Faltan un toro y un leopardo

La exclusión de Madan y Guillén es uno de los puntos polémicos de la conformación del equipo Cuba que competirá en el Preolí­mpico de Béisbol de las Américas.

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Osvaldo Rojas Garay
Osvaldo Rojas Garay
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23 Mayo 2021
Frank Madan, lanzador del equipo Camagí¼ey.
Si no hay una razón de peso, Frank Madan Montejo, el mejor lanzador derecho del campeonato cubano, debió estar en el equipo. (Foto: Tomada de Internet)

Mientras aún no se resuelve el problema de las visas que le permitirí­a a nuestra selección participar  en el Torneo Preolí­mpico de Las Américas de Béisbol, que comenzará en Florida, a partir del 31 de mayo, pienso que existen algunas discrepancias sobre los escogidos para intervenir en el importante certamen.

Hecho el ajuste de la preselección y después de conformado el equipo definitivo para el torneo, resulta llamativo que el camagí¼eyano Frank Madan Montejo y el villaclareño Pablo Luis Guillén Dí­az hayan sido eliminados del conjunto que dirige Armando Jesús Ferrer Ruz.

De no ser por alguna razón de peso que desconocemos, notamos la ausencia del camagí¼eyano Frank Madan, mejor derecho del equipo Todos Estrellas de la 60 Serie Nacional de Béisbol, quien acaparó o compartió varios lideratos en la mencionada campaña, los cuales adornó con un juego de cero jit cero carreras contra el combinado de Villa Clara.

En el caso de Guillén no me alarmó inicialmente que integrara el elenco a la Copa del  Caribe y no lo llamaran para la pre, pero al ser subido a la preselección con destino final a la justa olí­mpica de Tokio, cambié la perspectiva y pienso que debió ser convocado para la selección nacional, avalado, entre otras cosas, por haber sido el lí­der en promedio de carreras limpias en el último campeonato con 2.52.

Pablo Luis Guillén, lanzador del equipo Villa Clara de béisbol.
Pablo Luis Guillén, lí­der de promedio en carreras limpias en la última serie nacional. (Foto: Carolina Vilches Monzón)

Otras cuestiones que provocan polémicas en el equipo es la inclusión de al menos cuatro hombres que pueden custodiar el primer cojí­n como Lisbán Correa, Yordanis Samón, Guillermo Avilés y Rafael Viñales. Los primeros  tres cuando salieron al terreno fue con la misión de defender la inicial. El único del cuarteto que custodió más de una base fue el tunero Rafael Viñales, quien jugó también la receptorí­a.

Desde el Mundial Juvenil de 1970 y, posteriormente, a partir del equipo que participó en los Juegos Panamericanos de Caracas 1983, se ha puesto de moda la inclusión de tres receptores, pero si usted revisa las nóminas de los jugadores de cada plantel en la Serie Nacional, verá lo poco que son utilizados los terceros enmascarados. En algunas ocasiones esta decisión se ha justificado; sin  embargo, en esta oportunidad nos parecen demasiados enmascarados por la escasa cantidad de partidos que  efectuarán allí­.

Criterios aparte, lo más importante en estos momentos es que se resuelva el problema con las visas, lo cual le permitirí­a a la Mayor de Las Antillas mantenerse en la pugna por el boleto a los Juegos Olí­mpicos, cita en las que Cuba se ha impuesto en tres ocasiones y acumula dos subcampeonatos. Claro, sin menospreciar esos lauros, los tiempos han cambiado y una prueba es que los criollos andan todaví­a luchando por un boleto para el torneo beisbolero de la máxima confrontación deportiva del planeta y no con la seguridad de aquella época.

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