Mercy, la «Matriarca »

Mercedes Rodrí­guez no solo se enfrascaba en afinar la técnica de la escritura o el lenguaje. Su defensa de la verdad y las ideas fue también una espada que esgrimió a lo largo de su carrera.

Mercedes Rodrí­guez, en el Olimpo de las letras

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Mercedes Rodríguez García, periodista de Vanguardia fallecida el 25 de noviembre de 2021.
Mercedes Rodríguez fue una de las más destacadas periodistas villaclareñas en los últimos 50 años. (Foto: Tomada de su perfil personal de Facebook)
Francisnet Dí­az Rondón
Francisnet Dí­az Rondón
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30 Noviembre 2021

Posiblemente, una vez concluida esta crónica, Mercedes Rodrí­guez Garcí­a, la maestra, la profesora, la periodista sagaz, me hubiese señalado algunos detalles o sugerido ciertas mejoras. «Cambia esta palabra, dale un giro a esta frase, no comiences con tal verbo, trata de terminar con un cierre contundente ». O quizás, con su agudeza caracterí­stica, en su búsqueda constante del texto atrapador, ella misma hiciera los cambios respaldados por la explicación correspondiente.

Ahora, luego de detenerse su corazón este 25 de noviembre, el mismo dí­a en que partió hacia la eternidad el Comandante en Jefe Fidel Castro, a quien ella le mostró fidelidad y amor infinitos, ya no podré (no podremos) contar con sus certeros señalamientos y correcciones. Pero, nos quedan sus enseñanzas y su impronta.

Mercedes Rodrí­guez Garcí­a, periodista de Vanguardia, junto a un grupo de alumnos de la carrera de Periodismo de la Universidad Central  «Marta Abreu » de Las Villas..
Junto a sus alumnos, a quienes les inculcó el amor al Periodismo. (Foto: Tomada de su perfil personal de Facebook)

Porque para Mercedes Mercy para sus amigos y compañeros de siempre, un texto debí­a acabar cuando uno tuviera la seguridad de haberlo revisado y perfeccionado antes de ponerlo delante del lector. Su respeto por el periodismo, «el mejor oficio del mundo », a decir de Garcí­a Márquez, era casi un sacerdocio.

No solo se enfrascaba en afinar la técnica de la escritura o el lenguaje. Su defensa de la verdad también fue una espada que esgrimió a lo largo de su carrera. No hizo concesiones con su manera de pensar, ni siquiera cuando en su juventud la enmarcaron en absurdos estereotipos de «desviada ideológica », por el solo hecho de gustarle el rock, la poesí­a de Lezama Lima, el teatro de Virgilio Piñera o los muchachos de la Nueva Trova. Su fidelidad al Comandante y la Revolución marcaron su admirable personalidad.

Sus consejos llevaban ese halo maternal que siempre la acompañó. Explicaba, orientaba y señalaba como si lo hiciera con un hijo. En los alumnos de la carrera de Periodismo ha quedado su huella como formadora de generaciones. ¡Cuánta satisfacción le causaba ver elevarse, con sus propias alas, a quienes un dí­a habí­a enseñado a volar!

Mercedes Rodrí­guez junto a varios colegas del Periodismo.
Mercedes con algunos de sus colegas y amigos de muchos años. (Foto: Tomada de su perfil personal de Facebook)

Su sabidurí­a y conocimientos los esparcí­a como semillas en cada conversación o charla, en reuniones o talleres, en asambleas o en el aula, en el papel o la web.

Cada opinión suya transmití­a algo nuevo; no hablaba por hablar. Era una maestra en toda la dimensión de la palabra.

Fue un as en el género de la entrevista. Cada uno de sus trabajos constituye fuente de estudio, análisis y aprendizaje. Hizo mucho por el periodismo villaclareño, y se entregó, en corazón y alma, al sublime acto de enseñar y educar.

El periodismo en el centro de Cuba tuvo su «Patriarca », nuestro inolvidable Roberto González Quesada; pero también contó con una «Matriarca », una mujer de luz, compañera incondicional y profesional incansable, a la que siempre recordaremos y le estaremos eternamente agradecidos. Gracias por todo, querida madre, Mercedes Rodrí­guez.

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