![Ricardo R. González](https://vanguardia.cu/images/system/periodistas/ricardo.jpg)
Razón tuvo el Apóstol con su extraordinaria clarividencia para apreciar, en la santaclareña Carolina Rodríguez Suárez, las esencias de una mujer patriótica, virtuosa y profundamente humana.
Próximo a cumplirse el aniversario 198 de su natalicio, desde la Sala Caturla, la Sociedad Cultural José Martí realizó su homenaje a tan noble servidora a la Patria.
Una cubana que no claudicó en el empeño de luchar por la libertad de su país, a expensas de que podía costarle la vida. Así prosiguió, desafió su tiempo y figuró como agente secreta, bajo el seudónimo de Cubanacán, al tiempo que mantuvo vínculos con el General Carlos Roloff durante los episodios de la Guerra Chiquita.
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En su modesta vivienda del otrora Callejón del Carmen, marcada con el número 14, tenía una habitación convertida en arsenal de armas y de otros pertrechos destinados a un grupo de libertarios que se lanzarían a los campos en busca de la independencia.
Mas no solo Carolina fue la patriota de avanzada, le molestaban los cánones de su época y censuraba a las damas de la sociedad envueltas en las fiestas de lujo, la banalidad, y notoriamente alejadas de aquella necesidad de contribución económica para la causa.
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Allí, en ese espacio de la Biblioteca Provincial Martí, llegaron las evocaciones. Se rememoró a un Héroe Nacional que la conoció en los preparativos de la guerra del 95 y le resultó suficiente para admirar la valentía de esta mujer, además de la fuerza de su verbo y la justeza de sus palabras devenidas acciones.
Y entre los asistentes primaron las remembranzas martianas de aquella mujer que salía muy de mañana, arropada en su manta de lana, para ocupar su puesto como despalilladora de tabaco, y con el modesto jornal y sus dificultades visuales, a los 70 años, distribuía el dinero entre los clubes que recaudaban fondos destinados a la guerra y a los cubanos enfermos en el exilio, por lo que apenas quedaba algo para su sustento.
La emigración se impuso y al término de la guerra, entre los cubanos que pudieron regresar a Cuba, figuraba ella. Llegó muy enferma y casi ciega a su ciudad natal, así ocupó su lecho en la morada de aquel Callejón del Carmen, honrado por su nombre, hasta que el 2 de junio de 1899 su vida apagó sin los reconocimientos que merecía una patriota de su estirpe.
A través de la historia el legado de Carolina está vigente. Y pudiéramos preguntar ¿Cuántas villaclareñas llevan la fuerza de su ejemplo? ¿cuántas siguen apoyando las causas justas a pesar de los tiempos adversos?
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Una de ellas, de ese presente que enriquece la historia, pronunció las palabras de tributo y agradecimiento. La Dra. María de Lourdes Sánchez Álvarez, al frente del Laboratorio de Microbiología y Química Sanitaria del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología (CPHEM), recordó los agudos años de enfrentamiento a la pandemia que marcó un reto para todos y también para las féminas porque no importa la época histórica, si no la manera de enfrentar las realidades, el virtuosismo para seguir adelante, desafiar temores y asumir las causas en favor de la humanidad.
«En ese, nuestro tiempo, fueron muchas las horas y la vigilia por el prójimo, pero vencimos y aquí estamos para enfrentar los nuevos retos que pudieran aparecer», subrayó.
Y retomó las ideas del Apóstol como una de sus máximas para el desempeño profesional: «Sirve y vivirás, despídete de ti mismo y vivirás, ama y vivirás».
Algo valedero para las continuadoras de Carolina Rodríguez, la cubana que Martí denominó «El alma de Cuba.
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Leonardo Pérez Leiva, presidente de la Sociedad Cultural José Martí en Villa Clara, resumió el recordatorio a la ejemplar villaclareña, santaclareña y cubana que trascendió a su tiempo para pasar a la historia.
EN LA SESIÓN
Reconocimiento Carolina Rodríguez Suárez 2023
— Marta Mederos Acosta.
— Olga Lidia Álvarez Roque.
— Eneida López Peralta.
— Yaritza Moya Caballero.
Al desempeñarse la patriota villaclareña en los oficios de las tabaquerías se estimularon a continuadoras del oficio con el Concurso «Carolina entre nosotros en sus puestos de trabajo». Las ganadoras son:
— Tercer lugar: Lisandra Soto Rodríguez, de la UEB Manicaragua.
— Segundo lugar: Carmen Acosta Gutiérrez (UEB de Tabaco Torcido de Exportación de Manicaragua).
— Primer lugar: Mabel Bermúdez Cárdenas (UEB Provincial Villa Clara).