A la actriz y activista Lizandra Martín Martín se le estruja el alma cada vez que debe reactivarse el proyecto «Santa Clara por la vida », el cual, aunque cumple una tarea noble, solidaria y humanista, de alguna manera se relaciona con el sufrimiento y la desgracia. No obstante, la labor de sus integrantes y de personas de buen corazón que aportan con donativos para los más necesitados, será siempre un hermoso acto de amor y esperanza.
Ahora, por cuarta ocasión, el proyecto convoca de nuevo para apoyar a los compatriotas de Pinar del Río, azotados recientemente por el huracán Ian. Varios ya han acudido al llamado y han llegado hasta el centro cultural El Mejunje, lugar de encuentro y organización de los donativos.
«Volvimos a activarnos prácticamente al unísono con los colegas del Guiñol de Remedios, que también se movilizaron para enviar ayuda a los muchachos de Titirivida, teatristas de Pinar del Río. Estamos recibiendo ropa, aseo personal, comida y todo tipo de artículos que la gente pueda donar. También agradecemos a quienes puedan facilitar medicamentos, pues hay damnificados que perdieron casi todo y quizá los necesiten.
«A mí en verdad me duele tener que pedirle ayuda al pueblo de Santa Clara, porque realmente creo que lo ha dado todo. Sin embargo, hoy llegamos en la mañana y siempre encontramos a alguna persona que viene, una y otra vez, a ayudarnos con el proyecto », expresa Lizandra.
«Santa Clara por la vida » estará recibiendo las donaciones en El Mejunje hasta el lunes 3 de octubre, en el horario de 9:00 de la mañana a 12:00 del mediodía, y también se recibirán en la sede del Guiñol de Remedios, en la Octava Villa. La próxima semana los integrantes planifican viajar hasta la provincia más occidental de Cuba para llevar lo recopilado.
La hermosa iniciativa, surgida durante los momentos más duros de la pandemia de la COVID-19, no ha estado impasible ante otras tragedias, como la explosión en el hotel Saratoga, de La Habana, y el incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas.
«El proyecto surgió como un gesto natural, una acción que comenzó por los artistas hasta sumarse toda Santa Clara. En la pandemia hicimos muchas cosas, como atender abuelitos necesitados, repartir alimentos, entregar medicamentos que, incluso, facilitamos a algunos hospitales, y cuando lo del “Saratoga†nos activamos de manera espontánea.
«Fue increíble la manera en que las personas vinieron aquí, sin dar datos personales ni nada, solo decían: “Cojan, muchachosâ€, con confianza total en que todo lo donado llegaría a su destino.
«Volvió a suceder con el siniestro en Matanzas, y ahora prácticamente no tuve ni que hablar. Apenas pasó lo de Pinar del Río, muchos me escribieron para venir a El Mejunje y entregar una parte suya ».