Este lunes se cumplen 46 años de la inauguración en La Habana del I Campeonato Mundial de Boxeo. Ya son unos cuantos años, tanto que de la escuadra cubana que dominó aquella cita con cinco medallas de oro, una de plata y dos de bronce, lamentablemente ya han desaparecido siete.
La pérdida más reciente fue la de Jorge Luis Romero el pasado sábado, quien cayó en la discusión del título frente al puertorriqueño Wilfredo Gómez, uno de los mejores pugilistas que se presentó en aquella cita.
Tres de los que ya no están lograron colgarse el metal dorado en el cuello: Jorgito Hernández (48 kg), en 2019; Douglas Rodríguez (51) y Teófilo Stevenson en más de 81 kilogramos, ambos en 2012.
Tampoco existen ya Luis Echaide, bronce en 60 kilogramos y Gilberto Carrillo (81 kilogramos), el primero que murió en la década del noventa y quien protagonizó un peleón de campana a campana con el entonces yugoslavo Mate Parlov, quien también falleció.
Quedan vivos los monarcas del orbe Emilio Correa (67 kg) y Rolando Garbey (71), este último vencedor en un cerrado pleito con el venezolano Alfredo Lemus. De Alejandro Montoya (75) y Mariano ílvarez, bronce en 57 kg no tengo noticias.