Camajuaní: creatividad y desarrollo a las puertas de la comunidad

Camajuaní impulsa el desarrollo social a través de la innovación y el bienestar de proyectos vinculados a las comunidades e instituciones del territorio.

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Fabricación de botas plásticas en Camajuaní.
Con la diversificación de sus productos, el proyecto de desarrollo local Creación busca afianzar su paso hacia el estatus de mipyme. A día de hoy, la generación eléctrica a través de paneles solares ya les permite una mayor autonomía. (Foto: Niurys Castillo Hernández)
Niurys Castillo Hernández y Anisbel Luis Reyes
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15 Septiembre 2025

Satisfacer las necesidades de los cubanos se torna cada día más complejo. Lograr que alimentos y productos de primera necesidad converjan en tiempo y espacio supone una odisea griega. Mas, cuando la voluntad de ayudar es prioridad en la agenda de trabajo, no existe impedimento capaz de frenar el aporte colectivo.

«Aquí el desarrollo no es una palabra vacía, es una práctica que se vive en cada barrio, en cada institución, en cada gesto», afirma Lida Machín Ferrer, directora de Desarrollo en Camajuaní. El impulso local en la Tierra de Valles y Parrandas convirtió la estrategia abstracta en una red viva de proyectos, emprendimientos y alianzas capaces de autosustentarse, generar empleo, aportar al presupuesto estatal y mejorar la calidad de vida de sus trabajadores.

Punto de venta del proyecto Creación.
En el punto de venta del proyecto de desarrollo local Creación, el pago por código QR y las pasarelas de pago es una oferta diaria, constituyendo un ejemplo de rentabilidad dentro del proceso de bancarización. (Foto: Niurys Castillo Hernández)

Con 23 proyectos de desarrollo local y 89 mipymes activas, Camajuaní es vanguardia en establecer la simbiosis economía-sociedad. El impacto va más allá de cifras matemáticas. Hoy día, las acciones son palpables y los resultados promisorios.

Donaciones a círculos infantiles, hogares maternos y casas de ancianos; entrega de mochilas escolares, jugos y alimentos a instituciones educativas y de salud; instalación de luminarias en parques infantiles, producción de botas para trabajadores de la industria alimentaria y reparación de locales comprenden la lista de actividades recientes llevadas a cabo por el sector no estatal del municipio.

«Las mipymes y los proyectos participan activamente en lo que está sucediendo en el territorio. No esperan a que se les convoque, se adelantan», asegura Machín.

Taller de corte de mochilas y luncheras.
La producción de mochilas y loncheras llegó hasta las familias vulnerables del municipio. Su venta en la comunidad quedó por debajo del mercado informal, siendo una de las alternativas más viables para la población del territorio. (Fotos: Niurys Castillo Hernández)
Fabricación de mochilas y luncheras.

Uno de los ejemplos más sólidos es el proyecto Creación, liderado por Yosbany Bernal Rodríguez. Surgido en 2022 como iniciativa vinculada al parque científico-tecnológico de Villa Clara, Creación ha logrado independencia energética mediante paneles solares y proyecta convertirse en mipyme en los próximos dos años. Sin embargo, su papel ante la sociedad camajuanense sobrepasa la ampliación de su gama de producciones. Su enfoque administrativo combina innovación tecnológica con ciencia, desarrollo y sensibilidad social.

«Nos acercamos a los lugares más vulnerables: círculos infantiles, hogares maternos, casas de ancianos. Les donamos insumos, alimentos, mochilas, lo que necesiten. No es solo producción, es compromiso», explica Bernal.

Una vez al mes, los representantes de Creación recopilan las necesidades de los centros priorizados del municipio. Hasta la casa de amparo filial, las comunidades vulnerables y los hogares materno y de ancianos ha llegado la voluntariedad y el esfuerzo creativo. Otros ajustes en su sistema de trabajo incluyen los procesos de bancarización y las plataformas digitales como alternativas para el pago de productos.

 «En nuestra tienda se implementan las pasarelas de pago, el código QR y servicios de caja extra, facilitando la bancarización y el acceso a productos sin necesidad de efectivo. Es una seguridad para los trabajadores y para la comunidad. La tecnología está al servicio de la gente», añade.

Calle de Camajuaní.
El asfalto de las áreas aledañas a los locales de producción, la generación eléctrica alternativa y el trato preferencial a sus trabajadores distingue el proyecto que inició en 2022 y hoy es referente en el territorio. (Foto: Niurys Castillo Hernández)

Manuel Pérez Sánchez, coordinador económico del proyecto, destaca el crecimiento sostenido: «Este año esperamos un aumento del 10 % en la producción. Eso se traduce en mayores aportes al municipio y en más capacidad para ayudar». También se producen mochilas, loncheras y carpetas escolares que se venden directamente en las escuelas, abaratando costos para las familias. «El ahorro es real, y las familias lo agradecen», subraya Pérez.

Con más de 60 trabajadores, en su mayoría jóvenes desvinculados del sector estatal, «Creación» genera empleo estable y arraigado en la comunidad. «Para muchos es su primer empleo, su primer ingreso estable, su primer vínculo con el desarrollo», dice Pérez. La formación continua y el sentido de pertenencia fortalecen el impacto del proyecto, transformado en referente de inclusión y sostenibilidad.

Camajuaní demuestra que el desarrollo local puede ser más que una estrategia económica. Consolidar una red de solidaridad, innovación y compromiso eleva el bien común sobre lo particular. En tiempos de desafíos, este vínculo debe ser prioridad.

«El desarrollo no se decreta, se construye con las manos, con el corazón y con la voluntad de transformar», concluye Lida Machín.

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