La buena energía se percibe en el renovado Museo Provincial, de Villa Clara, que el pasado 31 de diciembre arribó a sus 45 años de servir al pueblo a través de sus exposiciones y actividades de carácter educativo, cultural y social. La batalla no ha sido fácil, pero la pasión y sentido de pertenencia de sus 23 trabajadores e instituciones involucradas ha hecho posible el «milagro».
Durante el cierre el colectivo se vio obligado a reinventarse y renovar su tesis expositiva para mantener la calidad de sus servicios, con un sugerente diseño museográfico y un nuevo discurso museológico. Como expresara Andy Guerra Rodríguez, director de la institución, «se trata de redefinir el lugar en el corazón de la ciudad, repensar sus vínculos con la comunidad, su papel ciudadano, su función y su financiamiento».
A lo largo de estos años el Museo Provincial ha ampliado sus colecciones gracias a transferencias y donaciones realizadas por entidades y personas naturales que se desprenden de su patrimonio familiar para legarlo a las nuevas generaciones. Entre los altruistas se encuentran: Adela María Suárez González, Roberto Jiménez Hernández, Osmel Ruiz Barrios, Rolando Rodríguez Esperanza, Mercedes Rodríguez González, el Obispado de la Diócesis de Santa Clara y el Museo Nacional de Artes Decorativas.
El centro inicia su nueva etapa con cuatro salas especializadas, que estarán abiertas al público de lunes a viernes, en el horario de 9:00 de la mañana a 4:00 de la tarde, y los sábados hasta las 12 del mediodía.
Por el momento se encuentra la sala nombrada Un inmueble y su historia, que recoge pormenores de la edificación cuando en 1890 fungiese como Cuartel Militar y Hospital de Sangre María Cristina, con barracas abandonadas por el Ejército Regular Español tras la evacuación de las tropas, proceso que culminó en 1903.
Luego, hasta 1958, fue sede de la Guardia Rural y Dependencias del Cuartel Monteagudo del Regimiento Leoncio Vidal. Y en 1959 tiene lugar allí la parlamentación de la rendición, colofón de los sucesos de la Batalla de Santa Clara, liderada por el Che, previo al triunfo de la Revolución, el 1º de enero.
Posteriormente, de1960 a1961 ocurre el proceso de transformación de los cuarteles en escuelas, y se inaugura la ciudad escolar Abel Santamaría, por el Comandante en Jefe Fidel Castro, quien desde este lugar lanza a Cuba y al mundo la campaña de alfabetización. Y el 31 diciembre de 1978 se abre al público el Museo Provincial de Villa Clara, el cual ha sido visitado por personalidades de la talla de Samuel Feijóo, Dora Alonso, Armando Hart, Vilma Espín, entre otros.
La sala Marta Abreu, benefactora y patriota. Dedicada a la gran patriota santaclareña y su familia, y el legado de obras que dejó a los santaclareños; además, muestra objetos personales y otras piezas vinculada a la distinguida dama y su familia.
La «Samuel Feijóo, el sensible zarapico» (1914-1992), se presenta por primera vez al público y rinde homenaje al escritor, investigador, pintor y escultor cubano. Allí se muestran numerosas obras del artista de la plástica y esculturas.
Por último, la sala Signos: luz total, la cual recoge la génesis de este movimiento que data de la década del 50 del pasado siglo, cuando en la región central surgió una manifestación de las artes plásticas con características muy particulares, nombrada «Movimiento de pintores y dibujantes de Las Villas». Se desarrolló, en un primer momento, en Cienfuegos, donde Mateo Torriente Bécquer y Samuel Feijóo llevaron a cabo un proyecto, al cual denominaron Academia del Bejuco, dedicado a tratar temas relacionados con la naturaleza.
En Santa Clara, en la década del 60, hubo también un movimiento similar organizado por José Seoane Gallo. A este proyecto se vincula posteriormente Feijóo, quien se traslada desde Cienfuegos y se convierte en el líder de los procesos creativos del grupo.
En 1961, el reconocido intelectual organiza una exposición en la Biblioteca Nacional José Martí para promover las creaciones de los artistas que integran este movimiento, la cual se tituló «Pintores populares de Las Villas».
Uno de los momentos más significativos resultó la participación, en 1983, en una muestra organizada por el Museo de Arte Bruto, en Lausana, Suiza. Desde ese entonces Feijóo bautizó la iniciativa como Grupo Signos y se vinculó al desarrollo editorial de la provincia con ilustraciones en revistas como Islas y Signos.
Además, en el primer nivel del Museo Provincial, donde se ubican las salas especializadas antes mencionadas, se encuentra otra provisional dedicada a la Parranda, declarada Patrimonio de la Nación Cubana y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, con vestuarios, imágenes y artículos relacionados con esta antigua festividad. También contarán con una sala de conciertos.
Jueves, 25 Enero 2024 12:44
Hay que ir a visitarlo, decididamente.