Los continuadores de Albarrán

El Hospital General Docente Mártires del 9 de Abril de Sagua la Grande incorporó la cirugí­a endoscópica del tracto urinario inferior.

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Cirugía endoscopica del tracto urinario inferior, en hospital de Sagua la Grande.
A punto de iniciar la intervención a un paciente mediante el empleo de uno de los componentes del equipo de endourología baja. Un acto mínimamente invasivo que no excedes los 30 minutos como promedio.(Foto: Ramón Barreras Valdés)
Ricardo R. González
Ricardo R. González
@riciber91
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12 Abril 2017

Hay sueños que aguardan y aunque parezcan infinitos, a la postre, se hacen realidad. Así­ les ocurrió a los jóvenes galenos Aristony de Armas Ví­ctores y Vladimir Chaviano Surí­ en sus empeños de hacer más por la vida.

El camino no resultó fácil hasta que un dí­a tocó a las puertas el regalo preciado, y ya pueden decir que el Hospital General Docente Mártires del 9 de Abril de Sagua la Grande dispone de un nuevo servicio con la inclusión de la cirugí­a endoscópica del tracto urinario inferior (vejiga, próstata y uretra) que, en sus inicios, ha beneficiado a una veintena de pacientes.

Es el primer municipio, después de la capital provincial, en admitir una técnica que en el caso de la vejiga responde a la solución efectiva ante determinados tipos de tumores y de litiasis (cálculos) vesicales apartados por completo de las molestias e inconvenientes de una cirugí­a convencional, al igual que para el tratamiento de la hiperplasia benigna o agrandamiento de la próstata, de algún tipo de adenocarcinoma, y de las estenosis definidas como estrechez en la uretra.

Cirugí­a endoscópica del tracto urinario, hospital 9 de Abril, Sagua la Grande.
«Los procederes se determinan de acuerdo con la valoración facultativa de cada enfermo. Presentan escasas complicaciones, menor estadí­a hospitalaria, unido a un proceso postoperatorio más favorable », señalan los doctores Aristony de Armas Ví­ctores (a la izquierda) y Vladimir Chaviano Surí­. (Foto: Ramón Barreras Valdés)

«Todas estas afecciones tienen sus criterios facultativos a fin de que el enfermo sea incluido o no en estos procederes. Se necesita un estudio exhaustivo de las caracterí­sticas individuales porque si bien existe un padecimiento común cada proceso difiere en su comportamiento », subrayan los jóvenes urólogos.

Si hablamos de ventajas respecto a métodos tradicionales sobresale la durabilidad de un acto que no excede los 30 minutos como promedio. A ello se suma las acciones mí­nimamente invasivas con escasas complicaciones, sin descartar una menor estadí­a hospitalaria y un proceso postoperatorio más favorable.

Si en determinado caso existiera algún contratiempo se procede al ingreso por uno o dos dí­as, de lo contrario bastan algunas horas en observación para que el paciente retorne a su hogar.

Tanto de Armas Ví­ctores como Chaviano Surí­ confirman que esta opción quirúrgica es válida para uno y otro sexo, sin limitantes de edad, y que en el caso de las contraindicaciones resultan mí­nimas.

«Con esto nos acercamos a los propósitos del Ministerio de Salud Pública de realizar aproximadamente el 20 % de la totalidad de las cirugí­as por ví­a endoscópica ».

A pesar de las bondades del método y que influye en la reducción considerable de los costos hospitalarios no todo aparece por el arte de varitas mágicas, pues el equipo realizador ha enfrentado dificultades técnicas y también de insumos.

Lástima que la falta de otros instrumentales impida incrementar la cifra de asistentes a un salón habilitado solo con dos frecuencias mensuales para dichos menesteres.

Una mirada a los costos universales para este tipo de cirugí­a endoscópica precisan 4500 euros como mí­nimo. Sin embargo, la cifra  es conservadora si se tiene en cuenta el área geográfica donde se realiza y la categorí­a de la institución hospitalaria.

Mientras tanto Aristony y Vladimir junto al resto del equipo integrado por anestesiólogos, personal de enfermerí­a y auxiliares de salón, entre otros manifiestan su satisfacción por regalarle sus esfuerzos al aniversario 49 de Hospital 9 de Abril, inaugurado por Fidel en 1968.

Por su parte los nuevos urólogos sienten que cumplen sus respectivos compromisos con el eminente cientí­fico Joaquí­n Albarrán Domí­nguez (1860-1912), médico sagí¼ero cuya obra lo consagró como uno de los más relevantes protagonistas de la Urologí­a a escala mundial.    

«Fue una de las tantas ideas que pasó por nuestras mentes aquel dí­a en que nos graduamos. Hacer algo para honrar su memoria, y hoy somos modestos continuadores del Maestro ».

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