
Los cosecheros de cultivos varios en Villa Clara refirmaron el compromiso de mayores volúmenes productivos al comenzar la campaña de frío y disponer, a pesar de la fuerte sequía y el agotamiento de fuentes de abasto de agua, de maquinaria para el alistamiento de tierra y semillas de alta calidad que garantizarán altos rendimientos por superficie atendida.
Con un trabajo voluntario en áreas de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Albarrán, perteneciente a la Agropecuaria Valle del Yabú, en Santa Clara, arrancaron las faenas de siembras de la etapa invernal, extensiva de septiembre a febrero. Similares actividades se desplegaron en los restantes doce municipios.
Un 80% de los acopios del año entrante se obtienen a partir de las 29 253,5 hectáreas que plantarán durante el período, dijo Rafael Rodríguez Pérez, subdelegado provincial del área funcional agrícola. Acotó que la cifra representa un 15% de crecimiento en relación con similar etapa anterior.
Ahí sobresalen los montos de viandas y hortalizas, y se incluyen las 410 ha de papa que diseminarán por campos de Santa Clara, Santo Domingo y Remedios, y otros en estudio ubicados en Sagua la Grande y Quemado de Gí¼ines, suelos rojos que tienen infraestructura de riego de agua.
Significó la estrategia de sustituir importaciones de alimentos y ampliar los destinados a mercados en fronteras, y apuntó que se trabajará con maquinarias para el alistamiento de tierras y aseguramientos de sustancias químicas y naturales dedicadas al enfrentamiento de plagas y enfermedades en los cultivos.
El énfasis mayor se coloca en los granos (frijol, maíz y arroz), lo cual atenuará compras en suministradores foráneos, y en producciones frescas y en conservas de tomate, cebolla, col y condimentos frescos, o recolecciones rápidas de boniato, yuca, malanga y plátano.
Cuentan, dijo el funcionario, con variedades de semillas agámicas y botánicas en viandas, granos y hortalizas. También velarán por el cumplimiento de los cronogramas de plantaciones, la atención a los sembrados, recolecciones de cultivos y abastos a los destinos, entre los que sobresalen mercados estatales que tributan en la disminución de precios topados y el consumo social.
Destacó la trascendencia del movimiento de productores de avanzada del sector campesino y cooperativo de Camajuaní, así como otros formados en Placetas, Manicaragua, Encrucijada, Cifuentes, Santo Domingo y Santa Clara, decisivos en la transferencia de tecnologías, ventas contratadas y cuantía de cosechas.
En Valle del Yabú, sede del trabajo voluntario masivo, se alcanzarán al cierre de año unas 43 000 toneladas de cultivos varios, cantidad que supera lo precedente en aras de satisfacer por el momento el 75% de las necesidades básicas de alimentación de la capital villaclareña.
En ese propósito completarán antes de diciembre las 1200 ha con modernos sistemas de riego de agua, cifra que representa el 33% del total del terreno de cultivos, al tiempo que apuntalan la atención con maquinaria y la cosecha a una veintena de formas productivas privadas empeñadas en afianzar los volúmenes de acopios y aumentar la eficiencia económica.