FIBA AmeriCup femenina: Cuba se complica en el debut
El estreno de Cuba en la cita continental de baloncesto femenino fue una dura derrota frente a un rival histórico que condiciona su posición en el Grupo B
Puerto Rico se llevó su segunda victoria consecutiva frente a Cuba en torneos continentales. (Foto: FIBA)
Gabriel López Santana
@LopezSantanaG
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23 Septiembre 2019
23 Septiembre 2019
hace 5 años
La selección femenina de baloncesto de Cuba se mostró débil en ambos costados de la cancha y cayó (55-80) ante Puerto Rico, en el inicio este domingo del torneo continental para féminas (FIBA AmeriCup), con sede en la capital boricua.
Puerto Rico llegaba como favorito a este encuentro, por la ventaja de ser locales y la presencia en su plantilla de jugadoras que militan en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la versión de Cuba que saltó a la cancha del Coliseo “Roberto Clemente†quedó por debajo de lo que se espera de ellas.
El comienzo del partido fue errático para ambas, aunque las locales sacaron mejor provecho de los fallos de las cubanas y tomaron ventaja de diez en el inicio (10-21). Las antillanas reaccionaron en el segundo cuarto guiadas por la veterana Yamara Amargo y no permitieron que la ventaja creciera, llegando al descanso con un 30-41 en la pizarra.
Sin embargo, en la segunda mitad del encuentro volvieron los errores y la ofensiva cubana no encontró vías claras al canasto. Anotaron 10 y 15 puntos, respectivamente, en los siguientes dos cuartos y permitieron que Puerto Rico lanzara para un cómodo 46% de efectividad en general, lo cual se tradujo en una paliza de 25 puntos de diferencia (55-80).
Ali Gibson (14 puntos, 6 rebotes y 1 asistencia) y Tayra Meléndez (12 pts, 4 reb, 1 asis y 1 bloqueo) destacaron por las locales, mientras que, por Cuba, Yamara Amargo completó un partido a la altura de su calidad: 20 pts (42% TC), 2 reb, 4 asis y 2 robos.
Este timeline de choques en torneos continentales ilustra la evolución de un duelo histórico en el #Baloncesto americano:
La rapidez con que se desarrolla este torneo, cuya fase de grupos se jugará en días consecutivos, al equipo que dirigen Margaro Pedroso y Allen Jemmott les conviene concentrarse en lo que fue su talón de Aquiles en este encuentro: la ofensiva.
A pesar de haber permitido más de un punto por cada posesión de sus rivales, la defensiva de Cuba no estuvo tan mal en comparación con su ataque (0.6 puntos por cada posesión). Sobre todo, si se tiene en cuenta que con su pésima puntería alimentaron la principal arma de la ofensiva boricua: el contraataque.
De acuerdo con el sitio oficial del evento, Puerto Rico consiguió 28 puntos como resultado de contragolpes (35% del total), aprovechando los 50 tiros que fallaron sus rivales. Asimismo, limitaron la presencia de Cuba en los rebotes ofensivos, al asegurar 43 de los 50 rebotes disponibles (sin contar los tiros libres) y consiguieron ellas 11 capturas ofensivas que le valieron 4 puntos en segundas oportunidades.
Por su parte, la selección de las cuatro letras logró sacar poco de sus contraataques (8 puntos) y consiguieron menos de un punto por cada pérdida de sus rivales (14 de 17). Las reservas también perdieron el duelo particular y aportaron menos de la mitad de lo logrado por el banquillo boricua (15-32).
Su incapacidad para reducir la diferencia en el marcador es lo que complica la existencia de Cuba en el torneo y no una derrota que, siendo sinceros, era muy probable. Sin embargo, un ataque más eficiente puede asegurarles un mejor resultado ante Canadá campeonas defensoras y sus rivales de este lunes que el conseguido por México en la primera jornada (109-53).
Más allá del obvio favoritismo de las norteñas, Cuba debe concentrarse en no ceder tantos puntos en la transición defensiva, ni rebotes en su propia cancha, aspectos de los cuales las canadienses sacaron 20 y 16 puntos, respectivamente, frente a las aztecas.
Ciertamente, una victoria este lunes se antoja quimérica. Sin embargo, pueden ofrecer una pelea más digna a las favoritas y luego ir a por dos victorias consecutivas ante México y República Dominicana, que restauren el balance negativo de puntos anotados y permitidos.
La venganza llegó en San Juan
Como sucede en cada torneo en años recientes, Cuba se ve obligada a justar sobre la marcha y llega a las competencias sin conocer muy bien las fortalezas y debilidades de sus rivales y, peor aún, las suyas propias. Aunque muchas de estas jugadoras hayan participado en la Liga Dominicana y otras pertenezcan a clubes en países como México, los escasos dos partidos de preparación que tuvieron antes de llegar a San Juan no son suficientes para lograr que un equipo engrane como grupo y compita al máximo nivel.
Aprovechando esta situación, Puerto Rico consiguió su segundo triunfo consecutivo sobre Cuba en torneos continentales, un balance que se encuentra 4-2 a favor de las cubanas, pero que se ha reducido considerablemente desde hace más de dos décadas.
Luego de recibir palizas en Sao Paulo 1997 (103-66) y Hato Mayor 2005 (84-54), las boricuas redujeron la diferencia en Neiva 2011 (67-50) y Edmonton 2015 (65-58), hasta que en Buenos Aires 2017 rompieron la racha con un cerrado triunfo (67-70), antesala de la venganza de este domingo. La nueva generación boricua pudo, incluso, conseguir esta victoria ante los ojos de una de las cubanas que vapulearon a Puerto Rico aquella lejana noche en Brasil: Dalia Henry, quien acompaña a la escuadra cubana como parte de su labor de Comisionada Nacional.
La selección boricua ve este torneo, entonces, como la posibilidad de darle una vuelta definitiva a su historia y asaltar la cima continental. Por otra parte, si no reaccionan a tiempo, el enorme peso de su historia amenaza con aplastar a Cuba.