
La consulta sobre el anteproyecto del Código del Trabajo realizada por trabajadores de Planificación Física en Villa Clara aportó criterios sustanciales al proceso legislativo nacional, con énfasis en el empleo digno, las nuevas modalidades laborales y la actualización de derechos vinculados a la movilidad y la equidad salarial.
«El concepto de empleo digno aparece explícitamente refrendado en el proyecto, y eso es esencial», afirmó Yordan Manuel Vila Bravo, director de Asuntos Legales de la Delegación Territorial de la Vivienda y Urbanismo. «No se trata solo de una definición jurídica, sino de garantizar que el trabajo sea realmente la principal fuente de sustento de las familias, como establece la Constitución».
Entre los planteamientos más relevantes estuvo el reconocimiento del teletrabajo y el trabajo a distancia como modalidades que requieren regulación clara. «Se debatió cómo ejecutarlo, cómo controlarlo y cómo desarrollarlo», explicó Vila Bravo. También se abordó la posibilidad de que los trabajadores puedan realizar sus funciones desde el exterior, durante estancias temporales, con autorización administrativa y por causas personales justificadas.
Otro eje de la consulta fue el acceso a licencias laborales en contextos de movilidad internacional, así como la necesidad de que el Código contemple mecanismos flexibles para su otorgamiento.
Alina de la Caridad González Morrell, jefa de Grupo de Organización y Planificación en el Notu de Villa Clara, destacó el análisis sobre la categoría de confiabilidad. «Se propuso que no dependa de una sola autoridad, porque cuando hay cambios de dirección, muchas veces se separa a trabajadores que han demostrado lealtad y compromiso».
Los participantes también plantearon el derecho a solicitar aumentos salariales cuando existan mejores ingresos provinciales o nacionales, y propusieron reconocer incrementos para quienes laboran fuera de su provincia, junto a garantías de alojamiento, condiciones de trabajo y transporte hacia sus municipios de residencia.
Todas las propuestas quedaron recogidas en el acta conclusiva, como parte de un ejercicio que, según Vila Bravo, fue «provechoso y rico en criterios». La consulta permitió expresar preocupaciones reales y aportar ideas concretas para mejorar el articulado del anteproyecto.