Chikungunya en la mira villaclareña

La provincia figura entre las más afectadas por este tipo de arbovirosis.

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Vanguardia - Villa Clara - Cuba
Ricardo R. González
Ricardo R. González
@riciber91
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18 Octubre 2025

Si bien el panorama epidemiológico resulta complejo y advierte la presencia del dengue, el Oropouche y de otras enfermedades derivadas de picadas de vectores, no se resta importancia al Chikungunya que evidencia transmisión en Villa Clara entre las ocho provincias más afectadas en la actualidad.

Los estudios muestran confirmaciones de que una persona puede contraer, de manera simultánea, este virus y también el dengue ante síntomas muy similares que aparecen entre los cuatro y los ocho días posteriores a la picada del agente que infesta.

Habrá, entonces, fiebre alta y repentina de corta duración, dolor de cabeza intenso, debilidad extrema, inflamaciones articulares y musculares que pudieran coexistir con escalofríos, náuseas, diarreas y vómitos persistentes, extendidos de cinco a siete días o quizás más, en dependencia de las características de la persona.

El responsable causal de la situación es el mosquito Aedes aegypti, el mismo que induce al dengue y a otras arbovirosis ante una afección que no dispone de un tratamiento específico. El reposo, la ingestión de abundante líquido y la administración de determinados medicamentos, siempre orientados por los facultativos y sin automedicación, resultan válidos como alternativas dispuestas.

Funcionarios nacionales del MINSAP refirieron, hace pocas horas, las posibilidades de fumigación y el retorno del abate, mas no todo depende de ello porque en tiempos complejos es inadmisible descuidar las acciones en el hogar y colectivos laborales a fin de eliminar las fuentes que provocan criaderos de mosquitos ante descuidos en la limpieza de patios y solares, el marcado estancamiento de aguas albañales, de desagües tupidos por años, y la acumulación de desechos sólidos que hacen más crítica la realidad existente.

Influye la responsabilidad ciudadana y es cierto las múltiples indisciplinas y negligencias cometidas a diario, pero no dejemos que la balanza recaiga solo hacia el lado personal. Hay organismos responsabilizados con estas tareas y a ellos compete su papel en una sanidad que es colectiva.

En el caso específico del Chickungunya, debemos recordar que puede transitar por tres fases: la aguda, la subaguda y la crónica, pudiendo esta última extenderse hasta 90 días o quizás más ahora exacerbado por un período de continuas lluvias, la crítica situación que presenta el abasto de agua, la descomposición de alimentos por la continua falta del fluido eléctrico, entre otras contingencias que abren puertas a la aparición de la enfermedad diarreica aguda (EDA) junto a otros padecimientos digestivos.

Las recomendaciones están: higiene personal y colectiva, actores que deberán reforzar el cumplimiento de lo que tienen normado, y la asistencia al facultativo ante el mínimo indicio de fiebre, vómitos, decaimiento u otras manifestaciones, a tenor de que la prevención es de todos.

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