Más allá de los incidentes ocurridos en las parrandas de Camajuaní, Remedios y Zulueta, el espíritu parrandero se crece por encima de las adversidades.
Las lágrimas de aquella muchacha, quien observaba los daños en la hermosa carroza de su barrio San José (Sapos), conmovían al corazón más rudo. Un infortunado incidente en el contenedor que transportaba voladores, los hizo saltar por los aires, y varios gí¼ines encendidos impactaron en la parte posterior del carromato. Aún más penoso fueron las dos personas lesionadas por quemaduras.
La gente no creía lo ocurrido. Al principio hubo confusión, hasta se pensó que formaba parte del espectáculo, pero la realidad fue totalmente distinta. Aunque las especulaciones resultaban inevitables, de inmediato las autoridades pertinentes se presentaron en el lugar para investigar las causas.
Remedios, Zulueta, y ahora Camajuaní han levantado un sinnúmero de suposiciones. ¿Negligencia, indisciplina?, cada hecho tiene sus peculiaridades y se han tomado las medidas requeridas en el sitio de los acontecimientos. Mas, la gente tiende a concentrarse en los hechos negativos y deja en segundo plano lo demás.
Durante todo el día las parrandas camajuanenses brillaron. Las pasiones entre Chivos y Sapos sazonaron el festejo que disfrutaron tanto los nacidos allí como los visitantes. Los changí¼íes, las carrozas, los cabezones, tiros del fuego e ingeniosas iniciativas se disfrutaron ampliamente.
Encomiables fueron los esfuerzos de las autoridades del municipio y de las fuerzas del orden para garantizar la seguridad. Las personas respetaron las medidas de manera disciplinada. En el pueblo había cierta complicidad para entre todos aportar al buen desempeño de las parrandas.
No hubo un solo herido en los innumerables y continuos tiros de fuego a lo largo de seis cuadras. «En Camajuaní nunca se había tirado tanto », escuché exclamar con cierto orgullo a un anciano.
La carroza de los Chivos pudo hacer su salida cerca de la medianoche. Los del barrio Santa Teresa recrearon la llegada de los Tres Reyes Magos ante el nacimiento de Cristo. Impactaba ver a las personas congregadas frente a aquella obra de arte, tratando de inmortalizarla mediante fotos o una filmación.
Luego, muchos esperaron hasta las 3:00 de la madrugada para ver el debut de los Sapos que se introdujeron en la atractiva cultura de Indonesia, infortunadamente impedido por el incidente. A pesar de ello, resultó conmovedora la solidaridad de los parciales del barrio contrario.
Los Chivos lamentaron que sus rivales no pudieran sacar su carroza, porque ellos saben cuánto dinero, tiempo, esfuerzo y sudor cuesta hacerla. No obstante, los de San José la movieron al día siguiente y recibieron el aplauso del pueblo. ¡Ese es el espíritu de las parrandas!
Siempre serán lamentables incidentes como el ocurrido, y más aún, que haya personas lesionadas. No obstante a ello, la experiencia de las medidas tomadas por las autoridades y la disciplina del pueblo es lo que debe primar.
Las parrandas de Camajuaní, Premio Memoria Viva 2017, son un ejemplo de pasión y amor por la tradición. Como las de Remedios, Zulueta, Vueltas, Caibarién, Quemado de Gí¼ines… estos festejos populares son Patrimonio Cultural de la Nación, y cada año deben seguir cultivándose, con sus changí¼íes, trabajos de plaza, cabezones, carrozas y música. Se trata de evitar los infortunios para que estos no puedan lacerar el amor y la pasión de todo un pueblo.