Un viernes 24 de julio, seis décadas atrás, el Che Guevara dejó inaugurada la Industria Nacional Productora de Utensilios Domésticos (Inpud), única de su tipo que, desde Santa Clara, elabora equipos electrodomésticos para los hogares cubanos, ocasión que fue recordada aquí por su permanente contribución a la economía del país.
La Inpud Primero de Mayo, con una inversión superior a los 13 millones de pesos, tecnología y asesoramiento técnico checo, también se sumó al empeño de industrialización que impulsó el Che como ministro de esa rama. Junto con las fábricas de bujías Neftalí Martínez (Sagua la Grande), de bicicletas Heriberto Mederos (Caibarién) y Planta Mecánica Fabric Aguilar Noriega, también ubicada en la cabecera provincial, llevaron el empuje de las transformaciones socioeconómicas de un territorio sin precedentes en estructuras tecnológicas de nuevo tipo.
Desde un principio, se recordó en el acto, el estudio y el trabajo, de conjunto con la superación profesional y vínculos con las carreras técnicas existentes en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, marcaron una huella en las acciones desplegadas por los trabajadores.
La noche de la inauguración, de acuerdo al discurso del Che, en principio unos 1200 trabajadores se insertarían en dos jornadas laborales para producir anualmente unos 40 000 refrigeradores, similar cantidad de cocinas de gas y fregaderos de hierro, así como 45 000 pocetas para duchas y 100 000 ollas de presión, surtidos fundamentales para mejorar las condiciones de vida de la familia cubana.
También la planta de Moldes y Troqueles, aledaña a la fábrica, prestaría otros servicios intermedios a fábricas insertadas en la industrialización nacional.
Limitada en diferentes momentos de los últimos años por carencias de materias prima esenciales, la Inpud jamás paralizó sus máquinas, lo cual obligó a diversificar producciones y fortalecer las encomiendas de la empresa estatal socialista con estrategias de ampliación de negociaciones e incursión en la exportación.
Marisel Montero Lago, la directora general de la Inpud Primero de Mayo afirmó que en 1991 la fábrica sufrió la caída de sus principales terminados tradicionales, y años después se insertó a un programa de redimensionamiento que llevó al término del pasado siglo a la certificación de la calidad de su gestión económica y productiva que llevó desde el montaje de bicicletas en períodos precedentes, hasta el ensamblaje de ventiladores, cocinas y envases plásticos de diferentes volúmenes.
Osnay Miguel Colina Rodríguez, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en Villa Clara, al recordar el empuje productivo y de superación profesional que caracteriza a la fábrica Inpud, añadió la intervención conjunta de seis proyectos de ciencia e innovación que, desde esa entidad, tienen relaciones con carreras de ciencias técnicas con la Universidad Central.
Durante el acto la Federación Mujeres Cubanas y la Central de Trabajadores de Cuba reconocieron a Marisel Montero Lago por el desempeño en la dirección de la entidad fabril, y el colectivo laboral también recibió una placa, otorgada por el Sindicato Nacional de Industrias, por sus aportes sistemáticos al servicio de la familia cubana.
En la actualidad, la Inpud, fundada por el Che, incursiona en el ensamblaje de ollas eléctricas, así como arroceras y cafeteras, junto con el montaje de ventiladores de diferentes tipos, interruptores y tomacorrientes, y sostienen vínculos con formas de gestión no estatal, hecho que augura a pesar de las limitaciones de insumos a continuar con ritmos estables en producciones que, no tradicionales, se incluyen en la diversificación de surtidos.