Entrevista a Asiel Aguada Barceló, joven delegado de circunscripción, presidente del consejo popular Sakenaf-Caracatey y candidato a diputado por Santa Clara.
Asiel Aguada Barceló, presidente del consejo popular Sakenaf-Caracatey y candidato por el municipio de Santa Clara a las elecciones del próximo 26 de marzo. (Foto: Carolina Vilches Monzón)
Victoria Beatriz Fernández Herrera
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21 Marzo 2023
21 Marzo 2023
hace 1 año
Caminar las calles del consejo popular Sakenaf-Caracatey significa visualizar los problemas que aquejan a sus pobladores. Entre el desabastecimiento de agua, la compleja situación de la vivienda y la escasez de medios de transporte, la realidad resultaría abrumante si no existiese el mago del Caracatey, el hacedor de milagros, el que intenta hasta conseguir.
Con solo 29 años, Asiel Aguada Barceló se convirtió en un referente para los vecinos de esos populosos barrios santaclareños. Además de presidente del consejo popular, delegado de la circunscripción 54 y candidato a diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) por el municipio Santa Clara, el joven es refugio de cuanta persona necesite ayuda y padrino de los miles de habitantes de uno de los lugares más apartados del centro de la ciudad.
«Al ocupar el cargo en un consejo popular tan complejo como el Sakenaf-Caracatey, traté de crear un mecanismo de participación popular que vinculara tanto a la dirección de la estructura como a la población. Siguiendo este principio, creamos los proyectos de trabajo comunitario Trabajar en lo grande y lo pequeño, Mi corazón late por ti y Por amor a mi terruño, para enaltecer al ser humano y al área donde vivimos» explicó a Vanguardia.
«Hasta hoy, logramos abrir una sucursal de la Empresa Eléctrica de Villa Clara; inaugurar un lavatín comunitario con dos pozos nuevos que garantizan el abasto de agua; habilitar un lugar para la venta de cloro, fundamental durante el enfrentamiento a la COVID-19; eliminar los microvertederos que atentaban contra la higiene colectiva, y entregar 20 viviendas a familias en situación de vulnerabilidad».
Trabajadores por cuenta propia, empleados estatales, amas de casa, personas reincorporadas luego de cumplir sanciones penales y cualquiera con deseos de ayudar integran el grupo de activistas que, con apoyo del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba y el Gobierno en Villa Clara, trabaja por mejorar las condiciones de vida de los residentes del lugar. Gracias a la Brigada Alfa, como se nombra popularmente a este grupo de mujeres y hombres, las transformaciones caminan a ritmo acelerado.
«Por citar algunos ejemplos, un carpintero de la comunidad ha donado más de 24 camas y dos cunas; un colchonero ha entregado más de 22 colchones; y algunos trabajadores del sector privado vinculados a la producción de alimentos atienden a adultos mayores con bajos ingresos que no integran el Sistema de Atención a la Familia (SAF)».
Las labores constructivas para renovar el barrio han sido claves fundamentales en la gestión de Aguada Barceló; sin embargo, la superación personal y profesional de quienes lo habitan también constituye otra de sus tantas preocupaciones.
La Facultad Obrero Campesina que funciona en el consejo popular, tanto para niños y jóvenes como para adultos, es un ejemplo claro del ánimo de fomentar la educación y la cultura. «En una de nuestras aulas, siete madres con más de cinco hijos cursan el sexto grado y tendrán la posibilidad de graduarse en la Educación Primaria para continuar sus estudios en otros niveles —enfatiza Asiel —. La misma escuela ha formado ya a más de 200 jóvenes».
Para el presidente del consejo popular Sakenaf-Caracatey, un día debería durar 30 horas. Su vocación de servir a quienes lo eligieron como representante consume la mayor parte de su tiempo y, aún así, dedica minutos para saludar a los vecinos de la comunidad o conversar mientras recorre las entrecalles del barrio.
«La presencia del delegado en todas las dificultades que atraviese su circunscripción resulta imprescindible en la gestión del Poder Popular. El abrazo compartido y el acompañamiento en una situación determinada influye positivamente» insiste.
Mientras conversa con Vanguardia, Aguada Barceló repasa sus pendientes: hallar una solución inmediata para la inexistencia de transporte hacia las zonas rurales alejadas de la ciudad; reparar los viales que mantienen incomunicadas varias áreas; y estabilizar el abasto de agua en pipa en las circunscripciones afectadas.
«El amor por nuestro terruño, por lo que hago y lo que aún puedo aportar constituyó mi principal motivación para asumir la gran responsabilidad que hoy sostengo sobre mis hombros. Quería representar a una población que, aunque con insatisfacciones, marcha conmigo hacia el progreso».