Museo Provincial villaclareño ya disfruta de su Premio Nacional de Conservación

Otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnologí­a y Medio Ambiente (Citma).

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Elba Rosa Pérez, ministra del Citma, entrega el Premio Nacional de Conservación, en la categoría de Restauración, al Museo Provincial de Villa Clara, recibido por su director, Andy Guerra Rodríguez.
Instante en que la Dra. Elba Rosa Pérez Montoya, titular del Citma, entrega el distintivo a la directiva del Museo. (Foto: Marcelino Vázquez Hernández/ACN)
Ricardo R. González
Ricardo R. González
@riciber91
2046
04 Noviembre 2022
Diploma que acredita el Premio Nacional de Conservación, en la categorí­a de Restauración, recibido por al Museo Provincial de Villa Clara.
Constancia del Premio. (Foto: Tomada de Facebook)

Feliz está el colectivo del Museo Provincial de Villa Clara al recibir, este 3 de noviembre, el Premio Nacional de Conservación al Patrimonio Documental de la Nación Cubana, en la categorí­a de Restauración.

Lo otorga el Ministerio de Ciencia, Tecnologí­a y Medio Ambiente (Citma), y quizás se diga fácil, pero cuánto tesón, horas robadas al descanso, paciencia, confundir un sábado con un martes u olvidar domingos, y esa guerra de nervios desatada al tratar de recuperar una reliquia en mal estado que al someterse al intento de rescate pudiera desvanecerse en su totalidad.

Todos enfrentaron los riesgos, y hoy no se arrepienten de haberse pronunciado por la decisión, simulando a aquellos mosqueteros que en su lucha juraban un beneficio por todos y entre todos.

Hace cinco años que Andy Guerra Rodrí­guez asume la dirección de una institución, ahora cerrada, para acometer las acciones de restauración. Un proceso que inició por niveles ante la complejidad de hacerlo al uní­sono, por los fondos existentes, tanto en las salas de exposición como en su almacén.

«Hubo que reorganizar de manera general. Departamentos y secciones que cambiaron su misión habitual para convertirse en reservorios de piezas museables, pero la institución debí­a contar con  otro tipo de montaje », confesó antes de viajar a La Habana para recibir el distintivo.

Comitiva de Villa Clara que participó en la entrega de los premios nacionales de Conservación.
La comitiva villaclareña luego de recibir el reconocimiento este 3 de noviembre. (Foto: Cortesí­a de Alexis Manuel Garcí­a Artiles)

Estaba bien definido el propósito; sin embargo, el recinto llevaba muchos años inhabilitado de realizar una restauración de objetos patrimoniales y debí­an de enfrentar las limitantes, sobre todo por las reliquias conservadas en soporte de papel.

«En medio de la vorágine se lograron rescatar 96 documentos de la Guerra de los Diez Años que presentaban un estado calificado entre regular y mal, y otros de gran importancia declarados como bajas. Era jugarse el todo por el todo, si se tiene en cuenta que poseemos la colección de pintores de arte popular de Las Villas, liderados por Samuel Feijóo. Esta resulta la más grande de Cuba que, en gran parte, se ha logrado restaurar, incluso piezas de gran formato », asegura Guerra Rodrí­guez.

La «guerra » de Guerra

Nadie duda de que restaurar el patrimonio documental es de vital importancia para preservar la memoria histórica de una nación, pero el paso del tiempo conspira ante esas ansias de evitar un desenlace fatal en los documentos escritos. Así­ se desataba la «guerra » interior de Guerra y de su propio colectivo en el propósito de que la valiosa información no pasara al olvido.

Andy Guerra Rodrí­guez, director del Museo Provincial de Villa Clara.
«En el caso de las reliquias en soporte de papel se lleva a cabo una intervención directa sobre estas, tratando de no dañar o perder la información », precisa Andy Guerra Rodrí­guez, director del Museo Provincial de Villa Clara. (Foto: Ricardo R. González)

Contra viento y marea lograron objetivos, y a los 39 documentos restaurados, con peso en los pertenecientes al siglo xix y otros nueve correspondientes al xx, mantienen otros 1611 en conservación preventiva.    

Los más antiguos del xix datan de la década de 1870, y entre ellos aparecen los procesos en los que estuvieron vinculados Serafí­n Sánchez, Máximo Gómez, Valeriano Weyler, José Martí­, Francisco Carrillo, Carlos Roloff y Carolina Rodrí­guez, por citar algunas personalidades.

Restauradores laborando en el Museo Provincial de Villa Clara.
Paciencia, minuciosidad y rigor caracterizan la labor de los restauradores. (Foto: Cortesí­a de Andy Guerra Rodrí­guez)

Del siglo pasado resultan significativos aquellos que tienen como protagonistas a Jesús Menéndez Larrondo, Blas Roca Calderí­o y Rosalí­a Abreu, entre otros.

