Soberaní­a Alimentaria, Educación Nutricional y Cooperativismo, previsto para noviembre próximo.

Muestra de confecciones y alimentos elaborados por mujeres campesinas.
La mujer campesina, con exposiciones textiles y útiles del hogar y alimentos elaborados, destacó en el encuentro agroecológico. (Foto: Luis Machado Ordetx)

Será una reunión campesina que, con la finca y la comunidad en el centro de la gestión agropecuaria, sustentará alternativas viables para mitigar los efectos adversos del cambio climático, la necesidad de acometer la biodiversidad, la producción de semillas, la preservación del suelo y el agua como recursos indispensables, y la obtención de cultivos sanos y necesarios en la salud humana.    

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