«Los especialistas insistieron en la salvaguarda de esos fondos considerados en mal estado y   cuya integridad real peligraba. Para ello se tuvieron  en cuenta elementos vitales como la autenticidad del documento (único e irreemplazable), el lugar de origen, la importancia para la historia regional y nacional, el asunto o tema abordado, la integridad y el estado de conservación ».

¿Cuál es la historia que encierra el plano de 1892 de la antigua jurisdicción de Trinidad?

Ya lo habí­amos desestimado de la colección, aun así­ estaba resguardado, pero no disponí­amos del financiamiento para emprender el proceso. Por decisión del equipo de especialistas del Museo y de sus restauradores, y al encontrarse un estudiante de quinto año, cuyo trabajo de graduación versaba sobre obras en soporte de papel, bajo la tutorí­a de especialistas del gabinete de conservación y restauración del ISA y supervisado por los restauradores Ms.C. Islandys León y Laura Eternod, del Equipo Arte y Restauro de Villa Clara, se decidió proceder a la intervención, lográndose su rescate y la reinserción a los fondos.

Plano de la antigua jurisdicción de Trinidad en estado de deterioro,
Observe el estado en que se encontraba el plano de la antigua jurisdicción de Trinidad antes de someterse a la restauración. (Foto: Cortesí­a de Andy Guerra Rodrí­guez)
Plano de la antigua jurisdicción de Trinidad después del proceso de restauración.
El mismo documento una vez realizado el proceso de restauración. (Foto: Ricardo R. González)

Aplicar estos procedimientos lleva técnicas, tiempo y mucha minuciosidad…

Facsí­mil de documento restaurado en el Museo Provincial de Villa Clara.
Facsí­mil de otro de los documentos de valor histórico existentes en la institución. (Foto: Cortesí­a de Andy Guerra Rodrí­guez)

No es posible aplicar idénticos principios para cada documento o pieza. Hay que valorar su circunstancia especí­fica y las problemáticas particulares. Sobre esta base se designa la técnica dirigida a reparar el daño causado por el uso, el tiempo y otros factores, lo cual hace que se logre preservar el formato y su información para las futuras generaciones.

«En muchos de ellos se aplican cerca de nueve pasos en los que interviene el desmontaje del documento, la limpieza mecánica, las pruebas de tinta, reempapelar en caso de que presente rotura o afectación de la tinta, el injerto de las áreas faltantes en el soporte si es que existen perforaciones de insectos, entre tantas otras ».

Así­ con esa minuciosa gestión y la perseverancia del dí­a a dí­a, el Museo Provincial elaboró su expediente y lo envió a la capital cubana. El veredicto fue justo, se premió la tenacidad de un equipo que preserva el patrimonio histórico a partir de esas reliquias que hacen grande a un paí­s.

Lo que debe saber

El Museo Provincial atesora la colección más grande y diversa existente en la provincia, a la vez que constituye la principal edificación del Complejo Cultural Abel Santamarí­a, en Santa Clara, a partir de su relevancia histórica y cultural.

Cuenta la historia que en el siglo  xix  en el lugar radicó el  cuartel militar denominado Marí­a Cristina, que asumió entre 1200 a 1400 enfermos. Luego de finalizada la Guerra de Independencia, se mantuvo abandonado hasta que en 1903 aparece como sede de la Guardia Rural y la jefatura de Las Villas, y fue el antiguo Regimiento Leoncio Vidal.

Museo Provincial de Villa Clara.
(Foto: Telecubanacán)

Abrió sus puertas como Museo en 1970 y dispone de valiosa cronologí­a en su Sala de Historia, que contempla desde el perí­odo aborigen hasta el triunfo revolucionario, con énfasis en la Batalla de Santa Clara, al constituir el tercer cuartel militar de la tiraní­a en la isla, tomado por las tropas rebeldes en 1958 y con relevancia marcada en esa acción dirigida por el Comandante Ernesto Guevara.

Según la concepción antes de cerrar para la restauración, el resto de las salas están dedicadas al desarrollo cultural y a la vida de personalidades históricas del territorio, al desenvolvimiento social de la mujer cubana y sus aportes, y a las ciencias naturales.

Entre los objetos trascendentes aparece la toga utilizada por Fidel al asumir su propia defensa, el 14 de diciembre de 1950, en el entonces Palacio de Justicia de la antigua provincia de Las Villas, por la acusación de disturbios estudiantiles ocurridos en la ciudad de Cienfuegos, así­ como una copia del expediente de la Causa 543  en la que  denunciaba la corrupción existente durante el gobierno del presidente auténtico Carlos Prí­o Socarrás.

Tiene en su haber numerosas colecciones de arte, historia social y natural de la demarcación.

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